San Isidro 2022 en el Ayuntamiento: no acuden todos los que deben, pero sí los mismos de siempre del PP

Doce horas después de que San Marino, Macedonia del Norte, Malta, Portugal, Armenia, Irlanda, Suecia y Australia dieran 12 puntos a España en Eurovisión ―Malta agradeciendo una vez más las becas de 1.500 euros del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para aprender inglés en esa isla― se han entregado en la capital de España las medallas de San Isidro 2022. No hay mejor resaca. Domingo goyesco, castizo, bien chulapo donde los haya. Los actos políticos capitalinos tienen últimamente esa áurea prepandémica donde sucede lo siempre: no están todos los invitados que deben, pero siempre están los mismos del PP. La crema de la intelectualidad genovesa. Los expresidentes autonómicos Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón, Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, y los exalcaldes José María Álvarez del Manzano, Ana Botella... No así Ignacio González, por lo que sea. Tampoco el exlíder del PP, Pablo Casado. Ni Ángel Carromero, ex coordinador general de la alcaldía. Está el PP de Madrid como para celebrar fiestas. Por eso hará una la semana que viene con el congreso regional.

“Yo lo primero que hacía en San Isidro era ir a beber agua del santo”, rememoraba Gallardón en un corrillo a las puertas del Ayuntamiento. Un par de horas antes, eso sí, todos los concejales han acudido a la plaza de Colón a un izado de la bandera de España con el himno nacional de fondo. Para entender cómo ha cambiado este país y esta ciudad en una década, basta solo una frase del propio Gallardón a los periodistas este domingo:

―Esto en mi época no se hacía.

Ahora el himno de España no solo suena a diario en casi todos los actos ―también en este―, sino también en los mítines del PP. Y de Vox. En la izquierda no termina de cuajar. A saber. Que se lo digan a Chanel, que terminará sonando en los actos de Podemos.

―Señor Gallardón, ¿va a ir a la pradera de San Isidro vestido de chulapo?

—No, yo he llegado muy mayor a esto.

Gallardón, que tampoco se vestía de chulapo cuando ostentaba los dos máximos cargos madrileños, hizo hasta cola con Aguirre para entrar al palacio de Cibeles. Qué tiempos aquellos en los que ambos coincidían en un ascensor en Génova, cuando los dos ponían patas arriba al PP. Sucedió allá por 2008, cuando Mariano Rajoy les cogió por banda en la sede nacional antes de irse a la ópera y les soltó:

―Estoy harto de vuestros enfrentamientos.

14 años después, el PP está igual, pero mejor. Ahora no solo intentan espiarse entre ellos, sino que también quieren indagar en sus familiares más cercanos. Los nuevos tiempos. Una cosa es Pegasus y otra el Pepegasus. Este año, además, se ha sumado la trama de los comisionistas, que ha mejorado mucho la penúltima temporada del mandato de Almeida, antes de las elecciones del año que viene. Cuentan los asesores del alcalde que el tema central matutino de la jornada han sido las encuestas que han abierto este domingo dos primeras páginas de periódicos. “Son positivas”, explica un alto cargo rodeado de rosquillas tradicionales. La del diario El Mundo otorga a José Luis Martínez-Almeida 21 concejales, seis más que en las elecciones de 2019. Pero ―siempre hay peros demoscópicos― un concejal menos que otra encuesta del mismo periódico en noviembre. Y la de La Razón, más optimista, 26, a solo tres ediles... que seguramente serán de Vox para así gobernar otros cuatro años.

Ciudadanos, por cierto, resiste en ambas. Quizá por eso, durante más de siete minutos, una concejal del partido de Begoña Villacís ha tratado de hablar con Ayuso... sin éxito. No es fácil hablar con Ayuso en estos actos. Todo el mundo quiere un saludo de la reina. Sobre todo los del PP del Ayuntamiento. La foto importa mucho en estos tiempos de encajes de listas electorales. La izquierda madrileña, ya sin Manuela Carmena, también sigue creciendo en términos demoscópicos. Todo hace indicar que las elecciones de 2023 serán muy abiertas.

José Manuel Calvo, el edil de Grupo Mixto, que antes formaba parte de Más Madrid y que fue concejal de Urbanismo con Carmena, atendió a los medios antes de la entrega de medallas. “Una pequeña reflexión”, observó, “la izquierda en Madrid debe rearmarse”. Y un minuto después, añadió. “La semana que viene, lo más probable el martes o miércoles, interpondremos una querella ante la Fiscalía Anticorrupción por financiación ilegal y falsificación de firmas durante el acta de creación de Más Madrid como partido”. Con estos rearmes de la izquierda para qué hace falta unirse.

Los socialistas han mejorado. En la entrega de medallas han estado presentes las dos candidatas que suenan con fuerza. La delegada de Gobierno, Mercedes González, que habló largo y tendido y con Gallardón, y Mar Espinar, que estuvo muy fina con su petición al patrón capitalino: “Le pido a San Isidro un alcalde que sea capaz de recuperar los seis millones que robaron a los madrileños”. Rita Maestre, de Más Madrid, fue más precisa: “Las encuestas nos hablan de que lo que venimos diciendo hace tiempo: Almeida está en decadencia”.

Tiempo después, en el acto de entrega a los premiados ―al pueblo ucranio, al cantante Andrés Calamaro, a la cerveza Mahou, entre otros― tomó la palabra el periodista Raúl del Pozo, que agradeció así la medalla de San Isidro:

―Salir de Madrid siempre es un error.

Y después, quien sabe si a preguntar por las encuestas callejeras, todos se fueron a la pradera de San Isidro.

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