La presidenta-candidata arranca el maratón electoral en Sol

Isabel Díaz Ayuso resume en 33 minutos los beneficios de ser presidenta y aspirante a la reelección al mismo tiempo. Ocurre en la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol de Madrid, un centro de poder que el PP ocupa desde hace más de 25 años. La presidenta llega acompañada de dos consejeros que forman parte de su equipo electoral, y vestida con una chaqueta roja que la mimetiza con el color de la bandera regional, bien visible a su espalda. Ha decidido protagonizar la rueda de prensa del consejo de Gobierno, algo poco frecuente.

Solo un día después de que el PP denuncie a Pablo Iglesias ante la Junta Electoral por usar su despacho de vicepresidente para presentarse por Podemos, Díaz Ayuso deja boquiabiertos a sus rivales: con las elecciones del 4 de mayo en el horizonte, anuncia un plan de ayudas, acompañada por toda la púrpura de la presidencia. “¡Esto es un anuncio electoral!”, estalla inmediatamente una fuente del equipo de otro candidato a la presidencia de la Comunidad, porque el plan todavía no ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno y tampoco hay aún una partida para financiar esas subvenciones dirigidas a 78.000 entidades, entre autónomos, pymes y medianas empresas.

“A la rueda de prensa solo le faltaban unos globos y unos banderines para ser un mitin electoral”, se queja Pablo Gómez Perpinyà, de Más Madrid, que ve una jugada para captar el voto de la clase media empresaria. “Y la Puerta del Sol, aunque Ayuso esté acostumbrada a usar lo que le dé la gana como plató de televisión, no está para eso con unas elecciones convocadas”, añade. “Estamos consultando con nuestros servicios jurídicos si presentar un recurso ante la junta electoral en las próximas horas”.

“Mientras se denuncia que desde un despacho oficial se hacen propuestas de candidaturas, se usa la sede del Gobierno para promesas electorales una vez convocadas las elecciones”, coincide Pilar Sánchez Acera, del PSOE. “Vemos con estupor que la presidenta esté sacando medidas electoralistas”, remata Luis Miguel López Reillo, de UGT Madrid. “No es de recibo”.

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Mientras Díaz Ayuso habla, dos consejeros que son a su vez miembros de su equipo de campaña le rodean. Así, Javier Fernández Lasquetty, titular de Hacienda, tiene el encargo de elaborar los argumentarios del partido para las elecciones. Y Enrique Ossorio, al frente de Educación, se desempeña como portavoz gubernamental mientas coordina el programa electoral. Esa mezcla de intereses públicos y privados se concentra en la explicación de las ayudas a los sectores más afectados por la pandemia, convertida en un ataque constante al Gobierno nacional de PSOE y Podemos.

“Vamos a aprobar compensaciones económicas para sectores afectados por la pandemia y excluidos de los 11.000 millones de euros en ayudas del Gobierno de España”, dice Díaz Ayuso. “Estamos hablando de 78.000 entidades, en las cuales trabajan más de 230.000 personas”, añade Lasquetty. “El montante en este momento no es posible calcularlo. A lo largo del mes de abril se abrirá el plazo de presentación de solicitudes”.

Para cuando termina la rueda de prensa, no se sabe con certeza cuándo llegarán las ayudas; ni a cuánto ascenderá el montante global. Los pocos detalles factuales —beneficiarán con hasta 3.000 euros a autónomos y con hasta 200.000 a empresas que hayan visto afectado en al menos un 30% su negocio por la pandemia— vienen acompañados de un detallado listado de beneficiarios potenciales. O lo que es lo mismo, de votantes en potencia para las elecciones del 4 de mayo. “Peluquerías, ferreterías, centros de estética, talleres, pequeños comercios de electrodomésticos o decoración, librerías”, se enumera en las intervenciones, apelando directamente a sus dueños antes del 4 de mayo.

Mezcla de intereses

Los estrategas de todos los presidentes que se presentan a la reelección diseñan el último año de la legislatura como un compendio de anuncios que sirva al candidato de trampolín hacia las urnas. En general, sin embargo, procuran que un portavoz gubernamental intermedie en esos momentos. No ocurrió ayer en la Real Casa de Correos, donde tampoco es la primera vez que se mezclan los intereses generales y los partidistas.

El miércoles 10, la presidenta anunció su decisión de disolver la Asamblea y convocar un adelanto electoral con el despacho en el que se mantienen las reuniones del consejo de Gobierno como escenario. Inmediatamente, la candidata del PP evitó pedir el voto, pero cerró su intervención lanzando su eslogan de campaña: “Quiero que ahora sean los madrileños quienes eligen entre el socialismo o la libertad”.

Esa simbiosis entre presidenta y candidata se mantendrá hasta el día de las elecciones. “Estamos centrados en Madrid, y luego, ni siquiera en paralelo, muy por detrás, está la campaña”, aseguró Díaz Ayuso. Ayer, sin embargo, el Gobierno pareció entrar al completo en modo electoral. Queda más de un mes para el inicio oficial de la campaña, pero en Madrid ya todo lo que sucede tiene que ver con las elecciones del 4 de mayo.