Cuando amar a través de una pantalla deja de ser la excepción
La obra ‘Próximo’, creada en 2017 en torno a dos hombres que encuentran en el teléfono e internet la única forma de construir su relación a distancia, regresa a Madrid con nuevos significados para su audiencia
Aunque Santi Marín (Valladolid, 37 años) y Lautaro Perotti (Buenos Aires, 46 años) están muy cerca el uno del otro en el escenario del Teatro Infanta Isabel, en realidad interpretan a dos personajes a los que les separa un mundo de distancia. Juntos componen Próximo, una historia de amor nacida en Internet y que transcurre entre España y Australia. A medida que sus conversaciones de pareja avanzan en un entorno virtual, lo hace también su intimidad. Los dos intérpretes se cruzan a pocos centímetros el uno del otro, se sientan en la misma cama y tocan la misma nevera. Pero el juego teatral les obliga a mirar a una pantalla de ordenador o a hablar por un teléfono móvil que están en realidad apagados. Para dar la réplica a quien es su único compañero de reparto, no pueden cruzar su mirada ni observar los gestos del otro, solo pueden apoyarse en las palabras mientras completan una estudiada coreografía en el escaso espacio que comparten.
“Al tener que estar atentos a los pasos y a la voz del otro, la función se mantiene viva en todo momento. Aquí no vale poner el piloto automático”, comenta Marín en conversación de Zoom, frente una pantalla esta vez encendida. “Ante a falta de vista, desarrollamos el resto de sentidos para mantener nuestra conexión. Y nos ayuda a contar la situación opuesta: la de veces que somos incapaces de comunicarnos con alguien que tenemos al lado”, complementa Perotti en una tercera ventana.
El director y creador de la obra que les pone en esta complicada tesitura, Claudio Tolcachir (Buenos Aires, 45 años), concibió este montaje mientras se comunicaba a distancia desde Europa con un padre a punto de ser operado y una esposa a punto de dar a luz a su hija en Argentina. La insatisfacción de esta conexión virtual con sus seres queridos dio lugar a un espectáculo que regresa a Madrid desde el escenario del Teatro Infanta Isabel, tras pasar a finales del 2019 por el Festival de Otoño y el Teatro de la Abadía.
Los dos actores, al igual que Tolcachir, han vivido esa lejana cercanía que proporcionan las tecnologías móviles. Perotti ha conocido a su primer sobrino a través de una foto por WhatsApp, mientras estaba actuando fuera de Argentina, y se ha enterado en similares circunstancias del fallecimiento de su abuela. Marín ha tenido que enseñar a sus padres a hablar por Skype sin pegarse a la pantalla en sus temporadas de trabajo en Buenos Aires. “De hecho, cuando empezamos a crear este espectáculo, Santiago estaba en Madrid; Claudio, en Italia; y yo, en Buenos Aires. Así que desde el principio estuvo atravesado por este sentimiento común para los tres. Para todos nosotros, es un instrumento vital, y para todos nosotros el momento más duro es el que viene después de que la conversación se acaba y la pantalla se queda en negro. Es una soledad extraña, como el instante después de que un hechizo se acabe”, apunta Perotti.
En la obra, sus personajes se quieren sin haberse tocado, pero lo que podría parecer una idea romantizada del amor se convierte en una defensa de que ese sentimiento es fruto del esfuerzo y la constancia de dos personas. “Es un amor que es sinónimo de trabajo; es un amor de guerra”, comenta la pareja protagonista.
Nuevos significados
A lo largo de estos más de cuatro años desde que empezaron a girar con Próximo por varios países del mundo, la función ha evolucionado hasta tomar otra perspectiva tras la llegada del confinamiento. “Lo esencial de la obra no cambia. Es la historia de dos personas que desean estar juntas por encima de todo. Pero cambió el contexto. Algo que podía quedar ajeno a muchas personas y que podría resultar incomprensible para parte de la audiencia es ahora su día a día”, comenta la mitad argentina del reparto. “De repente, ya todo el mundo sabía de lo que estábamos hablando. Los espectadores ahora sienten con nosotros esa necesidad de abrazar a otro cuando sabes que no es posible antes de que el propio texto se lo explique”, explica el vallisoletano sobre esa complicidad inmediata que ahora se genera con el público.
En la última década, los tres han trabajado en distintos proyectos, ocupando diversos roles, a menudo dentro de un paraguas común que es la compañía argentina Teatro TIMBRe 4. Marín no solo ha sido actor de los espectáculos de Tolcachir, también ha actuado en las obras escritas y dirigidas por Perotti, que en Próximo es su compañero de reparto. “La dinámica que mantenemos es la de no parar de crear y de experimentar con independencia de qué rol desempeñemos luego”, dice el español. “A mí me entusiasma y me divierte ser director de escena por la mañana y actor por la tarde, el poder salir y entrar en distintos roles para no sentarse a esperar a que los proyectos lleguen. Si llega la obra ideal, a mí me va a pillar tratando de hacerla”, concluye Perotti.
Información: Próximo. Cuándo: martes y miércoles de abril a las 20:00 horas. Dónde: Teatro Infanta Isabel (Calle del Barquillo, 24. Madrid). Precio: Entre 15 y 18 euros.
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