Menos gasto y más imaginación: cómo decorar la mesa de Navidad con ideas ‘Do It Yourself’
Las redes sociales son un hervidero de trucos para ambientar las cenas festivas con nuestras propias manos. Vestir una mesa navideña sin rascarse el bolsillo es posible si se reutilizan los adornos, se convierten las botellas de vidrio vacías en candelabros o se doblan las servilletas con la técnica ‘furoshiki’
Por mucho que nos planteemos afrontar una Navidad de forma más comedida, el derroche está casi siempre asegurado. Según el estudio de consumo navideño realizado por la consultora Deloitte en 2022, cada hogar español gastará estas fiestas una media de 634 euros entre ocio, viajes, comida, bebida y regalos. Reducir este cuantioso desembolso a través de propuestas en las que podamos reutilizar objetos para actividades como la decoración festiva de una casa no es solo un gesto inteligente, sino una manera sostenible de avivar la creatividad sin consumir de más y generando menos residuos.
Internet y las redes sociales son una fuente inagotable de sabiduría Do It Yourself (DIY, hazlo tú mismo), ideas y propuestas que ponen a prueba nuestro pulso para realizar manualidades fáciles y rápidas con las que decorar de forma más personal mientras se da una segunda vida a objetos cercanos. Unido esto a los consejos de estilo de expertos en la materia, como marcas de decoración y creadores contenido, no resultará difícil vestir una mesa navideña sin rascarse los bolsillos.
Aromatizar la mesa de forma natural: naranjas, musgo y ramas aromáticas
La creadora de contenido digital Alyssa Ponticello, que fusiona recetas caseras con una propuesta de estilo slow life, tiene claro que simplicidad y aprovechamiento sostenible son los únicos mandamientos que debemos aplicar a una mesa elegante durante las próximas celebraciones. “Para alguien como yo, que dedica mucho tiempo y energía a preparar comidas deliciosas y hermosas, es necesario tener una mesa que acentúe los platos finales en lugar de distraerlos y quitarles la atención de su presentación y sabores”, explicaba en un artículo en su blog sobre cómo sublimar una mesa con los mínimos recursos. Reutilizar frutas cítricas y ramitas especiadas a punto de caducar en bonitos centros y servilletas no solo darán a lugar a una decoración rústica y delicada, sino que aromatizará la velada con una fragancia muy navideña.
Como centro decorativo, Ponticello propone colocar sobre una tabla redonda de madera —como las que se usan para cortar quesos y fiambres— varias ramas de olivo a modo de corona, de manera que sobresalgan algunas del tablero para crear un efecto no tan perfecto y más informal. Encima sugiere añadir unos candelabros antiguos con velas de cera y cubrirlos con racimos de kumquats, limas o pequeñas mandarinas, culminando el ponche oloroso con unas vainas de anís estrellado.
Para propagar este aroma a Navidad por la las servilletas, Ponticello crea un hatillo sobre una tela de aspecto vintage junto a más brotes de olivo o romero, una ramita de canela y naranjas deshidratadas. Como consejo de estilo, recomienda plegar la servilleta de forma tosca, sin marcar el doblez, para añadir un poco de textura y que el resultado sea más natural. “Y mejor colocarla en el centro del plato”, puntualiza.
El equipo creativo de Westwing España plantea vestir la mesa entera de Navidad con aromas traídos directamente del bosque: “La idea es crear un camino de mesa con diferentes elementos verdes (ramas de abeto, eucalipto fresco y piñas) y unirlos con una cuerda de sisal, para dar la forma de guirnalda que colocaremos en el centro de la mesa. También podemos integrar naranjas secas para aportar otro toque de olor y color, junto a canela en rama y unas velas blancas (si son de aroma de vainilla, mejor) unidas por con un cordel y colocándolas con un poco de separación entre ellas”. Como adorno sencillo para cada comensal, la marca de decoración sugiere crear originales composiciones sobre el plato, como atar una rama de eucalipto seco a una cuchara o fijar una vaina de frutos secos con un lazo rojo a una servilleta de lino sin planchar.
Camila Salazar-Simpson Erhart del Campo, Mercedes Salazar-Simpson Erhart del Campo y Federica Palacios Erhart, las tres fundadoras del proyecto familiar Studio Erhart conocido por sus piezas artesanales de linos sostenible como mantelerías y servilletas, lanzan otra original propuesta que mezcla el verde aromático con objetos al alcance de la mano en cualquier hogar. “Componer un bonito centro con ramas de pinsapo y musgo es muy fácil: solo hay que distribuirlas a lo largo del centro de la mesa y entre ellas incluir vasos que se tengan por casa para usar como portavelas, si pueden ser de colores (preferentemente el rojo y el verde) y de distintos tamaños, mejor. Después cubriremos la base de cristal con un poco de musgo o cualquier hoja que ataremos con rafia”.
