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Un Almeida desbocado se lanza en tromba contra la oposición: “El sanchismo es basura, Vox no pisa el Ayuntamiento y Más Madrid es corrupto”

El alcalde de Madrid se siente más cómodo en su papel de oposición a la oposición que en el de rendir cuentas a los grupos municipales

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, interviene en el pleno del Ayuntamiento, este martes.Foto: CÉZARO DE LUCA - EUROPA PRESS (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Manuel Viejo

Qué sentido tiene hablar de los problemas de los madrileños en el Ayuntamiento. ¿Es acaso un lugar para ello? La primera hora del Pleno de Cibeles ha servido de mucho, muchísimo, para un gran porcentaje de los vecinos capitalinos. Si el 90,4% de los españoles está harto de la crispación política ―según el último sondeo del CIS― el 10% restante se lo ha pasado bomba esta mañana en la capital de España. Qué circo. La primera hora ha comenzado con una proposición de Vox. Su portavoz, Javier Ortega Smith, que en las últimas semanas apenas ha pisado las comisiones municipales, quería que José Luis Martínez-Almeida diera explicaciones sobre la última sentencia que ha puesto patas arriba a los 57 concejales. Sobre todo, a los miembros del Grupo Mixto, que hace muy pocos días ha sido declarado ilegal por la justicia.

El asunto no es baladí. Sí, los reproches y los rifirrafes, más propios de un plató de televisión de media tarde. El Grupo Mixto está formado por tres ediles de Más Madrid desde abril de 2021. Eran cuatro, pero uno se marchó por desavenencias internas el pasado mes de diciembre. La ruptura está enraizada en la pérdida de las elecciones de 2019. La sombra de Manuela Carmena todavía es alargada en la izquierda capitalina. Gracias a los tres ediles mixtos, Almeida ha sacado adelante normativas claves de su mandato: el nuevo Madrid Central, la regularización de las terrazas y los presupuestos de este año. Ahora, la justicia ha dicho que este Grupo Mixto no debería haber existido. Que son, en realidad, concejales no adscritos. Los votos no se pueden borrar de plenos pasados. La respuesta de los tres ediles del Grupo Mixto ha sido lanzarse en tromba contra sus antiguos compañeros. Les acusan ahora de financiación ilegal y falsificación de firmas para la creación del partido de Más País.

Los concejales guardan un minuto de silencio en recuerdo de Teresa Berganza, Chete Lera y Ouka Leele, al inicio del pleno.
Los concejales guardan un minuto de silencio en recuerdo de Teresa Berganza, Chete Lera y Ouka Leele, al inicio del pleno. EUROPA PRESS (Europa Press)

Es más, este martes, el diario El Mundo ha publicado mensajes internos de esta formación que supuestamente prueban unas irregularidades que estos ediles han tardado años en denunciar. La noticia, según fuentes de Más Madrid, apenas ha provocado nerviosismo. Quieren transmitir indiferencia. “Es todo falso”, ha dicho la portavoz, Rita Maestre. La izquierda, una vez más, dividida en Madrid. La diferencia entre alinearse en el Grupo Mixto o ser concejales no adscritos es clave desde un punto de vista institucional, político, mediático y económico. Los grupos políticos tienen turnos de intervención en el pleno y fondos públicos para financiarse de los que carecen los concejales no adscritos. Durante casi dos horas, todos los partidos políticos han estado discutiendo sobre este asunto con unos rifirrafes durísimos. Ortega Smith, de Vox, ha deslizado que Almeida sabía desde el principio ―como sostiene Más Madrid― que no podrían ser un Grupo Mixto y, por tanto, estaba prevaricando. Almeida se levantó entonces muy enfurecido de su asiento:

—Permítame darle la bienvenida. No ha pisado usted el Ayuntamiento últimamente, señor Smith.

