Vox tumba el dictamen de los Presupuestos de Ayuso y el PP da por perdidas las cuentas
El Gobierno de Madrid se ve abocado a prorrogar en 2023 las cuentas de 2022, con lo que la presidenta regional solo habrá aprobado un plan de gasto en cuatro años en el poder
Vox ha votado este viernes en contra del dictamen de los Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2023, por lo que el PP de Isabel Díaz Ayuso da por perdidas las cuentas del próximo año y el Gobierno regional se ve abocado a prorrogar en 2023 las de 2022, o a presentar un nuevo proyecto a tramitar antes de las elecciones de mayo. No obstante, la situación no tiene precedentes, como ha explicado este viernes el portavoz popular en la Asamblea, Pedro Muñoz Abrines, por lo que todos los partidos están pendientes de un dictamen de los letrados de la Cámara para saber si habrá (o no) pleno presupuestario el 22 de diciembre, como estaba previsto. En ese caso, Vox ya ha avanzado que su voto sería de nuevo negativo, como este viernes, por lo que los Presupuestos no verían la luz. Por tanto, Ayuso solo habrá sacado adelante unas cuentas públicas de las cuatro posibles desde que accedió al poder, en agosto de 2019.
Pese a que todas las miradas están puestas en la Mesa de la Asamblea del lunes, el PP asume el fracaso del proyecto y la prórroga de las cuentas actuales. La opción de empezar la tramitación de cero, como pide Vox con el objetivo de así poder registrar las enmiendas, no se considera viable. Al menos por ahora: enero es inhábil (aunque se podría activar para los trabajos parlamentarios) y el Parlamento autonómico será disuelto en abril para que se celebren las elecciones del 28 de mayo. Un calendario que exigiría una velocidad de tramitación de récord.
“Que nadie se lleve a engaño, la responsabilidad de lo que ha sucedido y de que no haya presupuestos es simplemente de Vox y la señora Monasterio”, ha dicho Muñoz Abrines, dando por finiquitado el proyecto. “Presentaron tarde y mal sus enmiendas, un informe realizado por los servicios de la Cámara demuestra que no tiene culpa ni el Partido Popular, ni la presidenta Ayuso, ni los funcionarios de la Asamblea”.
La extrema derecha, que no ha podido negociar los Presupuestos porque registró sus enmiendas fuera de plazo, ha intentado hasta el último minuto encontrar una solución que le permitiera obtener rédito político de aprobar las cuentas.
Así, en la mañana de este viernes, antes de votar en contra del dictamen, el líder de Vox, Santiago Abascal, había ofrecido un acuerdo político a la presidenta de la Comunidad de Madrid. En una entrevista con la agencia Efe, Abascal se había mostrado dispuesto a abrir “hoy mismo, urgentemente” las conversaciones para poder llegar a un acuerdo que permitiera que Vox no votara “en contra” del dictamen y las cuentas pudieran seguir adelante para su aprobación definitiva por el pleno de la Asamblea la próxima semana. Sin embargo, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha rechazado la oferta, consistente, entre otros aspectos, en derogar la ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, que Vox denomina como ley trans.
“No voy a intercambiar derechos y obligaciones de las leyes por presupuestos”, ha dicho Ayuso. “Algo distinto es que a lo largo del 2023 incorporemos todas aquellas enmiendas que puedan mejorar los servicios públicos de la Comunidad de Madrid”.
Ayuso ya se comprometió el 1 de diciembre a eliminar el concepto de autodeterminación de género de la legislación vigente en la región, lo que incluiría tanto retocar las leyes autonómicas como intentar enmendar la ley trans nacional cuando se apruebe en el Congreso. Esta exigencia de Vox, por lo tanto, ya llevaba varias semanas sobre la mesa de negociaciones.
“Ya habían trasladado que cambiaban presupuestos por ley trans, pero ya se les dijo que una cosa no tenía que ver con la otra”, ha afirmado a EL PAIS una fuente del Gobierno regional. “Eso ya se habló hace semanas”, ha añadido. “Han metido la pata hasta dentro y no saben cómo salir de ahí”, ha rematado sobre que Vox registrara tarde sus enmiendas, lo que ha impedido negociar a los dos partidos su inclusión en el proyecto final.
La voz de los letrados
Ante esa respuesta a su oferta de última hora, Vox ha seguido adelante con su anunciado voto negativo al dictamen de los Presupuestos, que ha supuesto que no se aprobara, pues la extrema derecha se ha sumado con sus votos a Más Madrid, PSOE y Podemos. Eso hace que el Parlamento autonómico se adentre en terreno inexplorado. Un informe de los letrados de la Cámara aconsejará a los integrantes de la Mesa de la Asamblea qué hacer: dar por acabada la tramitación, y por lo tanto por prorrogados los Presupuestos de 2022, o continuar con la sesión plenaria fijada ya para el próximo jueves.
La reunión del órgano que debe elegir el camino a tomar, y en el que el PP tiene mayoría, será el próximo lunes. Lo previsible es que no haya pleno, según una fuente parlamentaria, porque la principal razón para convocarlo sería votar las enmiendas a la totalidad del proyecto de 2023, que todos los partidos dan por muerto tras ser rechazado este viernes su dictamen.
Prorrogar los Presupuestos es un golpe político de primera magnitud para Ayuso. Y no solo porque se queda sin una herramienta básica para lanzar el año electoral, y engordar su candidatura a través de un gasto récord (2.700 millones más que el anterior plan). La presidenta regional ni siquiera presentó un proyecto de cuentas públicas en 2019 y 2020: el PP dependía de un imposible pacto con Cs y Vox. Aprobar en 2021 las cuentas de 2022 fue empleado por los portavoces del Ejecutivo como el mejor ejemplo de que adelantar las elecciones autonómicas había sido una buena decisión: eliminado Cs de la ecuación, se podía contar con un socio mucho más fiable, Vox.
La situación cambia ahora radicalmente. El PP se queda solo en la Asamblea. Pero lo que hoy es una derrota, mañana puede ser una victoria: al unirse Vox con la izquierda (Más Madrid, PSOE y Podemos), Ayuso habrá encontrado el mejor argumento electoral para atraer a los votantes de la extrema derecha hacia el PP en los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo.
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