El verano en Madrid es posible

Es posible que, con el calor que nos asola, más de uno esté sintiendo estos días la tentación de refugiarse en el aire acondicionado y de pasar por el verano de Madrid de puntillas, casi como si no existiera, como el que va a la playa y no pisa la arena ni el mar o como el que va a la piscina y se pasa el día en el césped. Pero vivir el verano en Madrid, incluso con estas temperaturas, es posible. De hecho, uno puede encadenar sin mucho problema planazo tras planazo. Las aventuras por la capital continúan en refugios para el calor. Este fin de semana, para celebrar la inminente llegada de agosto, toca hacer los tres planes de moda: ir el viernes al cine de verano en Cibeles, inscribirse a un taller de cerámica con picoteo y vino ilimitado el sábado y escaparse el domingo al pantano de San Juan y alquilar un bote para pasar el día.

Un paseo en bote por la playa de Madrid

Para bien y para mal, el pantano de San Juan está de moda. Aunque su existencia no es ningún secreto para unos madrileños, que llevan décadas disfrutando de sus aguas para rebajar la temperatura corporal en verano, desde hace dos o tres años que cada vez se acerca más gente de Madrid y de fuera que acuden a disfrutar de esta madrileñísima versión de playa que ofrece la capital. En las redes sociales, varias influencers en barco lo han vuelto tendencia este verano y lo han patrocinado como uno de los mejores refugios para el calor.

Uno de los negocios más populares de la zona es H2o Aventura, donde se pueden alquilar botes, kayaks y piraguas desde nueve euros por persona. El plan ideal es llevar un picnic y buena música en el coche, conducir prudentemente los 50 minutos que separan el centro de la ciudad del puerto del pantano y alquilar allí un barco para pasar el día. Además, se pueden practicar deportes acuáticos y hacer fiestas a bordo de las embarcaciones. “Es un plan muy refrescante para todos los públicos”, asegura el propietario del local, Julián Neira.

Un taller de cerámica con vino ilimitado

Táctil ofrece talleres de cerámica con vino en un local de Chamberí, que se ha vuelto tendencia por sus planes con amigos. La clase empieza el viernes a las ocho de la tarde y dura dos horas. Durante ese tiempo, la profesora, además de enseñar sobre la cerámica y sus propiedades, ofrece dos actividades: primero decorar un plato hondo con pinturas y, después, probar a hacer una figura en cerámica en el torno. “Aquí la gente viene a relajarse. Se meten ahí y ya no piensan en nada”, asegura la profesora.

El vino y el queso a menudo ayudan con la valentía: “Qué tensión. ¿Tienes ideas ya?”, pregunta una de las asistentes. La profesora aclara que el cuenco en blanco da miedo, pero que después los asistentes no se quieren ir. El taller cuesta 50 euros.

Cine de verano con palomitas y cócteles

El cine de verano está de moda y los madrileños lo saben. Entre toda la oferta que hay en CentroCentro de la mano de Campari, hay películas acompañadas de cócteles, butacas premium, palomitas rojas y comida. “Me ha encantado el plan, tenemos que repetir”, se escucha a la salida decir a Valeria Silva. Para Miguel Velasco, lo más divertido de la experiencia fueron los audífonos como de fiesta silenciosa que les entregan en la entrada para ver la película: “Conocer un edificio tan emblemático por dentro mientras se disfruta del cine fue mi parte favorita”.

Es el plan perfecto para hacer con amigos una noche de verano y refugiarse de las altas temperaturas. Cibeles de cine cuenta además con todos los estrenos de cartelera como Barbie y Oppenheimer, pero también con clásicos de la gran pantalla como Los Gremlins. Además, en el lugar se puede disfrutar de la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles y de sus fiestas después de la sesión de cine. La entrada cuesta seis euros.

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