Ayuso ve peligrar su reforma para atraer patrimonios extranjeros y ficha especialistas para captar fondos en EE UU, Francia y Reino Unido

El 24 de febrero, una intervención de Santiago Abascal, el líder de Vox, desata todas las alarmas en el equipo de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid. “No vamos a aceptar que se permita que los extranjeros, los millonarios que quieren traer, que nos parece muy bien, puedan comprar propiedades en España en mejores condiciones fiscales que los españoles”, dice el jefe del único partido que puede ayudar al PP a aprobar la bonificación fiscal que patrocina para atraer patrimonios desde fuera del país. Inmediatamente, los conservadores retrasan la votación de esa medida hasta el último pleno de la legislatura. Y como seguir captando fondos de fuera de España es clave para el Gobierno regional, se mantiene y subraya otra apuesta: gastar más de 217.000 euros en contratar especialistas que puedan identificar y captar fondos para Madrid en Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

“[Se busca] la identificación y captación de inversión extranjera directa para la Comunidad de Madrid; [y la] búsqueda, identificación y captación de empresas extranjeras ubicadas en mercados estratégicos, pertenecientes a sectores de actividad preferentes y con planes de expansión internacional, con el ánimo de atraer sus proyectos de inversión a la Comunidad Madrid y, de forma simultánea, atraer emprendedores extranjeros que busquen espacios económicos prósperos y propicios para iniciar o escalar sus proyectos empresariales”, se lee en la documentación publicada en el portal de contratación regional.

Para ello, el adjudicatario tendrá que hacer lobby, identificando a creadores de opinión y prescriptores “con el objetivo de mejorar la imagen y posicionamiento de la Comunidad de Madrid como destino de inversión extranjera”; organizar distintos eventos en los mercados de interés; y construir una ambiciosa red de contactos.

“Los agentes van a estar en los tres países, son empresas especializadas en la materia”, explica un portavoz gubernamental. En el gobierno aseguran que está iniciativa no tiene que ver con el futuro del incentivo fiscal.

Madrid es la región que más inversión extranjera atrae en España, una estadística en la que se ve favorecida por el llamado efecto sede: el Registro de Inversiones Exteriores (RIE) le atribuye a la Comunidad iniciativas que cristalizan en otras regiones porque la sede de las empresas que las impulsan se radica en la capital. Aún así, la inversión extranjera es una pieza clave en el puzzle de la economía madrileña, que es la que más aporta al PIB nacional. De esta manera, la inversión extranjera media anual en la Comunidad de Madrid está en torno a los 15.000 millones de euros, y genera un impacto en PIB de 13.200 millones, más de 186.700 empleos y más de 700 millones de recaudación por impuestos, según documentación oficial.

“El interés por Madrid se está disparando más que nunca fuera de nuestra fronteras, y es algo que tenemos que aprovechar”, ha dicho este viernes la presidenta regional, que en los últimos meses se ha desplazado a Estados Unidos, Israel o Reino Unido, sin que se conozca aún inversión alguna como resultado de esos viajes, que prolongará esta semana con una visita a Roma como parte de una delegación madrileña a la que recibirá el Papa Francisco.

¿Qué problema tiene ahora el gobierno de Díaz Ayuso? Pues uno bastante importante, y con consecuencias para el presente y para el futuro.

Con las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo como telón de fondo, el consejo de gobierno regional aprobó en febrero una bonificación fiscal para que los tributantes que traigan desde el extranjero su patrimonio se ahorren 245 millones de euros, según la documentación oficial del proyecto. La presidenta regional quiere que cualquier persona que no haya vivido en España en los cinco últimos años y quiera instalarse en la región pueda desgravarse en su declaración de la renta el 20% del total de lo invertido. La deducción podrá aplicarse en el ejercicio en el que se produzca la inversión o en los cinco ejercicios siguientes.

Pero la aprobación de esa bonificación depende de Vox, que la tendría que apoyar en la Asamblea de Madrid. Y la extrema derecha no está por la labor, al menos de momento, lo que ha obligado al PP a retrasar la votación mientras intenta convencerle. Son las consecuencias de una relación rota por múltiples razones: el sainete que derivó en que no se aprobaran los Presupuestos de 2023; el desencuentro personal entre Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, la líder de la extrema derecha en Madrid; y la proximidad de las elecciones, que de forma natural tensiona la relación de dos partidos que son al mismo tiempo socios parlamentarios y rivales electorales.

Por eso, en el entretanto, el gobierno de Díaz Ayuso hace camino: dentro del proyecto Invest in Madrid, el Gobierno quiere contratar, a través de la Fundación Madrid por la Competitividad, a agentes para identificar, atraer y captar inversión extranjera desde Estados Unidos, Reino Unido y Francia.

“La información y asesoramiento se podrá realizar por cualquiera de las siguientes modalidades: presencial, telefónica y por correo electrónico”, se detalla en la documentación del contrato, donde incluso se pauta que los agentes tendrán un máximo de 72 horas para asesorar a posibles empresas interesadas en mudarse a Madrid. “La empresa adjudicataria organizará un acto de presentación del espacio económico de la Comunidad de Madrid dirigido a los principales agentes económicos ubicados en el área metropolitana de la ciudad de establecimiento de dicha Oficina”, sigue. “Finalizado el acto, se realizará un seguimiento tanto de inscritos como de asistentes (...)”, añade. Y reclama: “Tras ello, el contratista identificará aquellas empresas cuya potencial presencia en la Comunidad de Madrid se considera viable, para centrar en ellas la prestación de servicios de información y asesoramiento”.

Además de ese acto de presentación, el adjudicatario tendrá que organizar otros dos a lo largo del año del contrato, que será prorrogable por uno más. Se comprometerá a un mínimo de diez reuniones entre potenciales inversores interesados en instalarse en la Comunidad de Madrid. Y coordinará viajes de prospección a la Comunidad de Madrid para clientes cualificados y con capacidad de decisión de, al menos, dos empresas inversoras. Todo, para que el dinero extranjero siga llegando a Madrid.

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