Una segunda vida (festiva) para el vidrio
El exceso de botellas de vino vacías que provocan las reuniones familiares durante las fiestas puede convertirse en un gesto creativo y de upcycling a la hora de decorar la mesa. Antes de llevarlas al punto de reciclaje conviene saber que con solo un poco de ingenio pueden adquirir una nueva función como candelabro para las velas con multitud de posibilidades. Un artículo de la revista holandesa especializada en decoración Vtwonen desvelaba de manera fácil cómo fabricar unas velas retorcidas parecidas a las que hacen furor en Instagram por muy poco dinero. Solo necesitamos rellenar una botella de vino de agua tibia, colocar encima las velas en posición vertical y, tras 15 minutos, estarán listas para girarlas a nuestro gusto. Cuando la vela esté fría se pueden añadir unas ramas silvestres en el interior del recipiente para decorar el candelabro. Como consejo recomiendan jugar con diferentes tamaños y colores de vidrio (verde, ámbar, topacio…) para un resultado más personal.
Otra idea que recoge Pinterest para las botellas transparentes comunes en vinos blancos y rosados jóvenes es rellenar de agua su interior con una rama generosa de eucalipto y cerrar la botella con una vela de cera de abeja o en tonos cálidos. Hay otras propuestas también de la red social en las que transforman la clásica botella de Casera en un candelabro industrial con pintura negra en aerosol (a juego con la vela que sostiene) y varias ramas de muérdago en su interior. Si se opta por ramas de pino o romero en seco su vida y aroma se dilatará todo el invierno.
Carteles muy personales con objetos reciclados
Recurrir a adornos caseros fabricados con nuestras manos no implica escatimar en detalles. La marca de decoración Gato Preto lanza una propuesta personalizada para cada comensal sobre servilleteros de aspecto rústico, creados a partir de cintas y lazos de antiguos envoltorios para regalo que combinen con el resto de colores en la mesa. “Otro detalle muy original es apostar por un sitting (o marcasitios) navideño, que hará que la celebración sea aún más especial e íntima. Una sugerencia podría ser colocar un adorno clásico de Navidad delante de cada plato o algún elemento de madera. En el adorno, incluiremos el nombre del invitado”, concretan.
Otra manualidad navideña con la que decorar cada lugar individual es reciclar esos tarros pequeños de mermelada o condimentos que no usemos en unos farolillos que aporten un punto de luz cálida al lado de la copa con una vela de té en su interior. En un vídeo de Westwing Holanda, por otro lado, explican cómo aprovechar los infinitos corchos que acumularemos estas fechas para crear un pequeño árbol navideño con el que indicar el nombre si lo unimos a una ramita de abeto con un cordel de cáñamo.
La colada también puede ser una fuente de inspiración navideña. Las pinzas de madera pueden servir de tarjetero junto a una ramita de romero sobre una servilleta de tela o papel reciclado. Y si tomamos nota de las ideas navideñas del portal sobre bricolaje y manualidades decorativas Handfie haremos aún más fructífero el paseo diario con la mascota por el parque. Todas esas ramas o piñas caídas que encontremos a nuestro paso podrán convertirse en bonitos soportes para tarjetas con el nombre de cada comensal escrito a mano.
Cómo decorar de forma original y casera las servilletas: de la técnica ‘furoshiki’ al reciclaje de bolas navideñas
Para frenar (o compensar) el consumismo frenético que florece en la decoración de un hogar cuando se acercan estas fechas una solución es reciclar antiguos adornos en la mesa de Nochebuena. El equipo creativo de Westwing España sugiere una forma sencilla y económica de aprovechar esas bolas del árbol de Navidad desparejadas de otros años: “Proponemos vestir la mesa para los invitados doblando cada servilleta y atándola con un lazo finito en terciopelo rojo, junto a algún adorno navideño como una hoja de eucalipto, un ramillete de bayas rojas o la clásica bola de Navidad”. Inspirándonos en la propuesta navideña de Gato Preto para este 2022, los adornos recibirán un lavado de cara si los pintamos con pintura perlada al oro o espray de escarcha de hielo para convertirlos en un gélido centro de mesa.
Otra manera de contagiar a una anodina servilleta de espíritu festivo es su propia presentación. Sophie Liard, aka The Folding Lady, la creadora de contenido digital cuyos tutoriales en Instagram y TikTok con trucos de almacenaje se hicieron virales a raíz de la pandemia, plantea una práctica de oragimi para convertir una servilleta en un árbol de Navidad en apenas unos segundos, a la que añadir algunos adornos como bolas pequeñas o bombones de chocolate.
@thefoldinglady Can you guess what im folding? #christmas #napkin
♬ All I Want for Christmas Is You - Mariah Carey
Otra técnica traída de Oriente que permite crear un motivo decorativo sobre el plato con la propia servilleta es la conocida como furoshiki para envolver objetos. En el portal de consejos de decoración Good House Keeping proponen hacerlo con retales de tela que no usemos o paños de cocina y envolver una caja de cartón o un regalo sorpresa en el centro del plato. Decorar después con ramas aromáticas o arándanos rojos. Otra opción que sugiere esta web es reciclar los moldes de galletas navideñas en servilleteros.
