Feijóo y Ayuso, choque de estilos en la ceremonia del Dos de Mayo
El nuevo líder del PP pide “bajar la tensión y la crispación” mientras la presidenta regional llena su intervención de críticas veladas a Pedro Sánchez
Hay alianzas firmadas por convencimiento y alianzas rubricadas por necesidad. Con el PP aún curando las heridas abiertas por la guerra interna que acabó con la etapa de Pablo Casado, Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso han exhibido este lunes los muchos matices que los diferencian dentro del proyecto conservador. Todo ha ocurrido en la Real Casa de Correos y durante la ceremonia del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid. Mientras el nuevo líder del PP ha proclamado la búsqueda de “una nueva etapa para bajar la tensión y la crispación en la política española”, la presidenta regional ha entonado un discurso lleno de críticas veladas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha cerrado con un aviso a navegantes. “Desde aquí, hoy como en 1808, estamos comprometidos con la libertad, cuyo secreto quizá esté en seguir el consejo de Gracián: ‘Nunca perderse el respeto a sí mismo”, ha señalado. Una forma de decir que no piensa cambiar.
―Es un buen tándem. Ella está muy fuerte. Esto va de conseguir votos y ella los trae―, ha acabado diciendo ante ese contraste de estilos una fuente que cuenta con la confianza del nuevo presidente del PP.
―Todos los presidentes autonómicos tienen dos gorros, el autonómico y el estatal―, le ha prolongado un segundo interlocutor próximo a Núñez Feijóo, intentando justificar que la presidenta de Madrid haga referencia constantemente a temas nacionales.
Es el resumen de una alianza de conveniencia y necesidad. La jornada comienza con Miguel Ángel Rodríguez, el poderoso jefe de gabinete de Díaz Ayuso, esperando a Núñez Feijóo en la calle. Le sigue, a pocos pasos, Enrique López, el consejero de Presidencia, Justicia, e Interior. Es un gesto de deferencia muy medido. El jefe es Núñez Feijóo, viene a decir. Él es quien manda, cuenta esa imagen, que la presidenta de Madrid llena luego de palabras: se refiere al político gallego, sin escaño de diputado ni de senador, como el “jefe de la oposición”.
Tras meses de pulso entre Díaz Ayuso y Casado, la presidenta de Madrid intenta transmitir ahora que sabe cuál es su sitio en un partido en el que todos la miran de reojo: siempre será el plan b, la alternativa, al nuevo líder. Pero, por ahora, no. El próximo ciclo electoral, que arranca el 19 de junio en Andalucía, sigue con las municipales y autonómicas de mayo de 2023 y culmina en las próximas generales, pone a prueba la resistencia del PP. Y como está en juego el futuro del partido, los dos líderes están condenados a entenderse, por mucho que sean palpables los distintos tonos de sus discursos en jornadas como la de este lunes.
“Lo que quiero para mi partido es la renovación, la ilusión y el entusiasmo por abrir una nueva etapa”, ha dicho Núñez Feijóo en una breve rueda de prensa a su llegada a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional. “En la Comunidad de Madrid, en Andalucía y en el conjunto de España”, ha puntualizado. “El objetivo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y candidata [única] a presidir el partido de Madrid, es ese”, ha subrayado. “Abrir una nueva etapa de ilusión, abrir una nueva etapa de igualdad y abrir una nueva etapa para bajar la tensión y la crispación en la política española. Ese es el objetivo de la presidenta de la Comunidad de Madrid en tanto en cuanto candidata a presidir el PP de Madrid”.
Una apelación a la moderación que ha contrastado con la intervención de Díaz Ayuso en la ceremonia del Dos de Mayo. Rodeada de los expresidentes de la comunidad y en un patio abarrotado por primera vez desde que estalló la pandemia, en febrero de 2020, la líder conservadora se ha referido más veces a España que a Madrid, y ha dejado una ristra de críticas veladas a Sánchez.
“La España necesaria no es esta realidad ideologizada que vivimos, de unos contra otros, sino la realidad abierta de unos junto a otros”, ha dicho Ayuso. “Llevar la confrontación ideológica a la educación, a la familia, a los sexos y a los ámbitos íntimos de nuestras vidas es una invasión de nuestra libertad desde dictados sesgados que suponen la imposición y no la libertad y el diálogo constructivo (…)”, ha añadido. “Dejamos para otros la ingeniería social y el intervencionismo que convierte al Estado en un fin y no en un medio”, ha seguido. Y ha pedido “una España de todos y para todos, que destierra el intervencionismo, la imposición y la mentira”.
Frente a eso, Díaz Ayuso ha dibujado un Madrid abierto y plural, lleno de luces. Las sombras las han retratado los portavoces de los partidos de la oposición regional.
“Como ayer, en 1808, hoy hay una Corte podrida de arriba abajo, que no es capaz de seguir el ritmo de solidaridad y compromiso de los madrileños”, ha dicho Mónica García, la líder de Más Madrid. “Si el Gobierno de Ayuso hubiera estado en el levantamiento [contra los invasores franceses], algún amigo se hubiera llevado una comisión por traer pólvora de mala calidad”, ha ironizado, en relación con las polémicas que rodean a varios contratos de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital para comprar mascarillas y guantes durante la pandemia.
“Para ser la mejor región del mundo hay que dedicarse a los temas que afectan al día a día de las personas”, le ha seguido Juan Lobato, el líder del PSOE madrileño. “Hay que pensar en las futuras generaciones y no en las próximas elecciones, como hace el PP”, ha pedido.
“Ayuso ha convertido esta región en el epicentro de la corrupción tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad”, ha rematado Carolina Alonso, de Podemos. “Ha dejado unos servicios públicos mucho más debilitados en este último año, y recortes en sanidad, educación y transporte público”, ha denunciado Alonso.
Ha pasado en la ceremonia del Dos de Mayo. Hasta el espionaje a los móviles del presidente del Gobierno, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido motivo del choque político: el PP cree que no es casualidad que se haya conocido este lunes, coincidiendo con un Dos de Mayo que ponía todos los focos en Díaz Ayuso y Núñez Feijóo. Los dos líderes conservadores han coincidido en esa tesis. Señal de que los diferentes se unen cuando conviene.
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