El aludido miraba el móvil, ajeno a los golpes del regidor. “¿Por qué se presentó por Vox a la ciudad de Madrid si no pisa la ciudad de Madrid?”, continuó Almeida. “Me imputa un delito. No tiene más estrategia para Madrid que hablar de Madrid Central. Lo siento por los votantes de Vox, que le votaron para que ejerciera de portavoz”. La situación llegó a tal punto, que hasta el propio Almeida reculó sus ataques. No conviene romper relaciones con futuros socios de Gobierno. Más aún si solo faltan 300 días para las elecciones. Entonces, el alcalde se giró a su izquierda y, sin previo aviso, y sin que constara en el orden del día, se fijó en Rita Maestre:

― ¡Es la líder más corrupta!

El pleno del Ayuntamiento ha entrado en un terreno pantanoso en los últimos meses: la trama del intento de espionaje a la presidenta Ayuso por miembros del PP, los seis millones de euros en comisiones ilegales por la compra de material sanitario con las llamadas del primo de alcalde de por medio. La mayoría de concejales de la oposición, además de golpear con estos asuntos, traen también propuestas para los madrileños, pero el ruido del PP y de Vox solapan cualquier titular. A esto se suma que, este tipo de acusaciones, no queden impunes. Y, por tanto, los ediles que reciben estos golpes entran al trapo. El tiempo mientras tanto pasa. La fiscalización de la ciudad se disuelve entre estas arenas movedizas. Maestre, tras ser acusada sin pruebas de ser la líder más corrupta, contestó:

—Todo mentiras.

Almeida siguió. Más duro: “¿Hasta dónde va a alcanzar la corrupción en su carrera política?, ¿cómo puede tener el desparpajo de decirle a los demás lo que tienen que hacer? Falsean documentos y se financian ilegalmente”. El caso ni siquiera está judicializado. Detrás de Maestre, se sientan Luis Cueto y José Manuel Calvo, del Grupo Mixto, con quienes no tienen ningún tipo de relación, pese a que fueron juntos en la misma lista electoral de 2019 y compartieron Gobierno municipal con Carmena durante cuatro años. Cueto y Calvo esbozaban alguna sonrisa con los disparos de Almeida hacia su antigua líder. Sabedores, quizá, de que su carrera política tiene los días contados.

De pronto, Smith tomó de nuevo la palabra. En los televisores municipales comenzaron salir diapositivas muy críticas contra Almeida, como si de una ponencia se tratara. Vox, que comparte el zurrón de los votos con los populares, sabe que gran parte del madrileño conservador está descontento con Madrid Central. Es la única punzada que han emprendido desde el inicio del mandato:

—¿A quién se le ocurrió el nuevo nombre de Madrid 360? A ese también habría que cesarlo.

Maestre exigió a Almeida que cumpliera la ley y disolviera el Grupo Mixto. Sin embargo, los recursos alargarán este proceso. Si todo va según lo previsto, el marco de concejales del Ayuntamiento no se moverá hasta 2023. “Usted se cree que me afectan sus ataques personales”, continuó. “Soy una mujer de 34 años que trabaja por encontrar soluciones a los problemas de Madrid. Hay 220.000 personas en Madrid que no tienen centros de salud, que no tienen institutos, vaya usted a decírselo. En La Peseta solo hay uno para 40.000 personas y en Vallecas solo hay cinco pediatras para 12.000 niños”.

Inmediatamente, Mar Espinar, del PSOE, tomó la palabra en el estrado. Acudió con una bolsa de basura para criticar el estado de suciedad de muchos distritos. “Esta es una bolsa de basura”, dijo. “Esto representa su compromiso con la ciudad de Madrid. En esta bolsa de basura no caben los seis millones de euros que le robaron a los madrileños los comisionistas. No ataque a todos los grupos, recupere su dinero. Nosotros haremos lo que usted no hace”. Almeida, enfurecido de nuevo, contestó: “¿Sabe lo que cabe en esa bolsa de basura? Las políticas del sanchismo. Entiendo que usted está cerca de bolsas de basura, porque así es como el sanchismo entiende la Comunidad de Madrid”.

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, con una bolsa de basura para ejemplificar la suciedad en las calles.
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, con una bolsa de basura para ejemplificar la suciedad en las calles.PSOE DE MADRID (Europa Press)

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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