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El hospital Niño Jesús de Madrid lidera una investigación para tratar la leucemia infantil a través de la creación de un gemelo digital

El proyecto, financiado con fondos europeos, pretende recaudar todos los datos posibles del paciente para ensayar tratamientos a través de una aplicación

Los investigadores encargados del proyecto 'Leukodomics', de izquierda a derecha, Manuel Ramírez Orellana, Francisco Monroy, Diego Herráez, Carlos Torroja y Gabriel Fernández, este jueves.
Los investigadores encargados del proyecto 'Leukodomics', de izquierda a derecha, Manuel Ramírez Orellana, Francisco Monroy, Diego Herráez, Carlos Torroja y Gabriel Fernández, este jueves.
Mercedes Pedreño

El hospital público madrileño del Niño Jesús está de celebración. Este jueves es el día en el que han anunciado que empiezan a investigar cómo curar la leucemia, el cáncer que más muertes causa entre niños y adolescentes, sin tener que experimentar con los pacientes. Cinco entidades se han unido para crear Leukodomics, un proyecto que intenta tratar la leucemia en niños y adolescentes de forma multidisciplinar, a través de la genética, biología, medicina, matemáticas y biofísica. La Universidad Complutense de Madrid, el Instituto de Investigación del hospital Doce de Octubre i+12, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Universidad Francisco de Vitoria y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, coordinados por los oncólogos pediátricos del Niño Jesús, pretenden crear gemelos virtuales de pacientes diagnosticados de leucemia para simular su respuesta ante cada tratamiento y predecir su evolución.

El coordinador del proyecto, el doctor del Niño Jesús Manuel Ramírez Orellana, ha indicado que la investigación tiene una fase inicial de diseño de dos años y que se va a realizar sobre muestras de células congeladas de 100 niños y adolescentes diagnosticados de leucemia que han pasado por este hospital. Esto permitirá crear un primer modelo que comenzarán a probar mediante ensayos clínicos durante otros dos o tres años para asegurar que se puede implementar en una consulta real. “Esta herramienta tendrá que mejorar con los años”, ha matizado Orellana.

Predecir cómo va a reaccionar ante los tratamientos y evitar recaídas

El objetivo final es crear un programa manejable a través de una aplicación que recoja todos los datos médicos posibles a nivel genético, biológico, bioquímico y biofísico de cada paciente, de manera que se pueda predecir con gran exactitud cómo va a reaccionar ante los tratamientos y evitar recaídas. Detrás de las distintas fases para desarrollar este proyecto están los responsables de recabar los datos, célula a célula; el catedrático de la Complutense y director de Biofísica Traslacional del Instituto de Investigación Doce de Octubre i+12 Francisco Monroy, y el investigador del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular Carlos Torroja Fungairiño.

Todos estos datos serán informatizados y procesados de forma matemática con un algoritmo. De esta parte se encarga el equipo de Diego Herráez, investigador principal del Grupo de Biofísica Computacional en Pozuelo de Alarcón y profesor en la Universidad Francisco de Vitoria, y el de Gabriel Fernández, investigador sénior del laboratorio de Oncología Matemática en Ciudad Real y profesor en la Universidad de Castilla-La Mancha. Así crearán un simulador personalizado de tratamiento y diagnóstico que indicará el riesgo de aplicación en porcentajes para reducir la experimentación con el paciente. Cuantos más datos del enfermo contenga, la precisión del diagnóstico y las soluciones serán más precisas.

El plan, que cuenta con un presupuesto de 1.850.000 euros, ha sido financiado por los Fondos de Transformación, Investigación y Resiliencia de la Unión Europea (UE) a través de la Agencia Estatal de Investigación. Orellana ha indicado que “a pesar de que hay investigaciones aisladas a nivel nacional que pretenden analizar las células de forma particular, no llegan al nivel de esta investigación que pretenden crear medicina personalizada”. En el plano internacional sí que hay estudios paralelos que pretenden tratar otras enfermedades como el alzhéimer o la diabetes, también subvencionadas por la UE. Fuera de Europa, la Universidad de California, hermanada con esta investigación, está realizando un estudio paralelo que pretende colaborar con el español para acceder a un biobanco internacional que contiene más de 1.000 muestras de pacientes y que los dos proyectos puedan validar con ellas sus estudios.

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Que la leucemia infantil sea la punta de lanza de esta investigación se debe a que es el cáncer más extendido entre los niños y adolescentes, los pacientes que se tratan en el Niño Jesús. Aunque ocho de cada diez superan la enfermedad, la leucemia es tan común que ese 20% de pacientes supone la causa de muerte por cáncer más común en este grupo de población. “Si el hospital coordinador estuviese especializado en cáncer de mama, se investigaría el cáncer de mama”, señala Orellana.

En el proyecto están implicados cuatro o cinco científicos por cada disciplina. Orellana ha indicado que “están en la frontera del conocimiento, va a funcionar con metodologías que no han sido inventadas todavía, por eso este proyecto es tan pionero”. Monroy ha añadido que los avances que puede provocar esta investigación —si todo sale bien— pueden trasladar este modelo de medicina a otros cánceres e incluso a otras enfermedades. “Se va a poder curar la leucemia en otros hospitales españoles y también podremos colaborar con otros países”, indica, entusiasmado. El objetivo es crear una aplicación similar a las que se utilizan en consulta hoy en día y que pueda estar incluso en un teléfono móvil. Monroy predice: “Va a ser la medicina de la segunda parte del siglo XXI”.

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