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Marzo, momento de plantar desde cactus a begonias: ¿qué es lo más fácil de cuidar si no se tiene mucha mano?

En este mes se anuncia la primavera y llama a llenar de verde y colores ventanas, jardines o terrazas. Si lo que se desea son flores, lo mejor son las gallardías o geranios, eso sí, con ellas se deberán tener presentes unas atenciones regulares

Agave victoriae-reginae
Agave victoriae-reginae, sorprendente por la belleza de su forma y de sus colores, como una flor que surgiera de la tierra.Florin Seitan (Getty Images)
Eduardo Barba

Marzo reclama atenciones en las ventanas, balcones, terrazas y jardines. Esas macetas vacías en el exterior de las casas, con los restos de plantas secas que no sobrevivieron al verano pasado o que sucumbieron bajo los fríos invernales, se merecen un poco de vida. Ante la pregunta de si se tienen plantas en el hogar, en numerosas ocasiones la respuesta es que las plantas se dieron mal, que siempre se mueren, que no se tiene mano para cultivarlas. Craso error, porque siempre se va a encontrar una apropiada para el nivel de cuidados que se desee.

Si se quieren tener especies que casi no nos reclamen tiempo, más que algún que otro riego ocasional, las plantas suculentas o xerofíticas pueden ser la elección perfecta. Se trata de aquellas plantas que son capaces de sobrevivir a la mayoría de las ineptitudes por parte de los cultivadores: falta de agua, de abonados, incluso pueden vivir durante muchos años con sus raíces constreñidas en la misma maceta. Eso sí, no podrán hacer frente a excesos de agua o a la carencia de una luminosidad lo suficientemente intensa como para que puedan realizar todos sus procesos metabólicos.

Por ello, muchas especies de cactus (familia Cactaceae) están esperando en floristerías y centros especializados a dar un poco de color a esas macetas fracasadas que ahora solo lucen sustratos resecos. Si reciben también unos pocos mimos en forma de abonos y de mayor frecuencia de riegos en los meses más cálidos, nos devolverán aún más belleza a cambio.

Si no se quieren tener muchas espinas cerca —aunque hay multitud de cactáceas donde no están presentes, o si lo están son de lo más dulce que se pueda imaginar— también se pueden emplear otras plantas suculentas con muy pocos requerimientos de cultivo. En este apartado se encuentran multitud de familias botánicas con una dureza más que comprobada: las crasuláceas, las euforbiáceas, las agaváceas… En cada una de ellas hay especies que son muy atractivas y de formas muy diferentes.

Un ejemplar de 'Agave victoriae-reginae' bajo el sol en Madrid.
Un ejemplar de 'Agave victoriae-reginae' bajo el sol en Madrid.Eduardo Barba

Los sedum (Sedum spp.), por ejemplo, son perfectos para tapizar esos tiestos. La gran mayoría florecen de maravilla (como Sedum acre, Sedum album, o los antiguamente llamados Sedum floriferum o Sedum spurium, por citar solo algunos), y logran una cobertura ideal sobre la que pueden crecer otras suculentas con más envergadura. Una de estas podría ser un árbol de jade (Crassula ovata) o un agave de tamaño pequeño, no como las enormes y tradicionales pitas (Agave americana). Dentro de aquellos agaves más comedidos para un buen macetón, uno muy querido por los cultivadores es Agave victoriae-reginae, sorprendente por la belleza de su forma y de sus colores, como una flor que surgiera de la tierra. Pero hay muchísimas más posibilidades: echeverias (Echeveria spp.), calancoes (Kalanchoe spp.), aloes (Aloe spp.)… Tan solo debemos acercarnos a las floristerías, viveros o centros especializados para sorprenderse con la variedad. Estas composiciones con plantas suculentas podrán ver cómo nos vamos en verano de vacaciones, y esperar de forma paciente a que se regrese de las semanas de asueto sin que se mueran. ¡Nunca más tendremos macetas vacías por nuestra neglicencia!

Más allá de suculentas: de geranios a dalias, de calas a romero

Si las plantas suculentas no son de nuestro agrado, tenemos a nuestra disposición muchas herbáceas muy interesantes para conseguir floraciones que se alarguen en el tiempo durante meses. Eso sí, con ellas se deberán tener presentes unos cuidados más regulares. El riego no podrá ser esporádico ni casual, sino que habrá que estar pendiente de que sus raíces no se sequen. Algunas plantas muy apropiadas son las gallardías (Gaillardia var.), los geranios botánicos (Geranium sanguineum y otras muchas especies y variedades) y las mielarias (Lobularia maritima). Esta última, además, se cultiva muy fácilmente a través de su simiente. Por uno o dos euros se adquieren cientos de semillas que tienen una germinación muy rápida; eso sí, siempre bajo el sol, que hará que crezcan fuertes, incluso cuando estén recién nacidas.

Gallardía sobre una cama de mielaria en el Museo Esteban Vicente de Segovia.
Gallardía sobre una cama de mielaria en el Museo Esteban Vicente de Segovia. Eduardo Barba

Si se es una persona nostálgica de los balcones llenos de geranios (Pelargonium spp.) no hay que olvidarse de cultivar alguno, al menos. Si nos frustra ver cómo cada año la mariposa del geranio (Cacyreus marshalli) los devora por dentro y por fuera, hay una solución: cultivar una de las variedades de Pelargonium crispum ‘Angel Eyes’, a las que este molesto insecto no ataca. Las formas y colores de sus flores son muy bellos y nos quitarán la nostalgia de cuidar de las gitanillas (Pelargonium peltatum), tan propensas a sufrir los ataques de aquella mariposa.

¿Por qué no acudir a plantas bulbosas de floración de finales de primavera o de verano, incluso? Ahora están a la venta sus distintos órganos de reserva (bulbos, cormos, rizomas…). Las dalias (Dahlia var.) son una opción perfecta, y muchas crecen bien en una maceta más grande. Estas margaritas mexicanas tienen una enorme cantidad de variedades. Para un balcón o una terraza, las dalias se pueden acompañar de la archiconocida cala (Zantedeschia aethiopica). Aunque no esté en flor, esta amante del sol tiene un gran valor estético, por sus hojas enormes y apuntadas de un verde muy alegre. También podemos optar por bulbosas que soportan la sombra, en el caso de que nuestra orientación no sea tan luminosa. En este caso, las begonias tuberosas (Begonia x tuberhybrida), de floración incansable si no les faltan los nutrientes, son unas buenas candidatas. Asimismo, no hay que dejar pasar la oportunidad de cultivar alguna arbustiva resistente, como un mirto (Myrtus communis) o un romero (Salvia rosmarinus). Las opciones son infinitas si queremos vivir con plantas en los exteriores de las casas. Semillas, bulbos, plantas de todo tipo nos esperan; ahora en marzo es un momento perfecto para traerlas al hogar.

Una composición con lamio púrpura y alhelíes amarillos en una terraza.
Una composición con lamio púrpura y alhelíes amarillos en una terraza.Eduardo Barba

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Sobre la firma

Eduardo Barba
Es jardinero, paisajista, profesor de Jardinería e investigador botánico en obras de arte. Ha escrito varios libros, así como artículos en catálogos para instituciones como el Museo del Prado. También habla de jardinería en su sección 'Meterse en un jardín' de la Cadena SER.

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