Andueza quiere liderar un PSE-EE sin “ataduras” para pactar con todos, pero desde la “lealtad” al PNV
El dirigente socialista apuesta por “ensanchar el espacio de la izquierda útil” en la presentación de su candidatura a suceder a Idoia Mendia
Eneko Andueza tiene muchas papeletas para ser el nuevo líder de los socialistas vascos. La renuncia de Idoia Mendia a presentarse a la reelección como secretaria general del PSE-EE le coloca como el candidato favorito para sucederle. Si el IX Congreso que esta formación celebrará los días 20 y 21 de noviembre le elige para el cargo, Andueza (Eibar, Gipuzkoa, 1979) apostará al mismo tiempo por “la continuidad y la renovación”, según ha declarado hoy al anunciar su candidatura. Tratará de “ensanchar el espacio de la izquierda vasca útil” y tenderá la mano para alcanzar acuerdos con otros partidos, aunque desde la “lealtad” al pacto que los socialistas mantienen con el PNV en el Gobierno vasco y en las principales instituciones de Euskadi.
Andueza representa el relevo tranquilo al frente del PSE-EE. Ha sintonizado con la línea política que Mendia ha marcado durante los últimos siete años y su elección supondría salvaguardar la fidelidad que la federación socialista vasca ha mantenido durante este tiempo con el líder nacional, Pedro Sánchez. Pertenece a una generación que él mismo ha definido como los “jóvenes sin juventud” (así se titula su último libro publicado en julio pasado), una generación de políticos vascos que decidieron pasar a la primera línea cuando precisamente el terrorismo de ETA estaba impactando con con una virulencia extrema en Euskadi.
Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, se afilió al PSE cuando cumplió los 18 años. Su carrera política arrancó en su localidad natal, siempre al lado de Iñaki Arriola, exalcalde de Eibar y en la actualidad presidente del PSE-EE y consejero de Transportes del Gobierno vasco. Andueza fue concejal en su municipio entre 2008 a 2016 y, tras dirigir la agrupación local, en octubre de 2017 fue nombrado secretario general del PSE-EE de Gipuzkoa.
En la presentación de sus credenciales para dirigir la formación en Euskadi, Andueza ha manifestado este viernes que quiere liderar un PSE-EE sin “ataduras” para pactar, aunque siempre “desde la lealtad absoluta al PNV”. “Tenderé la mano al diálogo y me dispongo a comprometer el esfuerzo de los socialistas al ejercicio colectivo de progresar en una Euskadi para todos, basada en una convivencia con memoria y sin rencor”, ha afirmado. Su mano está abierta a pactar “con todas las fuerzas políticas”: “Cada uno sabrá cuál es su papel y su recorrido particular. Los socialistas vascos tenemos nuestra hoja de ruta muy clara”.
Andueza se expresa indistintamente en euskera y en castellano, es un convencido de los “trabajos en equipo”, aseguran fuentes de su entorno, y tiene en su mente “una Euskadi sin tensionamientos artificiales e identitarios. Defiende un país que “proteja el pluralismo político y la convivencia entre diferentes, que se relaciones con España federalmente y que dé pasos políticos propios del siglo XXI”. Por esta razón, la pasada semana tuvo un encontronazo dialéctico en el Parlamento con el lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando este planteó que quiere recuperar los fueros y “retornar a la soberanía previa a 1839″. Andueza le replicó que la referencia de los socialistas vascos para mejorar el autogobierno vasco “nunca va a ser el siglo XIX; siempre será el siglo XXI”.
Andueza ha negado que el debate sobre el autogobierno pueda ocasionar problemas con el PNV: “Creo que en absoluto”, ha señalado porque “ambos partidos teníamos muy claro que esta cuestión era muy difícil de acordar y, por eso, en nuestro acuerdo de gobierno firmamos el desacuerdo en esta cuestión. Son modelos que cada cual libremente puede defender”, ha manifestado.
El candidato a suceder a Mendia es un aficionado a la fiesta de los toros, lo que le ha costado muchos disgustos en las redes sociales. Ha publicado tres libros sobre la fiesta taurina, el último de los cuales, titulado Los toros, desde la izquierda, le costó un aluvión de críticas e incluso alguna amenaza de muerte. “Ojalá acabes como [Fernando] Múgica” (el dirigente socialista asesinado por ETA en 1996), le escribieron en Twitter.
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