La receta del PSOE para salir de la crisis: cambio en la capital y citas abiertas a todos con sus cargos
Lobato, el nuevo secretario general, presenta un plan “autónomo y con ideas propias”
Frente a la crisis, cambios. Tras la hecatombe de las elecciones del 4-M, en las que se vio superado por Más Madrid, el PSOE ha cerrado este domingo su XIV Congreso aplaudiendo la receta de su nuevo secretario general, Juan Lobato, para sacar a la formación de su letargo. Como avanzó EL PAÍS, habrá una nueva agrupación en Madrid capital. Los cargos institucionales y orgánicos tendrán reuniones abiertas a cualquier ciudadano cada dos meses. Y en toda la región se convocarán citas trimestrales para que el PSOE se reactive de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2023. Un auténtico electroshock para cambiar las estructuras y dinámicas de una formación que mantiene un gran poder municipal (con alcaldes en Alcalá, Móstoles, Fuenlabrada...) pero que se ha diluido en la capital y la Comunidad.
“El objetivo es ganar Madrid para transformar Madrid”, ha dicho Lobato antes de cerrar el cónclave al son de La Internacional. “¿Qué proyecto vamos a ofrecer? Un proyecto autónomo, con personalidad propia, y con ideas propias”, ha añadido, en una referencia velada a las injerencias de la dirección nacional de Ferraz en la última campaña electoral. “Vamos a intentar ser dinámicos, ágiles. El objetivo es abrir el partido de par en par a la militancia y la sociedad madrileña. Que el activismo del siglo XXI pueda hacerse a través del PSOE”, ha pedido, tras diagnosticar que el gran problema del su formación en la región es que se ha desconectado de la sociedad, y específicamente entre los jóvenes, donde solo fue cuarta fuerza el 4-M. “Hoy tenemos un punto de inflexión en la historia del PSM”.
Sin embargo, el congreso de los socialistas madrileños acaba sin resolver varios pulsos dentro de la organización. Mercedes González, delegada del Gobierno, y Mar Espinar, portavoz en el ayuntamiento capitalino, aspiran a ser candidatas a la alcaldía de Madrid en 2023. Para empezar, González quiere liderar la nueva agrupación de la capital con la que el PSOE quiere reactivar el partido en la ciudad, en un proceso que echará a andar este mismo lunes.
Además, debe decidirse el candidato autonómico que se medirá a Isabel Díaz Ayuso para intentar acabar con la hegemonía del PP en la Comunidad, donde los conservadores gobiernan ininterrumpidamente desde 1995.
Lobato aspira a ese puesto, y para ello ha desplazado a Hana Jalloul como portavoz parlamentaria. Un movimiento aceptado por la exsecretaria de Estado, que siempre se supo interina, pero que ha descorazonado a una minoría que aprecia el trabajo que desempeñó desde mayo.
La nueva Ejecutiva madrileña, aprobada con el 76% de los votos a favor y un llamativo 23% en blanco, es paritaria (las mujeres ocupan los puestos clave) y más reducida que la anterior, que capitaneaba José Manuel Franco (solo sobreviven cinco integrantes).
“Fuenlabrada, Getafe Alcorcón y Villaverde y Rivas [impulsores de la candidatura Ayala] han metido a su gente pero han dejado bastante de lado a los aliados de otras agrupaciones que tuvieron en estas últimas batallas: hay malestar en sus filas”, resume una fuente socialista. “Básicamente ha habido más o menos integración con comité federal y con comité regional y no tanto en la ejecutiva donde no se ha permitido la entrada de nombres “complicados” para la mayoría que apoyamos en todo el proceso a Lobato”.
“La ausencia de Enma López llama la atención”, puntualiza otro político con muchos trienios al servicio de las siglas del PSOE, en referencia a la edil capitalina, que fuera mano derecha de Javier Ayala durante las primarias que este perdió ante Lobato, y que no estará en la nueva Ejecutiva.
“Fue el propio Ayala quién retiró su nombre en la negociación de la Ejecutiva, como ocurrió con otros, en la normalidad de este tipo de negociaciones”, asegura una fuente conocedora de esas conversaciones.
“Lobato tenía muchos peajes que pagar por los apoyos recibidos en el camino que le ha traído hasta aquí”, discrepa un cuarto interlocutor.
Aquí es la secretaría general del PSOE de Madrid. Un partido que se juega en 2023 su misma supervivencia como fuerza política relevante en la región, asediado como está por la rivalidad de Más Madrid y el tirón de Isabel Díaz Ayuso. Basta con recordar las palabras del nuevo secretario general de los socialistas de la región cuando presentó su candidatura, hace dos meses: “La situación es grave”. Y contra ella, la receta de Lobato: cambios en Madrid capital y cargos a disposición de la militancia.
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