Vox cumple
Velázquez tomó de modelo a su esposa y a una de sus hijas para pintar a una Virgen con el Niño en el regazo
Hay un dios (para los que adoran a Velázquez) que retrató varias veces a Dios (el de los católicos). En una de ellas, Adoración de los Reyes Magos (1619), que se puede ver en la sala 10 del Museo del Prado, no lo pintó solo, claro. En la escena no pueden faltar los tres sabios llegados de Oriente, al mayor lo representó con el rostro de Francisco Pacheco, su maestro y luego suegro. Para la Virgen, tomó como modelo a Juana Pacheco, su esposa. La Virgen es una mujer de carne y hueso. Y como recién nacido retrató a su hija Francisca, que también acababa de llegar al mundo. Sí, el niño Jesús es una niña.
Este es solo un ejemplo, de tantos, de cómo un artista incuestionado toma a personas cercanas como modelos y las hace santas, incluso, Mesías o Vírgenes.
La semana pasada se censuró el cartel que anunciaba un concierto de Zahara ―el 3 de septiembre en Toledo― porque era una “ofensa” a la imagen de la Virgen. ¿Alguien le ha preguntado a la supuesta ofendida? ¡Eso sí que sería noticia! Que la ultraderecha, con sus apoyos, censure una imagen es triste, peligroso y, por desgracia, cada vez más habitual. No sorprenden. Cumplen las expectativas. De expectativas habla la cantante en Flotante: “Me han enseñado muy bien a intentar ser la mejor / Y muy poco a saber qué quiero / O si quiero ser la mejor / Y odié aquello que más amaba / Solo porque no era capaz de hacerlo”. De la dificultad de cumplirlas, de lo que otros tienen pensado para ti, de la lucha interna entre lo que se tiene que ser y lo que se quiere ser. De saltarse lo previsto y encontrarse con el vacío… o con la crítica y la no aprobación. En esto Vox aprueba, no defrauda.
Me pregunto si a los 13 diputados de Vox en la Asamblea de Madrid y los concejales del partido ultra de municipios como Morata de Tajuña, Daganzo de Arriba, Buitrago de Lozoya, Chinchón, Villarejo de Salvanés, El Berrueco... ―donde se representa la Pasión en Semana Santa o Belenes vivientes en Navidad, algunas con la categoría de Fiesta de Interés Turístico Nacional o Regional―, les gustaría hacer pasar un examen de conducta y de imagen a las mujeres que representan a la Virgen y a las otras acompañantes de Cristo, a pastoras... ¿Y a los hombres? ¿Cuáles serían los requisitos? La idea de una angelical Virgen rubia y con ojos azules, tan típica de belén infantil o de telefilme de Semana Santa, ya está superada, ¿no?
A esa imagen del cartel: la artista con corona, niño y banda hay que sumarle la palabra escrita en esa cinta azul: “Puta”, el título del disco. Otro bidón de gasolina más para quien quiere avivar el fuego. Hay un hecho que, quizá, haya pasado por alto, pero los que censuran, se ofenden o creen que la imagen de la madre de su Dios se puede ver dañada por el uso de ese término, deberían saber que, según el Evangelio de san Juan y el de san Marcos, la primera persona que se encuentra y habla con Cristo resucitado es María Magdalena.
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