La comida como un ingrediente más en la decoración
Instagram es el gran culpable de que muchos quieran resaltar desde hace tiempo el plano estético de todo lo que cocinan. Ponemos tanto empeño en crear composiciones perfectas, libres de descuidos y elementos disonantes que casi parece un sacrilegio comérselo. El fenómeno por las foodboards, las tablas de aperitivo que registran casi dos millones de publicaciones en esta red social (y 1,6 billones vídeos cortos en TikTok) con quesos, embutidos, frutos secos o frutas, convierte ese delicioso gesto de abrir el apetito a través de los ojos en una herramienta decorativa más a tener en cuenta.
En el portal culinario Get On My Plate proponen crear un árbol navideño basado en una estructural piramidal de aperitivos entre quesos ahumados tipo Gouda, aceitunas o uvas verdes, frutos secos y arándanos deshidratados, embutidos en lonchas y taquitos. Para realzar el aspecto de abeto se decora con hojas de romero que darán un aroma rústico a toda la tabla. Por último, añadir unos crackers de espelta y salsas al gusto, junto a una estrella de queso creada con un molde metálico.
Si se prefiere una opción más sobria, la boutique de menaje y decoración Ellei Home recomienda dar salida a esa bandeja de metal que ya no usamos como base y colocar los quesos sin cortar para acentuar ese aire a campo. Completar con uvas negras, orejones, almendras sin tostar y láminas de pan, junto a unas ramas silvestres para decorar y un cuchillo como utensilio. En esa línea envejecida, la agencia creativa de eventos y bodas The Lane sugiere recuperar esas copas de cobre olvidadas en el trastero para crear un aperitivo individual con higos negros y almendras dulces.
Y si la la intención no es comérselo, las idas decorativas con alimentos se disparan. Para un centro de mesa con notas amaderadas, apunta el portal Food House Keeping, solo precisaremos de cinco minutos y un recipiente de vidrio al que añadir frutos otoñales como nueces con cáscara, castañas o higos secos junto a unos palitos de canela y cítricos deshidratados. Para potenciar esa sensación de estar en un refugio de invierno recomiendan colocar el jarrón sobre una madera pulida y alguna guirnalda sobrante del abeto o pequeñas velas a su alrededor. North Woods Folk, la cuenta de Instagram con 115.000 seguidores que seduce a través de sus recetas caseras en una granja autosuficiente, aporta un halo de cuento a sus mesas con candelabros elaborados a partir de manzanas rojas y velas artesanales. Otro consejo: no tirar las cáscaras de naranja o castaña porque pueden servir de soporte aromático para velas con un kit casero de cera de soja o parafina.
Desde Westing Italia plantean convertir la fruta en el reclamo decorativo de toda la mesa. Tienen incluso un tutorial en el que explican cómo hacer un centro en tonos cálidos sobre una bandeja de madera con ramas y frutas como mandarinas, naranjas o caquis (no demasiado maduros). Se puede sustituir el cítrico por granadas enteras junto a bayas rojas artificiales o bien montar un camino verde con diferentes tipos de peras y uvas blancas (con opción de escarcharlas con azúcar) sobre un mantel de lino y servilletas sin planchar para una mesa inspirada en la naturaleza invernal.
Festejar con el recuerdo de un mantel antiguo
El fervor por las labores de antaño y la artesanía también inspira para la decoración de una cena multitudinaria en casa. En Zara Home proponen utilizar un mantel blanco de estilo vintage y bordados, bien heredado o rescatado de un anticuario, y combinarlo con platos en tonos crudo (como su vajilla de porcelana bone china) y una cristalería tallada de aire clásico. “El toque navideño lo aportará un arreglo floral que recorra toda la mesa, salpicada de candelabros y velas para dar calidez y un punto más festivo. Puedes añadir una cubertería antigua que hayas heredado o una como la de Zara Home, de acabado desgastado”, explica el equipo creativo de la marca española.
Si la mantelería cuenta con estampados o bordados más marcados recomiendan combinarla siempre con platos lisos para rebajar el resultado, como “una vajilla y cubertería en tonos oscuros. Un camino de velas en el centro de la mesa junto a un detalle orgánico, como una rama de canela en el servilletero, dará el aire especial para una mesa que no dejará indiferente a nadie”, concluyen. Y como iluminación, podemos hacer una composición anárquica con cirios y velas que ya no usemos a diferentes alturas, y siempre en colores crudos. Si por el contrario buscamos una escenografía más de película navideña, nada mejor que reciclar esas viejas mantas de cuadros que tenemos por casa a modo de manteles sobre la mesa y bajo un camino de ramas de abeto.
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