Los accesorios decorativos de una mesa de Navidad que no pueden faltar: velas, ramas y frutas de temporada
Una vez puesto el árbol y vestida la casa para las celebraciones, del vestíbulo al dormitorio, la clave está en saber conjugar protocolo, equilibrio estético y recursos asequibles para desplegarlo en el que se considera el centro neurálgico de estas fiestas
Desde la corona situada en la puerta de casa hasta la ropa de cama del dormitorio, y con gestos sencillos, se pueden conseguir ambientes en clave festiva para las reuniones familiares y amigos. En la mesa de Navidad se pueden mezclar platos originales de viejas vajillas o crear bodegones con quesos, frutos secos o panes, hasta adornos de papel hechos a mano, frutos de temporada como granadas, uvas o caquis, o ramas secas o piñas. Las alternativas a nuestro alcance son tan infinitas como la creatividad para conseguir resultados interesantes.
Pequeños detalles en dorado, plateado, rojo o verde bosque, que sin duda son los colores más navideños, pueden brillar de forma especial con la compañía del mejor aliado en estas celebraciones: las velas. Además de caldear el ambiente (y, bajar algo la factura de la luz o el gas) y reflejar destellos dorados, llenan de brillo las miradas y son complementos asequibles. Un detalle: mejor escogerlas sin aroma para no alterar las sensaciones organolépticas de bebidas y comidas.
Los interioristas y estilistas más acreditados confirman estas ideas. Para Piluca Hueso, de la tienda Rue Vintage 74, se pueden conseguir mesas “muy especiales” jugando con objetos que podamos tener en casa. “Mi consejo infalible es siempre jugar con la luz de las velas y si, además, tenemos candelabros aportarán mucha armonía a la mesa”, asegura.
Para poner la atención en la elaboración de los platos y en recibir a los invitados, la creadora de este concept store considera que no hacen falta grandes complicaciones. “Colocar unas bolas del mismo árbol de casa, intercalándolas, por ejemplo, con unas hojas de magnolio, incluso con frutas variadas, como granadas, dará un resultado elegante y mágico para una cena tan especial”, explica Hueso. “Las frutas lucen maravillosas, como si de un bodegón se tratase, con un toque de paño humedecido en aceite de oliva”, añade la experta. Un truco fácil.
Entre las propuestas de mesas de Navidad, Toni Espuch, de AzulTierra, destaca su apuesta por “un estilo de aires rústicos” para aquellos que celebren las navidades en el campo o en la montaña y “otra opción más urbana” para los que pasen la Navidad en la ciudad. Este creador se decanta por crear bodegones de inspiración natural, con cuencos de madera o corteza, y por componer centros de mesa que mezclen ramas y racimos de uva, una combinación fácil de conseguir y de resultados espectaculares cuanto de mayor tamaño sea el jarrón donde se instale, por ejemplo.
En cuanto a los textiles, la firma Gancedo este año propone una colección navideña donde priman mantelerías realizadas en lino con colores neutros para introducir una clave orgánica donde los manteles individuales de cuadro tartán, confeccionados en lana, aporten “el toque de color y sofisticación a una mesa con vocación atemporal”, comentan.
La interiorista María Villalón, de Villalón Studio, comenta que tiene que haber “coherencia y un hilo argumental entre el mantel, la vajilla, la cubertería y los elementos decorativos”. Las grandes superficies de decoración recomiendan seguir estilos concretos y decantarse por ellos en todos los complementos.
Para Villalón, el escenario ideal es elegir un mantel de Navidad con fondo blanco y estampado con algún toque en colores verde y rojo, servilletas lisas a tono con el mantel o con un pequeño guiño en esos mismos colores. “Hay que aprovechar estas reuniones para poner la mejor vajilla porque es una ocasión para celebrar”, asegura. En cuanto a los bajoplatos, añade la experta, se deberá usar en función del tipo de mantel escogido.
Para elegir el centro de mesa, Villalón recomienda poner un objeto “alargado y oval” si la mesa es rectangular o “tipo corona” en el caso de que sea redonda. “Añadiría el acebo procedente de vivero, que siempre triunfa, y las velas, que son esenciales en cualquier centro de mesa navideño porque aportan un toque muy cálido y crean un ambiente mágico”, asegura.
Un detalle que no es exigente, pero dice mucho de la persona que monta la mesa son los carteles con los nombres de los invitados. Es un recurso al alcance de todos y solo exige dotes básicas en trabajos manuales. La Navidad es una oportunidad para cuidar a los demás a través de la sensibilidad en las pequeñas cosas. En este sentido, Villalón cree que es importante los detalles tales como la cubertería, la vajilla y el plato de pan. “Es importante que todo esté bien colocado”, y explica a modo de recordatorio de buenas prácticas el protocolo que hay que seguir: los cubiertos se colocan según se utilicen durante la comida; los primeros, en la parte exterior. En el lado de derecho, de fuera hacia adentro, se coloca la cuchara, el cuchillo de pescado y el de carne (con el filo siempre hacia adentro). En el lado izquierdo, el tenedor de pescado, y pegado al plato, el de carne. En la parte superior del plato, con el mango hacia la derecha, la cucharilla de postre, mientras que el tenedor de postre lo configura con el mango hacia la izquierda.
Un detalle: mejor escoger las velas sin aroma para no alterar las sensaciones organolépticas de bebidas y comidas
Sobre el mejor sitio para colocar la servilleta va en gustos y para Villalón el mejor lugar es en servilletero navideño y encima del plato. “Para terminar, plato de pan en el lado superior izquierdo y copas de vino y vaso de agua a la derecha”, remata. En definitiva, protocolo, recursos al alcance y equilibrio estético son claves para las mesas navideñas perfectas en las que reunirse para brindar por las fiestas.
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