Zahara: verano luminoso

Stoned at the Nail Salon, de Lorde: Jamás diría que Lorde representaría el verano, pero parece que su momento vital se acerca a un periodo estival perenne, y esta languidez que evoca a Lana por los cuatro costados me ha conquistado profundamente.

Ride, de Lana del Rey: Para mí, la eterna canción del verano. Coger la carretera, disfrutar del sol colándose a través de la luna del coche, el sudor recorriendo mi espalda…

Too Many Drugs, de Rigoberta Bandini: Aunque Rigoberta tenga su propia canción del verano, para mí esta es la que mejor representa las largas noches de agosto esperando ver amanecer desde alguna terraza.

Easy, de Troye Sivan: El verano pasado viví en un oasis durante unos días en Cádiz. Por momentos parecía que no existía la pandemia y que la vida volvía a ser lo que conocimos y esta canción formó parte de su banda sonora.

So Hot You´re Hurting My Feelings, de Caroline Pollachek: La Benito y yo en su furgoneta. Atrás quedó el faro y sentadas en sus asientos sin saber a dónde ir gritábamos esta canción bailando con los brazos.

Fuego, de Bomba Estéreo: Siempre que camino a las 5 de la tarde entre junio y septiembre y mis pies se quedan pegados al asfalto voy cantando con cada pisada: “Fuego, mantenlo prendido fuego…”.

NDA, de Billie Eilish: Su nuevo disco me ha encantado, pero esta canción me acompañó por las carreteras de la sierra hace unos días, entre curvas a 37 grados, y ya forma parte de todos los veranos de mi vida.

Clap Clap, de Delaporte feat. Delaporte podrían poner banda sonora a un verano entero y sería un verano ideal. Me encanta todo lo que hacen y esta canción es un chute de energía tremendo. Además la revisionaron con mi querida Anajú para su proyecto Titanas, en el que también tuve la suerte de participar.

Ya no siento nada, de Alizzz: Esta canción sonaba en el coche en bucle bajando a Úbeda para grabar el videoclip de DOLORES junto a la Benito y Guille. Es ya la canción de nuestro viaje, la que nada más oír sus primeros compases nos lleva a ese fin de semana tan bonito. La que necesitamos gritar cada vez que nos vemos.

Gasoline, de Haim: La canción que me llevó a querer tocar la batería mientras canto y la canción que suena las mañanas de verano en las que no tengo concierto y estoy en casa con mijo.

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