La ‘Strelitzia’, así se cuida la exótica planta que ha desbancado a la ‘monstera’ para decorar los interiores
Conocida como ave del paraíso por la forma de su flor, su majestuoso porte vertical se ha hecho omnipresente en restaurantes, hoteles, escaparates e Instagram. Disponer de mucha luz y elegir la especie acorde al espacio son las claves para disfrutar de su exuberancia
Butaca de mimbre. Espejo sol. Aparador escandinavo. Lampara de ratán estilo balinés. Damajuana vintage. Ave del paraíso… Visualícelo. Esta secuencia radiografía el aquí y el ahora en las tendencias en decoración de interiores. También —y sobre todo— por su elemento vivo: la Strelitzia o ave del paraíso. En la era de Instagram (ese escaparate global donde abundan imágenes del interiorismo arriba descrito etiquetadas con #urbanjungle), la misión de elegir una planta para decorar nuestras casas está inevitablemente condicionada por el bombardeo de fotos de lo que se lleva. Desde el cine, los anuncios, los restaurantes, los locales de copas y las tiendas mejor acicaladas recibimos estampas de idílicas escenografías vegetales que hacen que nuestra mirada se vaya inclinando hacia el gusto por unas u otras especies vegetales.
Hace décadas fueron el tronco del brasil (Dracaena fragrans) y la palmera kentia (Howea forsteriana). Después, las tan manidas costilla de adán (Monstera deliciosa), lengua de la suegra (Sansevieria trifasciata) y ZZ (Zamioculcas zamiifolia). Últimamente, si hay una planta que ha conquistado los hogares con su aire tropical es la Strelitzia. “Hace 10 años no se vendía ni una. En los tres últimos años la demanda se ha disparado”, asegura Pedro Tabernero, propietario de la floristería Flores Madrid. “El boom se ha desencadenado porque muchos interioristas la empezaron a utilizar en la decoración de hoteles de lujo en el Caribe, México, República Dominicana, Canarias, Maldivas y otros destinos tropicales. Y por las revistas y las redes sociales esa moda se ha trasladado a Europa”, explica.
La Strelitzia es un género originario de las regiones tropicales y subtropicales de África. De hojas grandes verde intenso que recuerdan a las del platanero, se la conoce como ave del paraíso por su extraordinaria flor que recuerda con su forma a una cabeza de pájaro con cresta. “A nivel estético, su estructura y su follaje transmiten un aire exótico que nos transporta instantáneamente a una playa paradisíaca, por lo que es perfecta para contagiar cualquier espacio de las buenas vibraciones de una eterna primavera tropical”, cuenta Natalia Sáez, arquitecta y paisajista, autora del libro Las plantas de interior no existen (2022) y del blog En abril hojas mil. El género Strelitzia cuenta con cinco especies. Las más habituales en decoración son la reginae —de porte pequeño y flor naranja—, la nicolai —de flor blanca y que plantada en terreno puede alcanzar hasta cinco metros de altura— y la augusta —la más grande, más adecuada para cultivar en exterior—. “Es importante elegir la especie que más convenga al espacio de nuestra casa”, añade la experta.
Por la plasticidad de sus hojas, la elegancia de los escorzos de sus largos peciolos y su majestuoso porte vertical, la Strelitzia nicolai es ideal como planta única en la decoración de interiores. Como una lámpara de diseño o una obra de arte, su irresistible magnetismo crea un exuberante punto focal en cualquier espacio. “Recomiendo colocarla en una habitación lo más amplia posible para que luzca su gran porte y ponerla en una maceta pesada para evitar que la planta pueda volcar cuando crezca y vaya ganando peso y altura. Un truco muy práctico es colocar la maceta sobre un plato con ruedas para facilitar su movimiento”, continúa la paisajista. En cuanto al macetero, el ave del paraíso pide a gritos un ornamento a la altura: “Una gran tinaja de terracota, un cubre-macetas de ratán o una maceta de autorriego de líneas modernas son buenas opciones”.
Las hojas rasgadas son uno de los atributos que definen el atractivo singular de la Strelitzia. No hay que temer esta bella imperfección. “Las plantas son seres fascinantes. En miles de años de evolución han modulado sus estructuras para adaptarse al entorno. El ave del paraíso, por ejemplo, es muy elástica para resistir fuertes rachas de viento sin quebrarse”, explica Sáez. Sus hojas se resquebrajan para hacer frente a los zarandeos de la lluvia y el viento en sus ecosistemas tropicales de origen. “Si las hojas se mantuviesen tersas como velas, la planta correría el riesgo de romperse”. En interiores acostumbramos a verlas impecables, pero en el exterior las hojas rasgadas son parte de su encanto.
Aunque es fácil de cuidar, hay gestos que no hay que perder de vista para garantizar su bienestar. “Lo más importante es colocarla en un sitio muy luminoso donde reciba sol directo por las mañanas o filtrado por las tardes”, indica Natalia Sáez en su perfil de Instagram, donde tiene casi 110.000 seguidores. Para esas personas que se olvidan de regar, es una planta muy agradecida, pues precisa que el sustrato se seque entre riegos. Pulverizarla es otro guiño aconsejable en climas secos. De hecho, “el cuarto de baño puede ser un muy buen lugar para el ave del paraíso gracias a la humedad que allí se acumula. Pero es imprescindible que no sea un baño oscuro o sin ventanas, pues la luz es vital”, insiste Sáez. En invierno hay que protegerla de las heladas. “En Canarias las utilizan para los setos en las carreteras y crecen salvajes y están estupendas”, dice Pedro Tabernero, indicando que su hábitat natural son los climas suaves. “También se dan muy bien en la costa española, incluso en Galicia, donde los inviernos son benignos y el frío es húmedo”, añade. No hay que desesperarse si no florece, pues en interior y en maceta es habitual que esto no ocurra.
Si la expresividad de una Strelitzia en solitario es difícil de superar, acompañada de otras especies creará una inestimable sensación de color, textura y vitalidad en el interior de cualquier casa. Para quienes desean llevar a su hogar la tendencia #urbanjungle, una recomendación es componer rincones de diferentes plantas jugando con las alturas. “La clave es acompañarla de ejemplares de porte más bajo, como de un tercio de la altura del ave del paraíso, para crear una composición dinámica y evitar que las plantas compitan entre sí. Otra posibilidad es aprovechar su envergadura para ubicar a su lado especies que no deban recibir sol directo, dejando que la sombra de las hojas del ave del paraíso proteja a las pequeñas del sol”, sugiere Sáez.
Bondades aparte, es justo decir que la Strelitzia, sobre todo la nicolai, es una planta cara comparada con otras especies de gran porte como la kentia, el tronco del brasil, la drácena o los ficus. “El precio de las plantas crece de forma exponencial a medida que aumenta su tamaño y, por tanto, su edad”, indica Sáez. “Una planta mini de cuatro euros puede alcanzar los 50 euros en un tamaño medio. Esto es porque son seres vivos a los que cuesta criar. Por eso creo que pagar 70 u 80 euros por un ejemplar de casi dos metros está justificado”, reflexiona. Además, la inversión es rentable porque “cuanto más grandes, más resistentes y más fáciles de mantener”. Para alguien que no disponga de tanto presupuesto, las ventajas de comprar una Strelitzia pequeña son el ahorro y la satisfacción de verla crecer.
Lámpara de ratán. Damajuana vintage. Butaca de mimbre. Ave del paraíso… Despejadas todas las incógnitas de la planta que se ha convertido en la quintaesencia del boom #urbanjungle.
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