Tres de los cinco sindicatos que convocaron la huelga de las urgencias extrahospitalarias firmarán el acuerdo con la Comunidad de Madrid

La situación de las urgencias extrahospitalarias está lejos de solucionarse, pese a que la Comunidad de Madrid y los cinco sindicatos que convocaron una huelga conjunta (Satse, CC OO, Amyts, CSIT UP y UGT) que iba a empezar este martes llegaran el lunes a un preacuerdo tras siete horas de reunión repleto de tiras y aflojas. Sonó la campana sobre la bocina que hacía presagiar que tanto unos como otros habían encontrado el camino de la solución. Por lo pronto, la huelga indefinida se paralizaba el lunes durante 48 horas para dar tiempo a cada sindicato para que debatiera con sus afiliados los puntos clave del compromiso al que habían llegado. Satse, CC OO y UGT han salido airosos y han votado que firmarán lo acordado y desconvocarán los paros de forma definitiva. Amyts ha vivido una mañana llena de tensión donde, lejos de la unanimidad, el debate se ha encendido en torno a una idea clave: ¿Cómo se van a cubrir bien 78 centros con los profesionales de 41? La conclusión ha sido que no se puede y que no firmarán. La postura de CSIT se asemeja a la de Amyts, aunque liga su postura a si la Administración soluciona antes de las 11.00 horas de este miércoles los huecos que quedarán en Atención Primaria debido a las guardias y los nuevos horarios. Parece complicado, por lo que el no está más cerca que el sí. Tres sindicatos pactarán, dos no. La lucha continúa.

La jornada del lunes fue extenuante. La reunión comenzó a las 13.00 y terminó a las 20.00, siete horas intensas en las que los sindicatos consiguieron que la Comunidad de Madrid cambiara puntos importantes de su plan original. Para empezar, la jornada laboral de los sanitarios de los Servicios de Atención Rural (SAR) sumaría 1.642,5 horas al año, como estaba previsto, pero se les realizaría la ponderación que marca la ley con los turnos nocturnos, por lo que acabarían computando 1.514 horas. Otra victoria conseguida fue que no tendrían la obligatoriedad de realizar guardias, sino que, como el resto de profesionales de atención primaria, serían voluntarias. Además, podrían seguir agrupando las horas durante los horarios actuales, es decir, noches, festivos y fines de semana, y estarán adscritos a un centro de trabajo específico, y no a una zona como se pretendía. Además, la Administración se comprometió a negociar en el plazo de los próximos dos meses un plan detallado de los nuevos Centros Sanitarios 24 horas que garantice la calidad asistencial de los usuarios.

Satse, CC OO y UGT han avalado el preacuerdo junto a sus afiliados. “Esto no es el final de la negociación, es el inicio porque todavía faltan muchos flecos por aclarar”, matizaba Juanjo Menéndez, representante de Satse, el sindicato de las enfermeras. “El acuerdo recoge las líneas rojas que nos estableció nuestra afiliación, tales como el cómputo de jornada, la asignación provisional, la movilidad voluntaria o, por ejemplo, la libranza de las guardias, así como establecer que los centros de salud de atención primaria mantengan su actividad y su horario”, justificaba Sergio Fernández, portavoz de CC OO. “Yo no pensaba ni por asomo que llegaríamos a un acuerdo”, admitía Julián Ordóñez, de UGT. “Ellos tenían sus líneas rojas, que era no tocar nada que implicara la aprobación de Hacienda, y nosotros íbamos con ganas de conseguir mejoras en las condiciones laborales y creo que lo hemos conseguido”, continuaba.

Amyts no lo ha tenido tan fácil. El debate entre los médicos afiliados al sindicato, y los no afiliados que también se han presentado a la reunión, se ha centrado en todo momento en si los profesionales de los 41 antiguos SAR más los 16 médicos que pertenecían al Summa 112 y han estado durante la pandemia en el Hospital Enfermera Isabel Zendal (HEIZ) podrán cubrir, además de sus puestos de trabajo, aquellos que dejan vacantes los que ocupaban los antiguos 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Es decir, que donde había seis médicos habrá tres. Y donde había tres, dos o incluso uno. Al final es una cuestión de números. Independientemente de los horarios y los centros a los que se adscriban, lo cierto es que la Comunidad de Madrid ha asegurado que no habrá nuevas contrataciones.

“No lo vamos a firmar”

“A los médicos [afiliados a Amyts] les pesan más los contras. No creen que se puedan abrir 78 dispositivos con el personal de 40. Creen que ya están soportando una sobrecarga asistencial enorme y no se ven aumentando esa sobrecarga aún más. Sobre todo no están dispuestos a rebajar la calidad asistencial que se da a los madrileños”, explicaba Ángela Hernández, portavoz de Amyts, sobre su postura negativa hacia el preacuerdo que debían firmar este miércoles. “Siempre dijimos que nos debíamos a nuestros profesionales y si ellos no están de acuerdo, no lo vamos a firmar”.

No ha sido tan tajante Rosa M. Vicente, portavoz de CSIT UP, aunque su postura se asemeja más a la del sindicato médico. “Tenemos dos líneas rojas: una, que la jornada laboral del personal del SAR y los antiguos SUAP sea ordinaria, algo que no creo que sea problemático”, empezaba. “Y dos, hemos analizado el impacto del plan en los centros de salud, que ya están saturados, y los números no dan: ¿Cómo se van a cubrir las guardias?, con profesionales voluntarios de atención primaria, que por ley tienen que descansar 36 horas, por lo que habrá huecos de la semana que se queden sin sus médicos. No puedes desvestir a un santo para vestir a otro. Quieren abrir los mismos centros que había hace dos años, pero a coste cero, porque la mitad de los médicos no estarán. Eso no es posible”. CSIT, por lo tanto, asegura que firmará si antes se soluciona ese escollo.

La huelga, en consecuencia, se desconvocará cuando tres de los cinco sindicatos firmen el preacuerdo con la Administración. Luego, añade Hernández, desde Amyts probablemente tendrán que convocar una nueva, por separado. “Ya lo hicimos en primavera, cuando fuimos a la huelga por los especialistas temporales por nuestra cuenta. Si es lo que quieren nuestros médicos, seguiremos peleando”, defienden.

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