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El PP se enroca e irrita a Ciudadanos: la bandera del Orgullo LGTBI+ no ondeará en el Palacio de Cibeles

La celebración se aplaza del 1 al 10 de julio por la cumbre de la OTAN y el día grande será el sábado 9

Orgullo LGTBI
Participantes en la celebración del Orgullo Gay posan en 2019 ante la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde colgaba una bandera del movimiento de más de 20 metros de longitud.Álvaro García
Manuel Viejo

El Orgullo, otra vez. La organización de la semana del Orgullo 2022 en Madrid ha provocado tiranteces en el seno del Gobierno de PP y Ciudadanos, según fuentes municipales. La capital de España ha aplazado para el mes de julio uno de sus eventos más multitudinarios del año. La celebración de la cumbre de la OTAN a finales de junio implica que, por motivos de organización y de seguridad, la gran manifestación y las diferentes actividades se pospongan hasta la primera semana de julio; del 1 al 10. El día grande será el sábado 9. El Orgullo, desde que PP y Ciudadanos alcanzaron el bastón de mando en junio de 2019, ha provocado siempre divisiones internas en la coalición que dirige el Ayuntamiento. No ha habido ningún año sin sarpullidos. El PP nunca ha estado cómodo con este asunto. Este año, según fuentes de la organización del Orgullo, los populares les habían propuesto trasladar el evento del Orgullo a IFEMA, a kilómetros del centro, en una de las reuniones. “Esto no tiene ningún sentido”, cuentan fuentes de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de Madrid y su Comunidad (AEGAL). “Siempre nos lo ponen muy difícil. Le dijimos que era inviable y, finalmente, no ha sido así”. La idea de trasladar el evento fuera del centro no es nueva. Vox anunció durante la campaña de 2019 que lo suyo sería que se hiciera en la Casa de Campo.

Uno de los asuntos más polémicos se ha vivido este martes en el pleno mensual del Palacio de Cibeles. La colocación de la bandera arcoíris del Orgullo no cuelga del edificio principal del Ayuntamiento desde el año 2019. La razón principal que esgrime el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, es el cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo. Desde junio de 2020, solo se pueden colocar banderas oficiales en los edificios públicos. Sin embargo, sí se permiten colgar banderas como forma de pancarta, como aquella que instaló Manuela Carmena a los refugiados, sin mástiles. La sentencia del Alto Tribunal es muy explícita. La decisión del Supremo llegó tras la instalación de una bandera no oficial en el balcón de Santa Cruz de Tenerife. Desde entonces, esta nueva doctrina se debe aplicar en todas las Administraciones públicas. El fallo afectó también a algunos Ayuntamientos catalanes, como Vic y Manresa (Barcelona) o Tàrrega (Lleida), que exhibían de manera permanente en su fachada la estelada independentista. La sentencia se refería además a todas las banderas no oficiales, por lo que tampoco podrían exhibirse banderas de colectivos determinados como el LGTBI, que suele izarse en muchas Administraciones en momentos puntuales como el Día del Orgullo. Sin embargo, en Madrid sí se ha colgado estos años la bandera en los edificios de los grupos municipales, donde Más Madrid la exhibe sin ningún impedimento.

“Se agarran a esta sentencia, pero en todos lados siempre se pone”, cuentan fuentes de AEGAL, que forman parte de la organización del Orgullo en la capital. “Esto es una clara falta de voluntad política”. Este martes, la oposición ha vuelto a votar en el pleno la colocación de la bandera en el edificio principal. Ciudadanos, junto a Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto ―tres ediles de Más Madrid que se marcharon del partido en 2021―han votado a favor de colgarla del edificio público. El PP y Vox, en contra. Minutos antes, durante una rueda de prensa sin límite de tiempo de Almeida, el alcalde anunciaba así el sentido de su voto:

―Hay un dictamen que dice que no se pueden colocar banderas.

― ¿Y por qué lo tienen los grupos de la oposición?

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― La responsabilidad ahí es de los grupos. En la fachada no puede ondear. No voy a entrar en una guerra de banderas que no conduce a nada.

En 2020 y 2021 tampoco se colocó. El mismo dilema se vivió entonces en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, el exvicepresidente de la región, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, sí colocó la bandera del arcoíris en el edificio de Vicepresidencia, al contrario que la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El edificio de la vicepresidencia de la región está a 100 metros del de la presidencia en la Puerta del Sol. La fuente de Cibeles y el Palacio de Cibeles sí se iluminaron con los colores del arcoíris.

En la primera celebración del Orgullo de Almeida, en 2019, la bandera sí se colocó, aunque también con polémica. Vox, que sostiene el acuerdo de Ciudadanos y populares en el Ayuntamiento, se negó. Y Almeida ordenó que se colocara en un lateral de la fachada del Palacio de Cibeles, en lugar de en el centro, donde siempre. La primera vez que se colgó la bandera arcoiris del Ayuntamiento fue en 2015, con Manuela Carmena.

Novedades para 2022

La principal novedad de este año es que los principales eventos se realizarán en un escenario que se instalará en la plaza de España, recién inaugurada a finales de año. El cambio de sede se debe a las obras que ocupan estos días la Puerta del Sol y que, previsiblemente, no concluirán hasta mediados de la primavera de 2023, justo antes de las elecciones. Fuentes de la organización confirman que la cantante Chanel, que revolucionó el festival de Eurovisión con España, está en negociaciones para formar parte de las actividades con un gran concierto. “Pero todavía no está cerrado”, cuentan. ¿Quién dará el pregón? Silencio. “Lo estamos terminando de negociar”.

Otro asunto clave serán las barras de los bares. Todavía se está negociando si finalmente podrán colocarse en Callao, como en años anteriores. Fuentes de la organización confirman que el PP todavía no ha dado el sí definitivo. A esto se suma el nivel de ruido y el riesgo de que, si denuncia algún ciudadano, las multas se incrementen. El asunto es clave. La nueva normativa de ruidos del centro ha disminuido muchísimo el nivel de decibelios. “El límite que nos han puesto ahora es muy poco. El riesgo de pagar multas es muy alto”, sostienen las fuentes de la organización. Una portavoz del Área de Medio Ambiente asegura que todavía no han recibido la petición de los organizadores. Que será ahí cuando elaborará una autorización para esta cita que le permitirá modificar los límites sonoros.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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