Comida con amigos, unas olimpiadas de poesía y una cena romántica: un sábado cualquiera pero especial
El restaurante Papagena, Xiaolongkan Hot Pot y Soplavivo hacen juntos la combinación perfecta para disfrutar de una experiencia singular en Madrid
Todo el mundo sabe que, cuando llega el calor, los chicos se enamoran. Al menos, eso fue lo que nos aseguraron en su día Sonia y Selena, dos artistas nunca suficientemente bien ponderadas ni reivindicadas. Pero, como el calor no termina de llegar a Madrid y estar enamorado es un concepto demasiado difícil de definir, aquí traemos tres planes para hacer en pareja, con una cita de alguna aplicación para ligar o con amigos. Al fin y al cabo, cualquier compañía es buena cuando se trata de disfrutar de la capital durante los meses más soleados del año.
El sábado, en los teatros Luchana, hay un campeonato que no se puede perder ningún amante de la poesía. Después del show, uno puede ir a cenar al Teatro Real, a su nuevo restaurante Papagena. Se haga lo que se haga allí, es de imperiosa necesidad pedir una tarta de chocolate fundente: agradecerá el consejo.
Pero si nada de lo que le acabo de contar le convence, vaya a Matadero, dé un paseo por Madrid Río en bicicleta y, a la vuelta, pruebe un auténtico Hot Pot (caldo de fondue chino) en la esquina del metro de Legazpi. Sentirá, naturalmente, que todos sus sentidos son como un volcán. Y querrá usted bailar (toda la noche).
Una cena romántica con vistas al Palacio Real
Ir a la ópera y cenar en el Teatro Real es una de esas cosas que toca hacer al menos una vez en la vida en Madrid. Y qué mejor momento que el entreacto del espectáculo para disfrutar de una cena en el restaurante Papagena en el Teatro Real, en la calle de Carlos III. Probar la comida del chef y recorrer los pasillos del teatro es lo más cerca que puede estar cualquiera de sentirse parte de la realeza.
El menú que ha diseñado el chef está inspirado en la ópera de Gioachino Rossini, que se presenta este mes de junio en el Teatro Real. Se trata de una propuesta gastronómica firmada por Ramón Freixa y que ofrece platos con productos tanto de la cocina turca como de la italiana.
Freixa asegura que la inspiración para crear esta carta viene de sus viajes, tal y como sucede también con las óperas, que recoge influencias de muchos lugares del mundo.
“Yo quería ser cantante, no cocinero”, confiesa el chef, que encontró su lugar finalmente entre fogones. Su plan perfecto es darse un paseo por el Madrid de los Austrias, ir a la ópera y terminar cenando en Papagena. El precio promedio por persona son 60 euros.
Las recomendaciones de la casa para cenar con las mejores vistas al Palacio Real son: empezar con un viaje a China pidiendo las empanadillas de pollo al curry, seguido con un saam ibérico con lechuga viva, panceta y pulpo a la llama y terminar con un canelón asado de tres carnes con salsa de boletus, foie y trufa. Finalmente, se impone como postre la tarta de chocolate fundente: un bendito pecado mortal.
La forma más divertida de tomar sopa
En Xiaolongkan Hot Pot (calle del Maestro Arbós, número 3), al lado del metro de Legazpi, las mesas están diseñadas para grupos grandes, con lo que es el lugar perfecto para quienes disfrutan de los planes en masa. Además, es el mejor lugar para probar la tradicional fondue china. Sus mesas, traídas del gigante asiático, cuentan cada una con su propia vitrocerámica. Allí se coloca una olla grande que se rellena del caldo que los clientes pidan y en los que se pueden hervir todo tipo de ingredientes.
La idea es empezar por las carnes, seguir con los vegetales y terminar con fideos. Se recomienda acompañar todo con las salsas que se pueden coger de su barra llena de toppings. Para el verano, acaban de sacar nuevos ingredientes como pan chino, lonchas de corvina, bolas de calabaza rellenas de coco, pasta udon y ternera picante. El precio medio por persona son 25 euros.
El restaurante, ambientado entre farolillos rojos y ladrillo gris, hará sentir a cualquiera que está a miles de kilómetros de un centro de Madrid que no queda muy lejos en realidad.
Yuzhou Jin, de 25 años, es uno de los socios de un local que presume de tratar a cada comensal como parte de su familia. A su corta edad, recorre el establecimiento en busca de la perfección. Su obsesión es que todo funcione sin el menor problema: para ello, se afana en orientar de la mejor manera a sus clientes para que cada uno cree el Hot Pot ideal. El principal ingrediente de cada olla, sin embargo, es el buen rato que el local permite pasar entre amigos.
Un campeonato de poesía
El sábado 17 de junio en los Teatros Luchana (calle de Luchana, número 38) se va a presentar la VI edición de Soplavivo. Se trata de un open de poesía que deja en la puerta a los recitales más tradicionales. La idea de este espectáculo es crear con el público una especie de olimpiadas de poesía en la que los participantes tendrán que inspirarse con cada reto. “Queremos llegar a la gente que no tiene nada que ver con la poesía”, aseguran sus creadores.
La idea también es que sean unas olimpiadas divertidas, que este años contará con los campeones de ediciones anteriores. Los participantes se enfrentarán, a lo largo de tres rondas a pruebas orales, escritas y de declamación. Su mejor arma será la inspiración cuando piensen que no hallarán consonante.
El certamen está organizado por la oficina de asuntos poéticos, conformada por Gonzalo Escarpa y Miguel Sánchez Santamaría, dos amantes de la lírica que han creado un formato inédito con el que esperan seducir territorios desconocidos: “Empezamos este proyecto porque nos dimos cuenta de que había una necesidad de innovación”, afirma Sánchez.
El espectáculo está inspirado en las peleas de gallos y las antiguas justas poéticas. Dos horas de diversión en donde los espectadores podrán disfrutar de la creación de poesía en vivo. Las entradas se pueden conseguir en la página del teatro desde 15 euros.
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