La Comunidad de Madrid segrega en un informe a los contagiados nacidos fuera de España
Sanidad defiende el valor epidemiológico del dato y la oposición alerta de que incita al racismo
El último informe sobre la situación del coronavirus en la Comunidad recoge por primera vez un dato que ha puesto en alerta a la oposición de la Asamblea: el 40% de los contagiados en la región desde el 11 de mayo no había nacido en España. Aunque los técnicos de Salud Pública del Gobierno defienden la relevancia epidemiológica de esa estadística, porque permite perfilar qué población es la afectada, el PSOE teme que “dé alas al racismo”, y Más Madrid que sirva para “estigmatizar”, mientras que Unidas Podemos reclama saber “qué criterios científicos” se han seguido para incluir la frase. Los expertos consultados se dividen entre los que niegan que el dato sirva para frenar la epidemia y los que ven en él una práctica habitual que ayuda a identificar dónde hay un mayor riesgo de transmisión.
Con los nuevos positivos y las hospitalizaciones por coronavirus disparadas en Madrid, una región que ya acumula más de 15.000 muertos y 100.000 contagiados por la enfermedad, el informe semanal del servicio de epidemiología de la dirección general de salud pública de Madrid explicitó el martes que “continúa el aumento de casos detectados” y que la pandemia azota especialmente a Alcobendas, Fuenlabrada y Parla, además de a los distritos capitalinos de Usera, Carabanchel y Puente de Vallecas. El documento, que ya estuvo en el centro de la polémica tras ser alterado por reflejar un número de asintomáticos detectados (7,6%) distinto al que defendía el consejero (60%), recogió una referencia novedosa: “La proporción de casos confirmados para el total del periodo [del 11 de mayo al 16 de agosto] en personas nacidas fuera de España fue del 40% y para los últimos 14 y 7 días esta proporción es de un 47%”.
La estadística, que se usa en los balances de seguimiento de otros virus, como el VIH, nunca se había empleado en el informe regional. Y aunque la Comunidad defiende la utilidad del dato, la oposición y algunos de los expertos consultados discrepan y se muestran preocupados por su uso en un documento oficial.
“En todos los análisis epidemiológicos es conveniente una correcta descripción de los afectados”, argumentaron los técnicos de Salud Pública de la Comunidad de Madrid a través de un portavoz de la consejería de Sanidad. “Y lo mismo que la edad y el sexo, cuando la procedencia es una variable que destaca, es conveniente marcarla. No por relevancia clínica, pero sí epidemiológica, porque el mejor conocimiento de la población afectada hace que se puedan adaptar mejor las medidas de salud pública dirigidas a su control”.
Entre los expertos, la utilidad de los datos despertó opiniones llenas de contrastes y matices. “Desagregar por personas nacidas fuera de España no tiene ningún sentido epidemiológico ni ninguna lógica de Salud Pública”, contrapuso Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la Organización Mundial de la Salud. “La forma en que se está haciendo no tiene ningún valor para diseñar estrategias epidemiológicas y no permite analizar si los casos son importados o no. No aporta nada para detener la expansión del virus. No es habitual publicar este dato y mucho menos cuando no agrega valor e introduce confusión”, opinó. Y remató: “Distinto seria si la información fuese desagregada por lugar de residencia habitual: Comunidad de Madrid, otras Comunidades, otros países de la UE y terceros países fuera de la UE”.
”A priori, esa información no es necesaria, excepto si es muy diferente de la de los nacidos en España”, opinó Enrique Bassat, epidemiólogo en el Instituto De Salud Global de Barcelona. “A no ser que indique diferencias donde se pueda intervenir, es racista e innecesaria”.
No obstante, el estudio nacional de sero-epidemiología para la covid-19, publicado en julio, también distinguía entre nacionalidad española, y otras. Y hay epidemiólogos que le ven utilidad al dato.
“Puede tener sentido si se piensa que la Comunidad puede tener muchos casos importados, que no creo que sea el caso”, expuso el epidemiólogo Pere Godoy. “Tiene un interés limitado”, siguió. “Lo que puede tener un papel relevante son las desigualdades que globalmente tiene un grupo muy heterogéneo como el emigrante”, añadió. “Quizás es en ese sentido en el que lo han empezado a incluir para hacer intervenciones que reduzcan el riesgo superior que haya en esas poblaciones. Tiene que ser información para la acción”.
“Recoger el país de nacimiento es una práctica habitual en las estadísticas y estudios epidemiológicos”, finalizó Carmen Vives-Cases, presidenta saliente de la Sociedad Española de Epidemiología. “Es un indicador básico como la edad, el sexo o el lugar de residencia y permite identificar a grupos en desventaja social que también pueden estar más expuestos a factores de riesgo o a la propia enfermedad precisamente por su situación social”.
