Madrid no impondrá de momento el uso obligatorio de las mascarillas

¿Debe ponerse la mascarilla cuando camine por las calles de Madrid o acuda a un bar a tomarse una cerveza en una terraza? Sí, siempre y cuando no pueda mantenerse la distancia de más de un metro entre los miembros del grupo. ¿Debe ponerse la mascarilla cuando esté en casa con unos amigos? No, pero. Ese pero ha sido la única novedad en la primera rueda de prensa que ha convocado el consejero de Sanidad de la Comunidad, Enrique Escudero, en cuatro meses.

“Me veo obligado a insistir aún más en el uso de la mascarilla. Recomendamos su utilización en reuniones privadas aun cuando se pueda guardar la distancia de seguridad entre personas no convivientes”. El Ejecutivo madrileño recomienda, pero no obliga. Madrid, por tanto, sigue siendo junto a las Islas Canarias la única comunidad que mantiene como no obligatorio el uso de las mascarillas, pese a las presiones de las asociaciones de médicos, de la propia vicealcaldesa, Begoña Villacís, de los partidos de la oposición en el Ayuntamiento y en la Comunidad o de regiones como Andalucía, que incluso son del mismo color político.

La realidad de las calles de Madrid demuestra que su uso se ha extendido entre la mayoría de los madrileños sin ningún decreto. Un simple paseo por la Gran Vía o la Puerta del Sol muestra el grado de conciencia de la pandemia entre los ciudadanos. Tanto es así, que la celebración del 34º título de Liga del Real Madrid en la fuente de Cibeles apenas congregó a un par de forofos alrededor de los leones. Son muy pocos los que la llevan en el codo, en el cuello o en la muñeca. Sin embargo, ¿por qué la región no decreta su uso obligatorio? “La administración no puede seguir al ciudadano 24 horas”, dijo Ayuso tras un encuentro con los jóvenes del PP el lunes en San Lorenzo de El Escorial.

El vicepresidente, Ignacio Aguado, anunció este miércoles en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que la Comunidad impondría el uso obligatorio de las mascarillas este mismo jueves si el Ministerio de Fomento no escucha sus recomendaciones: más controles en Barajas. Desde el fin del Estado de alarma hace poco más de un mes, Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado han lanzado el mismo mensaje. “Barajas es un coladero”. “Se hacen pocos controles”. “Exigimos al Gobierno de España que se hagan planes”. En junio, incluso, la presidenta fue más allá: “El virus es prácticamente inexistente en Madrid a no ser que entre por Barajas. Hagamos un plan urgente porque lo que está pasando en Barajas va a pasar en todos los aeropuertos”.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, contestó a los populares con cifras en el Senado. “La idea de que Barajas es un coladero es falsa”, dijo. La cifra de vuelos ha disminuido muchísimo en Madrid con respecto a los mismos días del año anterior. “Es el aeropuerto que menos presión está teniendo ahora”, observó. Y puso como ejemplo los vuelos de junio, cuando solo llegaban aviones del espacio Schengen: 26 países de Europa que han abolido las fronteras comunes, de los cuales 22 forman parte de la Unión Europea. Según las cifras de Ábalos, se habían detectado tres casos de coronavirus en Barajas durante la última semana de junio. “¿Cuánto representa eso respecto al virus que se está moviendo por España? No veo a ningún alcalde de París o Roma cuestionar la seguridad de los aeropuertos”.

Los controles en Barajas son muy simples. Cualquier ciudadano que pise suelo español desde el exterior deberá rellenar un formulario, tendrá un control de temperatura y una inspección ocular. Para el Ejecutivo de Ayuso esto es “un paripé”. Y exigen un test de coronavirus en origen 48 horas antes de subirse al avión que les lleve a Madrid. El consejero de Sanidad, Enrique Escudero, se ha reunido con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, este jueves. Allí, según ha contado, le ha planteado las recomendaciones que el Gobierno madrileño quiere que imponga el Ejecutivo de Sánchez en el aeropuerto. El ministerio de Fomento sigue tajante y no variará los controles. Madrid, sin embargo, no ha decretado el uso obligatorio de las mascarillas, pese al anuncio del vicepresidente Aguado.

El consejero de Sanidad ha contado en la rueda de prensa que también ha sido felicitado por el ministro de Sanidad por el “uso generalizado” de las mascarillas. “No ha visto necesario que se decrete un uso obligatorio”, ha comentado Escudero, que no descarta tomar esta decisión si los contagios siguen aumentando.

La región cuenta ahora mismo con 182 rastreadores. Es decir, un rastreador por cada 37.000 habitantes. En Alemania, por ejemplo, existe uno por cada 4.000. Madrid tiene siete rebrotes activos. Según el consejero, hay 100 hospitalizaciones y 25 positivos en la UCI. “El perfil de los rebrotes de la región es en el ámbito familiar y empresarial. Ahí el uso de la mascarilla se hace en la intimidad y la administración no alcanza a llegar. Queremos insistir en las campañas de concienciación. Hemos detectado el cambio de tendencia en los jóvenes”. Y pese a esta tendencia, el Ejecutivo sigue sin decretar su uso obligatorio.

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