Un cardiólogo denuncia que fue reprendido en el 12 de Octubre por atender a un paciente que se quejó de la lista de espera
El caso se enmarca dentro de una causa por presunto acoso laboral en el hospital madrileño

Un cardiólogo ha denunciado que fue reprendido por su superior en el Hospital 12 de Octubre por haber visto a un paciente que se quejó en un programa de la Cadena Ser porque llevaba un año y medio en la lista de espera y no había recibido atención. “Vi a un paciente por humanidad, por ética profesional. Él se fue feliz y el jefe me lo reprocha”, ha dicho a EL PAÍS. Los hechos ocurrieron a principios del 2020, cuando el profesional trabajaba en la unidad de cardiología de ese hospital. Su caso forma parte del proceso por presunto acoso laboral a 18 cardiólogos en el Hospital Universitario 12 de Octubre, que el martes concluyó la fase de alegatos en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Madrid y ha quedado listo para sentencia.
El paciente, de unos 60 años, había sufrido un infarto y necesitaba que revisaran sus analíticas para ajustar su medicación. Ante la dificultad para programar una cita con la sanidad pública, se comunicó con el programa La Ventana, de la Cadena Ser, para exponer su caso. El cardiólogo lo escuchó y llamó a la emisora para que lo conectaran con el paciente, a quien recibió fuera de su horario laboral. Al poco tiempo vino el reclamo de parte del jefe de servicio de cardiología porque vio al paciente sin que él lo supiera: “Tú no estás en absoluto alineado con el servicio. Luego ya decidiremos qué es lo que hacemos. Esto es algo que a mí me condiciona a darte espacio profesional”. Dicen los demandantes que el jefe de servicio usaba el término “alineado” constantemente para diferenciar entre quienes hacían parte de su “séquito de acólitos” y quienes no. El expediente incluye los audios grabados por los demandantes y que fueron aportados como pruebas del presunto acoso laboral. EL PAÍS ha escuchado las grabaciones con las supuestas amenazas en las que se oye al jefe de servicio decir frases como “si sigues por este camino, te va a ir muy mal”, “puedo enviaros a operar almorranas” o “[un médico] necesita una hostia”.
La vista oral del martes se ha prolongado durante cuatro horas y ha contado con la comparecencia de cinco testigos de la parte demandante. Cuatro de ellos han declarado respecto a las experiencias vividas como trabajadores en la unidad de cardiología. También ha declarado la jefa de salud laboral del hospital, quien fue llamada para “explicar por qué tantos cardiólogos han desfilado por su despacho con problemas de salud mental”, ha comentado uno de los demandantes. El mismo sanitario ha precisado a este periódico que el presunto acoso le provocó un “trastorno adaptativo mixto por ansiedad y depresión”, con síntomas que incluían “falta de sueño, ganas de llorar, apatía, frustración, ira, malas relaciones personales y problemas sexuales”.
El proceso da continuidad a la demanda presentada por dos cardiólogos que acusan a sus antiguos superiores ―tres altos cargos del Hospital 12 de Octubre― de haber instaurado “un régimen de hostigamiento, abuso de poder y acoso sistemático” contra un grupo de profesionales sanitarios del servicio. Uno de los demandantes ha asegurado que las presuntas hostilidades en su contra comenzaron en 2015 tras solicitar una baja por maternidad compartida: “A mi regreso, los jefes comenzaron a ridiculizarme ante mis compañeros, diciendo en público que mi hijo tenía dos madres”. También ha dicho que sus superiores tomaban “represalias organizadas” en contra suya y de todo aquel que no estuviera “alineado” con el servicio.
Las supuestas represalias, en la mayoría de casos, consistían en intercambiar especialistas en áreas específicas de cardiología por otros “sin suficiente preparación o experiencia”, según han detallado los demandantes. En los audios también se escuchan lo que puede ser interpretado como presiones por parte del jefe de servicio como “si sigues por este camino, te va a ir muy mal”, “puedo enviaros a operar almorranas” o “esto que os digo es una amenaza real”. En 2023, los cardiólogos demandantes solicitaron al 12 de Octubre la activación del protocolo por acoso laboral, sin embargo, el recurso fue archivado.
El gabinete jurídico del hospital concluyó que no se aportaron elementos que probaran la existencia de acoso laboral. En el caso de las supuestas represalias por haber solicitado la baja por maternidad, resolvió que “en ningún momento resulta acreditado la presencia de situaciones humillantes o vejatorias con motivo del disfrute de excedencia por cuidado de familiar”. Respecto a los intercambios de profesionales dentro de la unidad, los cuales reconoció, los atribuyó a los “importantes cambios estructurales” que ha hecho el jefe de servicio y que “le competen por su posición”.
Los dos cardiólogos demandantes ―que ya no trabajan en el 12 de Octubre― también han acusado al hospital de haber “permitido y ocultado” el clima de acoso, además de “favorecer en todo momento” a los demandados. Incluso dicen que el hospital facilitó al jefe de servicio de cardiología el listado con los nombres de los 18 cardiólogos que figuraban en la solicitud de activación del protocolo de acoso laboral. “Fue llamándolos uno a uno a su despacho para pedirles explicaciones de por qué se sentían acosados. Lejos de resolver el asunto, el hospital se puso de parte del servicio y le facilitó datos personales”, denuncian.
EL PAÍS ha contactado con el Hospital 12 de Octubre para conocer su versión, pero ante la existencia del proceso judicial, la oficina de prensa ha respondido que no se pronunciará al respecto. Los responsables de la Consejería de Sanidad de la Comunidad tampoco han respondido.
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