Fomentar el racismo
La Comunidad de Madrid, que lleva dos meses argumentando que la llegada de pasajeros contagiados a través del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas es un peligro, también publica los países de origen de los casos que considera importados (128 desde el 11 de mayo). Una combinación que los partidos de la oposición ven peligrosa.
“El dato de casos confirmados en personas nacidas fuera de España solo da alas al racismo de la extrema derecha”, advirtió José Manuel Freire, diputado del PSOE y exconsejero de Sanidad del País Vasco. “¿Cuál es su interés epidemiológico?”, se preguntó. “Realmente no aporta nada, solo sirve para fomentar la xenofobia. Como no pocos emigrantes viven en circunstancias difíciles, es lógico que la epidemia les golpee más”, se contestó. Y planteó: “¿Por qué no lo ponen por nivel de estudios o por nivel de ingresos? ¿No tiene eso más interés como variable epidemiológica? Eso demostraría lo que ya nos está diciendo el análisis geográfico: hay más casos donde vive mayor porcentaje de gente con bajo nivel de renta”.
“En vez del % de extranjeros, deberían poner el % de personas con condiciones socio-económicas malas, que es lo que realmente impacta en la salud”, coincidió Mónica García, de Más Madrid. “A no ser que el objetivo de ese dato sea estigmatizar, porque lo que está demostrado es que la enfermedad -no solo el coronavirus- se ceba con la desigualdad y los distritos con rentas bajas”, siguió. “Podrían señalar por múltiples factores: patologías previas, rentas medias del distrito, trabajos que desempeñan…”
“No tiene ningún sentido ni aporta nada al control epidemiológico diferenciar los contagios de la región por personas nacidas dentro y fuera de España”, completó Vanesa Lillo, de Unidas Podemos IU Madrid en Pie. “Les preocupa más generar relatos para inventarse culpas que asumir su responsabilidad sobre la salud y los factores socioeconómicos que influyen en ella”, argumentó. “Lo que detiene la expansión del coronavirus es garantizar recursos en salud pública y atención primaria que permitan un rastreo en condiciones que permita identificar a las personas asintomáticas”, recordó. “De la misma manera que conocer los casos asintomáticos sí ayuda para conocer la eficacia del rastreo, y el Gobierno eliminó esos datos de los informes, el Gobierno regional debería responder a qué criterios científicos ha seguido para introducir esa frase tan tendenciosa, que no ayuda a combatir ni el virus ni el odio racista que están aprovechando a poner en práctica algunos sectores”.
Madrid mira a septiembre con la inquietud de que los brotes de agosto se conviertan entonces en una segunda ola de casos positivos que vuelva a estresar el sistema sanitario, como entre marzo y mayo. Y la búsqueda de herramientas con las que combatir el virus, predecir su avance, e intentar cortar la cadena de transmisión, no cesa. En los informes ya se distingue entre nacidos en España y fuera.
Tres hospitales suspenden cirugías
La Comunidad de Madrid notificó el miércoles 1.033 pacientes hospitalizados por covid-19, superando la barrera de los 1.000 ingresados y rebasando el límite de los 100.000 positivos detectados a través de PCR. Como consecuencia, tres hospitales madrileños—el Gregorio Marañón, el 12 de Octubre y el Hospital Universitario de Móstoles— han tenido que suspender cirugías de su servicio ambulatorio o de quirófanos de tarde por el aumento de casos de coronavirus que se está registrando en la región. Así lo confirmó el miércoles el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, durante una visita a un dispositivo de realización de pruebas PCR en el distrito de Villaverde. “Forma parte de una estrategia, es algo programado”, dijo el integrante del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, refiriéndose al plan de elasticidad que ha establecido el Ejecutivo para que los hospitales adapten sus servicios y recursos a la evolución de la pandemia.
En el Hospital Universitario de Móstoles se han suspendido la Cirugía Mayor Ambulatoria programada, las cirugías programadas, y la actividad de la consulta de enfermera de técnicas del dolor, de los estudios de sueño y la fibrobroncoscopia, excepto en Urgencias. En el Hospital 12 de Octubre se ha suspendido la cirugía mayor ambulatoria, al igual que las cirugías programadas, y también se ha anulado la actividad de consultas externas.
Y en el Hospital Gregorio Marañón lo que se ha suspendido, durante esta semana, ha sido la actividad extraordinaria de tarde del servicio de cirugía general, esto es, los quirófanos que se habían abierto por la tarde para disminuir la lista de espera generada por la supresión de cirugías durante la pandemia. (EFE)
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