Los provocadores y fabricantes de bulos se preparan para la guerra digital del 4-M
La otra campaña por la presidencia de la Comunidad de Madrid se disputa en las redes, donde se enfrentan vídeos, memes y bulos
El conocido tuitero de derechas Luis “Alvise” Pérez participaba el martes pasado a mediodía en una tormenta de ideas sentado en una terraza con vistas a la Puerta del Sol. Los presentes preparaban la estrategia para influir en las elecciones del 4 de mayo, cuando la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso se juega su asiento. Se habló de dar un golpe de efecto en la última semana de campaña; lo que los estadounidenses llaman una October Surprise (porque allí las elecciones son siempre a principios de noviembre). En la mente de todos estaba el viral Hola 2021, el vídeo de una joven segoviana que pide un capitán para España, o el vídeo del propio Alvise en que se ve al presidente Pedro Sánchez tomando el sol en la playa rodeado de muertos de la pandemia.
Alvise tiene experiencia en provocar incendios de última hora. Tres días antes de la elección catalana del 14 de febrero, durante un debate electoral, publicó un tuit con un bulo. Era un documento falso que mostraba una PCR positiva del candidato socialista, el exministro de Sanidad Salvador Illa. Supuestamente Illa estaba enfermo de covid-19 en el plató poniendo en riesgo a los demás candidatos.
“Hola @SalvadorIlla Entre la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) o demostrar que un Ministro y candidato autonómico de mi país miente...(elijo) la segunda”, tuiteó.
El Partido Socialista Catalán puso una denuncia ante la Fiscalía y el Grupo Quirón dijo que el documento era una falsificación. Alvise borró su tuit. Había conseguido su objetivo una vez más. Indignación y aplausos.
Si la elección del 4 de mayo en Madrid es para la derecha una batalla entre el comunismo y la libertad, Alvise es lo más similar que tienen a un kamikaze. Siempre dispuesto a cruzar las líneas rojas, el apodo de este sevillano de 31 años es trending topic con frecuencia, un nombre que provoca odio y admiración. Para sus patrocinadores, su capacidad de provocar sin miedo a los límites es una característica idónea para el cibercombate en las redes, el escenario de la nueva política hiperpolarizada donde este tipo de actores se han hecho fuertes.
La presidenta Isabel Díaz Ayuso suena segura respecto a sus opciones de victoria, pero en ciertos círculos de la élite madrileña hay mucho respeto al otro bando. En esas esferas, donde se mueve Alvise, la irrupción la semana pasada de Pablo Iglesias como candidato de Unidas Podemos ha causado cierto pavor.
“El peor error que puede cometer la derecha en la Comunidad de Madrid es confiarse”, decía Alvise el miércoles durante una entrevista en el centro de la capital. “Si salimos así vamos a perder, porque Iglesias es muy listo y detrás del PSOE hay un empedernido estratega llamado Iván Redondo y 300 más que trabajan para él dedicados a manipular emocionalmente a este país”.
Alvise ha estudiado bien al contrario. Habla de un vídeo de Redondo, antes de ser jefe de Gabinete del presidente Pedro Sánchez, en el que aparece hablando sobre una enseñanza de la política moderna: “Las tres emociones con las que se juega en campaña son: el miedo, el rechazo y la esperanza”. En la entrevista, Alvise menciona jugadas destacadas del rival en el terreno de las redes, como cuando en diciembre el presidente Sánchez o el exministro Illa mandaron un mensaje por Twitter al popular YouTuber Ibai Llanos, quien ha sido muy aplaudido por no trasladarse a Andorra para pagar menos impuestos.
“Es un ejemplo de cómo la izquierda sabe aproximarse a según qué líderes jóvenes de opinión para animarles”, indica Alvise. “Ahí hay un análisis previo. Es que Ibai mueve a muchísima gente. Y eso la izquierda sabe identificarlo. La derecha es mucho más torpe pero ahora está aprendiendo”.
Alvise tiene más de 224.000 seguidores en Twitter, una legión que ha amasado sobre todo durante la pandemia. En diciembre de 2019 dejó su empleo para Ciudadanos en Valencia, donde había trabajado para el diputado Toni Cantó, y se mudó a Madrid para dedicarse a tiempo completo a las redes.
Sus detractores lo ven como uno de los trolls más molestos de Twitter, pero su caso es algo distinto al del típico provocador: está financiado por donantes desconocidos, lo que desde ese punto de vista lo convierte en una nueva criatura, el troll premium. Según él, trabaja en equipo con productores de vídeo y abogados. Los primeros le ayudan a crear contenido; los segundos a defenderse de las consecuencias. Entre otros le han demandado el ministro de Fomento, José Luis Ábalos; la periodista de La Sexta Ana Pastor; o el Ministerio de Economía). Tiene donantes que costean toda la operación: “A la gente le gusta meter dinero para seguir informando y que no te ahoguen las causas judiciales”.
En su canal de Telegram, donde tiene más de 51.000 suscriptores, pide aportaciones por Bizum y a un número de cuenta bancaria. Un financiador conocido es Hazte Oír, la asociación de corte ultracatólico, cuyo logo aparece al final del vídeo de Sánchez en la playa. . Pero según él, esa colaboración fue puntual.
