El Gobierno ofrece a la Policía Nacional para investigar las fiestas clandestinas
El delegado atribuye el aumento de celebraciones a la “sensación de impunidad” que causa la “confusión” en las restricciones autonómicas
La Policía Municipal ha detectado ya unas 2.000 fiestas ilegales en lo que va de año. Con este dato, el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, ha ofrecido al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid la colaboración de la Policía Nacional para investigar quién promueve las fiestas ilegales y en qué condiciones se alquilan los pisos turísticos en los que, dijo, se están celebrando. Además, ha atribuido el auge de estas celebraciones a la “sensación de impunidad” por la “confusión” en el cambio de criterio en las restricciones autonómicas.
El delegado del Gobierno señaló que, aunque el problema de las fiestas ilegales también ocurre en casas particulares, son los pisos turísticos los que ofrecen más posibilidades por el anonimato de los organizadores. El delegado del Gobierno se reunió ayer con varias asociaciones de vecinos de Madrid, que le transmitieron que están preocupadas por el ruido, la inseguridad y la posibilidad de propagación de la covid que provocan estas celebraciones clandestinas. “Los pisos turísticos deberían estar perfectamente regulados, y sin embargo, en ellos, se están celebrando fiestas que atentan contra la salud pública”, remarcó el delegado.
Enrique Villalobos, el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), subrayó que estas fiestas ilegales no están organizadas por jóvenes. “Tienen que tener dinero para alquilar un piso turístico y los gastos que conlleva la fiesta”, explicó. “Son de 25 años en adelante. Algunos están relacionados con el ocio nocturno porque tienen la infraestructura. Desde sus equipos de música, a camareros o DJ”. En su opinión, “lo peor es que se lucran y ponen en riesgo la salud de las personas”.
Desde las asociaciones también mencionaron, aunque admitieron que son una minoría, que existen paquetes turísticos de fin de semana, que se contratan en otros países por 150 euros, para salir de fiesta en la capital. Vienen, recalcó Villalobos, de otros lugares como Francia, donde está prohibido servir comidas en los restaurantes y el toque de queda es a las seis de la tarde.
Esta misma semana, la Policía Municipal desmanteló tres fiestas ilegales en la noche del martes al miércoles y abrió más de un centenar de expedientes sancionadores a 62 personas. Pero fue sobre todo la boda sin mascarillas celebrada en el Casino la que ha llevado a que la Comunidad de Madrid abriera una investigacio sanitaria.
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