La metamorfosis de Mónica García: de desconocida a líder de moda en la izquierda
Con Errejón y Perpinyà en un segundo plano en la Comunidad, la líder de Más Madrid ya se codea con pesos pesados de la política nacional como Colau, Oltra o Díaz
-No pierdo la esperanza de que esta semana levante los ojos de sus folios y me mire a la cara. Pero me conformo con que no me insulte, dice Mónica García, de Más Madrid, en el pleno de la Asamblea de este jueves.
Isabel Díaz Ayuso, que es a quien se dirige la líder de la oposición, reacciona como si esas palabras reabrieran heridas recientes, enfado sobre enfado, dolor sobre dolor, los choques de sesiones parlamentarias previas bien frescos en el recuerdo.
-Usted señala a punta de pistola, contesta la presidenta regional, recordando una polémica de la pasada legislatura. Yo tomo notas y no sé escribir y mirar a la cara a la vez, añade, resumiendo en unas pocas palabras la enemistad que le separa de la líder de la oposición, una política que le busca las cosquillas con un estilo muy diferente al que tenía Ángel Gabilondo (PSOE). Y que se las encuentra.
No siempre fue así. Para llegar hasta ese momento de la sesión de control al Gobierno, García tiene que pasar el Rubicón de las últimas elecciones autonómicas. Ocurre hace apenas cinco meses. García, médica de 47 años, no es aún la líder de la oposición. Tampoco una candidata conocida. Y acaban de lanzar una OPA hostil contra su proyecto: Pablo Iglesias, recién aterrizado en la política madrileña como candidato de Podemos, propone un frente unitario de izquierdas para las elecciones del 4-M. Con él al frente, se sobreentiende. En ese instante decisivo, García encuentra el leitmotiv de su campaña electoral, y, quizás, de su carrera política.
“Madrid no es una serie de Netflix que haya empezado el pasado miércoles con la convocatoria de elecciones”, dice como respuesta a la oferta de Iglesias, fan de las conspiraciones televisivas, de Borgen a Juego de Tronos. Y advierte: “Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que, en los momentos históricos, nos pidan que nos apartemos”.
Ese día nace la líder de moda en la izquierda madrileña, y comienza la metamorfosis que le lleva a pasar de ser una desconocida a tener ahora voz en el debate para reconfigurar la izquierda de cara al próximo ciclo electoral. García ha sido convocada a participar en un encuentro público con Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno de España; Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; o Mónica Oltra, vicepresidenta del gobierno valenciano, que son algunas de las líderes más potentes del país, según adelantó El Periódico de España.
“¿Quién mejor para defender una determinada gestión de la pandemia que una medico?”, plantea Verónica Fumanal, presidenta de la Asociación de Comunicación Política, sobre la idoneidad de García como candidata y líder en un momento marcado por el coronavirus. “¿Quién mejor para defender el feminismo frente a ataques retrógrados que una mujer?”, añade sobre el cuestionamiento del aborto o la violencia de género que Vox ha llevado al Parlamento regional. “Mónica García está en un momento más incipiente de su liderazgo y su carrera que Colau u Oltra. Cuando la vi en los debates de la Comunidad, vi a una mujer que aún se estaba haciendo a los usos y costumbres de la política, con una ingenuidad a la hora de abordar ciertos temas o plantear el debate, que la hacía más amateur”, analiza. “Eso le hace hablar con un tono más natural, menos encorsetado, con una autenticidad que es muy interesante”.
Todo ocurre a un ritmo vertiginoso. Unas semanas después de cortarle el paso a Iglesias, la desconocida García mejora claramente el resultado electoral logrado por el mediático Íñigo Errejón dos años antes: cuatro diputados y 140.000 votos más el 4-M. Desde entonces, Más Madrid lo apuesta todo a su carta, y a la de las mujeres. Íñigo Errejón y Pablo Gómez Perpinyà, los hombres que impulsaron el partido, dan un paso al lado. La dirección del grupo parlamentario de Más Madrid en la Asamblea está integrada solo por mujeres. Y el otro rostro conocido de la formación en la región es el de Rita Maestre, concejal en el Ayuntamiento. Con la exalcaldesa Manuela Carmena como referente imperecedero del partido, la apuesta por una fuerza feminista y verde de cara a las elecciones de 2023 se demuestra por la vía de los hechos.
“No es un posición buscada, pero sí es algo que ha sucedido”, explica Maestre. “Ella y yo fuimos elegidas representantes y coordinadoras de nuestros espacios, y se ha demostrado un esfuerzo por gestionar, además de hacia fuera, también hacia dentro, con un tempo y un tono distinto”, describe. “Veníamos desde hace años de las reflexiones que teníamos sobre la feminización de la política, que tiene que tener traslación a los liderazgos internos y externos”, recuerda. “Y hay un poso femenino y feminista en la forma de liderar Más Madrid”.
Un análisis con el que coincide Fumanal: “Errejón ha entendido que no puede construir un partido como hizo Albert Rivera con Cs, únicamente en torno a un líder sólido, porque sin ese pegamento se despega; también la necesidad de la pluralidad, de la coralidad, que además le quita presión; y que el feminismo está tomando un protagonismo muy importante en la política. Ha sabido leer que es el momento de las mujeres”.
La invitación al encuentro con Díaz, Colau y Oltra, políticas de trascendencia nacional, es la demostración de que García vive un momento dulce. Aupada por la campaña del 4-M, que se siguió al minuto en todo el país; distinguida por su estilo incisivo de oposición; y apuntalada por la confrontación semanal con Díaz Ayuso, la líder de Más Madrid no deja a nadie indiferente.
“Ese liderazgo femenino que se aprecia [ahora] en otros proyectos hace tiempo que forma parte de Más Madrid”, radiografía Gómez Perpinyà, director de la campaña electoral de Más Madrid para el 4-M y hoy senador tras abandonar la portavocía que tuvo la pasada legislatura. “Es un síntoma evidente de que el ciclo político que se ha abierto estará marcado por las mujeres, y personalmente me parece una gran noticia”, añade.
“A diferencia de Ayuso, queremos construir Madrid con y no contra el resto de España y eso implica mantener buena relación con otros territorios”, rematan sobre el encuentro en Más Madrid. “Además, en el ADN de Más Madrid está el diálogo con fuerzas políticas diferentes”.
Las elecciones de 2023 serán un triple examen para el partido. Por un lado, miden cómo resiste al paso del tiempo el efecto García. Por otro, enfrentan a la aspirante al Himalaya de ganar a Díaz Ayuso, que el 4-M obtuvo más diputados sola que toda la izquierda junta. Y como los comicios autonómicos coinciden con los municipales, miden la implantación territorial de Más Madrid, que hasta ahora no ha echado aún raíces en los principales municipios de la región, excepción hecha de la capital. La respuesta a esos retos se conjuga en femenino: de García a Maestre, Más Madrid pone a prueba a sus líderes.
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