La vacunación avanza en Madrid entre el “éxito” de Ayuso y las quejas de sanitarios
Los sindicatos critican el envío de jeringuillas inadecuadas y de listados de pacientes desactualizados
Isabel Díaz Ayuso inauguró este jueves el centro de vacunación instalado en el futurista Wanda Metropolitano mientras los trabajadores sanitarios se quejaban de las dificultades con las que afrontaron el primer día de inyecciones en los 262 centros de salud de la región. “No hay ningún problema de organización”, aseguró la presidenta con el césped del Atlético como telón de fondo, mientras los sindicatos criticaban que a la Atención Primaria hubieran llegado jeringuillas inadecuadas, listados de pacientes desactualizados y órdenes contradictorias para empezar a inyectar a mayores de 80 años y profesores menores de 55.
El Wanda Metropolitano y los 262 centros de salud de Madrid están en la misma región, pero ayer parecieron pertenecer a dos planetas distintos. Díaz Ayuso visitó el estadio del Atlético, donde se aspira a vacunar a entre 350 y 400 personas cada hora, y describió un operativo vanguardista y rompedor. De los grandes aparcamientos a los espacios abiertos, la presidenta detalló una a una las bondades de una de las instalaciones en las que quiere centrar la macrovacunación de los madrileños cuando haya suficientes dosis. En contraste, los profesionales de los centros de salud se quedaron sin visita oficial, y pasaron todo el día haciendo malabarismos para acomodar su actividad diaria y los espacios de trabajo a la avalancha de pacientes. La queja de los sindicatos fue unánime.
“Es un escándalo que habiendo vacunas el problema sea el tipo de jeringuillas, la falta de espacio, y la de personal”, lamentó Víctor Jiménez, vicepresidente de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), que recordó que no se ha reforzado el servicio de tarde, del que además se ha detraído al personal de refuerzo para que vacune a los profesores. “Como siempre, la imaginación y el esfuerzo de las enfermeras han hecho que todo salga mucho mejor de lo esperado”.
Para apurar los viales de la vacuna, inicialmente destinados a cinco dosis, y lograr una sexta, los sanitarios tienen que usar una jeringuilla y aguja específicas. Aunque la Consejería de Sanidad negó ayer que estas no se estuvieran distribuyendo — “tienen”, sentenció un portavoz— decenas de centros de salud tuvieron que utilizar las que ya tenían en sus instalaciones, porque las que les llegaron junto a las vacunas eran de otro tipo. La situación sorprendió a los profesionales, puesto que el Gobierno se ha gastado más de 600.000 euros en los últimos 15 días para hacerse con millones de las jeringuillas y agujas adecuadas.
“Esto ha sido todo muy precipitado, ha habido improvisación, y la consecuencia es el desastre y una situación caótica”, describió Marisa Fernández, enfermera de atención primaria en Vallecas y representante de CC OO. “Los listados de pacientes son un caos, porque incluyen personas fallecidas, así que los hemos depurado al máximo”, siguió. “Ha habido algún centro a los que no han llegado las jeringuillas de 1 milímetro para poder sacar las seis dosis”.
“Ha habido problemas lógicos de organización, de previsión, de las jeringuillas, de listas, los problemas propios de los ciudadanos, que son muy mayores”, amplió Julián Ordoñez, de UGT.
“La organización de esta campaña está siendo desastrosa”, remató el sindicato SATSE en un comunicado. “Parece imposible que se pueda hacer peor y que la desorganización y falta de planificación sea tan evidente. Parece un boicot a la Atención Primaria”.
Ninguna de esas quejas debió de llegar a oídos de la presidenta regional mientras intervenía en el Wanda Metropolitano con el atril de las grandes ocasiones y el majestuoso césped del Atlético de Madrid como telón de fondo.
Mientras los mayores de 80 años eran citados para empezar su vacunación durante la tarde en los centros de salud, como los profesores menores de 55 años, la líder del PP prefirió visitar por la mañana el estadio, donde ayer empezó a inyectarse a policías, bomberos y personal de protección civil.
Esa agenda de compromisos resumió dónde están las prioridades del Gobierno regional. La Comunidad quiere urdir una red de centros de macrovacunación entre el Wanda, el hospital Isabel Zendal, el WiZink Zender y el Palacio de Vistalegre. Por ahora, sin embargo, solo están operativos los dos primeros, en los que la Administración opera sin coste alguno —la consejería no aclaró ayer si habrá que pagar por los otros dos—. Y en el estadio solo se podía pinchar ayer a 16 personas a la vez, en ocho puestos dobles.
“Cumplimos de manera escrupulosa los criterios del Ministerio”, defendió Díaz Ayuso. “Queremos demostrar que Madrid no tiene ningún problema logístico ni mucho menos de organización. Prueba de ello es que se ha programado la vacunación en distintos puntos en un tiempo récord”.
La gestión eficaz que describió Díaz Ayuso no contrastó únicamente con lo descrito por los trabajadores sanitarios. Al final del día, el ministerio de Sanidad publicó el informe diario en el que recoge la marcha de la vacunación en cada región. Según esos datos, la Comunidad de Madrid solo ha administrado un 64,8% de las vacunas recibidas, para un total de 392.366, con 171.359 personas totalmente inmunizadas.
En toda España, solo el País Vasco ha puesto un porcentaje menor de vacunas (61,7%).
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