Asegura que no está en nómina de Vox ni del PP, pero se niega a revelar quién está detrás de él “para no causarles problemas”. Da otras pistas. “Para tener la información tienes que reunirte con mucha gente. Jueces, militares, altos cargos de la administración pública, políticos”, dice él. “Mi día es reunirme con mucha gente porque hay cosas que no puedes hablar por teléfono, porque quien se crea que en España hay derecho a la intimidad le recomendaría que despertara”.
Además de difundir información muchas veces falsa sobre figuras públicas, Alvise ha organizado durante la pandemia acciones políticas que han llamado la atención. Anunció un directo de YouTube para pedir la dimisión del Gobierno y lo llamó “la primera manifestación online de la historia”. También estuvo detrás del despliegue de pancartas gigantes contra Sánchez en el Paseo de la Castellana de Madrid y en el centro de Sevilla.
Alvise rechaza la etiqueta de provocador. Según él, es injusto que cuando ese comportamiento lo hace la izquierda se hable de “marketing político”. Se ve a sí mismo como la cara visible de un grupo de personas con ideales que quiere desmontar a una mafia.
“Me gustan tus tuits”
La extrema división en la contienda del 4 de mayo es gasolina para el mundo digital, que ya es visto por algunos como el escenario principal donde se disputan las campañas. Las redes le han arrebatado influencia política a la televisión, sobre todo a la hora de buscar el voto joven. Por ese motivo, Fernando Monzón, un experto en “marketing de guerrilla”, ve a Alvise como un valioso activo para la derecha. “La gente que le paga la fiesta se ponen cachondos con él porque por fin tienen a un jovenzano guerrillero que da la cara para defender a España”, dice Monzón, que es director de la agencia de mercadeo digital 3Lemon.
Monzón conoce bien a Ayuso, con quien trabajó en la campaña presidencial de 2015, cuando ella era jefa de redes del PP. Él cree que el éxito posterior de Ayuso en la primera plana política es imposible de entender sin ese conocimiento del nuevo medio y el nuevo lenguaje, donde triunfan la provocación, la victimización o las batallas culturales.
“Sabe lo que funciona, por eso ella es un meme constante”, dice Monzón. “La gente hace la broma con lo de que llevaba la cuenta del perro Pecas (de Esperanza Aguirre) pero se equivocan. Ayuso es una crack que sabe muy bien qué mensajes tienen éxito ahora”.
La cascada de memes y vídeos virales para influir en los votantes será más intensa cerca del día de la votación. La semana pasada circulaba un vídeo pro-Ayuso en el que salía Madrid en 3-D inspirado en la introducción de la serie Juego de Tronos. Al final aparecía el eslogan “Socialismo o Libertad”. Ayuso lanzó el martes una campaña de voluntarios bajo el lema #YoConAyuso, que en menos de 24 horas había reclutado a casi 6.000 inscritos, según fuentes del PP citadas por Europa Press.
Iglesias ha dicho que para desbancar a Ayuso, la izquierda tiene que ser capaz de movilizar a los barrios de Madrid, pero los expertos saben que ahora la revolución se hace meme a meme. “¿Acaso va a montar Iglesias barricadas en las calles? No, va a montar un ejército digital contra Ayuso”, dice Plácido Luis Sánchez, que al frente de la agencia Modelika crea contenido digital para los partidos y otros grupos de interés.
El éxito de la provocación se explica por el nuevo ecosistema mediático. Nos falta tiempo para procesar el ciclón de información que nos llega por cada vez más canales, así que triunfan los contenidos de más impacto, explica el consultor político Antonio Gutiérrez Rubí. “Es muy probable que esta campaña sea lo más parecida a una guerra de los memes”, dice Gutiérrez Rubí. “Aquel equipo de comunicación que sea capaz de crear los contenidos más incisivos y oportunos tendrá una capacidad de difusión extraordinaria”.
Basta caminar un poco por la calle de Madrid con Alvise para escuchar a alguien elogiándole. “Me gustan tus tuits”, le dice un tipo alto y calvo que le reconoce. “Gracias”, responde él sonriente. Cuenta que le llegan muchos e-mails de agradecimiento. Sus admiradores le ven como el intrépido azote de la izquierda, el Gobierno central y otros miembros del establishment mediático y empresarial.
Sus críticos creen que Alvise es un peligro para la convivencia por sus bulos y ataques sin pruebas. “Yo estoy frente a él no por ideología, sino porque gente como él, sin respeto por la verdad generan una sociedad peor”, dice Gerardo Torres, el tuitero que maneja la cuenta Gerardo Tecé, con más de 585.000 seguidores. “Compartir su contenido es darle alimento en mal estado a tu familia y Alvise un cocinero experto”. Torres ganó fama con el 15-M y su fórmula de éxito ha sido distinta: ironía y humor desde la izquierda.
Alvise cree que durante años la izquierda ha dominado las redes. Pero la derecha ya está reaccionando, cuenta, y cree que puede ganar la batalla. Él ya le da a la cabeza para preparar su golpe de efecto para el 4 de mayo: “Tengo ganas de dar alguna sorpresa”.
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