La decana de los arquitectos de Madrid se enfrenta a una moción de censura que la deja al borde de su salida

La decana del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), Belén Hermida, se enfrenta a una moción de censura en medio de fuertes críticas por su gestión, según ha podido saber este periódico. La medida promovida por los grupos de oposición es el último episodio de una larga crisis de poder en la influyente institución madrileña y podría poner fin a su decanato. Antes de la pandemia Hermida ya había sufrido un duro golpe cuando dimitió la mitad de su equipo de gobierno. Su gestión, que comenzó hace un año, ha estado marcada por su controvertido silencio en el caso de intrusismo de la líder de Vox Rocío Monasterio y polémicas decisiones de ordenación interna.

Un portavoz de la institución confirmó que la oposición ha presentado en la mañana de este martes un escrito con la firma requerida de los dos tercios de miembros de la Junta de Representantes. El documento con 52 firmantes pide una votación para sacar del poder a Hermida y a los seis miembros de la Junta de Gobierno que aún le apoyan.

A primera hora de la noche Hermida y su Gobierno estaban reunidos para estudiar la respuesta.

Si la moción cumple los requisitos y es admitida a trámite deberá ser sometida a una nueva votación en Junta de Representantes donde solo será necesaria una mayoría simple. Posteriormente se celebraría un referéndum para buscar la ratificación de los más de 10.000 arquitectos colegiados.

La oposición espera que Hermida y su equipo eviten este proceso optando por la dimisión. “Si dimite tendría una salida honrosa”, dice Pilar Pereda, portavoz de ADN COAM, uno de los grupos de la oposición.

La recogida de firmas para la moción de censura se puso en marcha a principios de año pero la pandemia interrumpió el proceso, según fuentes de la oposición. Al final de febrero ya estaba claro que la decana estaba perdiendo apoyos clave porque presentaron la dimisión siete de los 14 miembros de su Junta de Gobierno.

Hermida fue elegida decana en elecciones en la primavera del año pasado. En poco tiempo despertó las críticas de los grupos de la oposición porque contrató para un puesto de nueva creación a la secretaria de la anterior Junta de Gobierno. Según sus críticos esa contratación para un puesto de poder era un fraude de ley, ya que los Estatutos prohíben que los miembros del decanato anterior repitan mandato.

En el otoño el clima en el colegio empeoró cuando Hermida optó por callar durante semanas sobre las pruebas de intrusismo contra la líder de Vox, Rocío Monasterio, que reveló EL PAÍS.

La decisión de reformar la Oficina de Concursos o las acusaciones de Hermida contra un decano anterior, José Antonio Granero, fueron también motivo de polarización. Los críticos también señalan que durante la pandemia la actividad del COAM ha sido casi nula, pero el portavoz de la institución destaca que el colegio ha seguido dando servicio a los colegiados con normalidad.

“La gestión de los últimos meses ha sido lamentable y ha dejado al colegio bajo mínimos”, critica Fernando Landecho, portavoz del grupo opositor Nuevo COAM. “Hace falta una junta fuerte y unida para reconstruir el COAM y afrontar la complicada situación económica en los próximos meses”.