El consejero de Sanidad dice que Madrid incumple el ratio de camas para la fase 1, pero puede alcanzarlo
Enrique Ruiz-Escudero admite que la Comunidad tendría que volver a la situación de marzo
Enrique Ruiz-Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha reconocido este viernes que la Comunidad de Madrid no cumple ahora mismo estrictamente los criterios cuantitativos del Gobierno central para pasar a la fase 1 de la desescalada, como ha solicitado. En todo caso, el decreto que regula los cambios de fase deja un margen de cinco días para cumplir los requisitos, y habla de “disponer, o tener acceso, o capacidad de instalar”, a lo que se acoge ahora el Ejecutivo madrileño. Aunque el integrante del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha defendido la decisión de pasar a la fase 1, que provocó el jueves la dimisión de la directora general de Sanidad Pública, Yolanda Fuentes, su propia comparación de los requisitos y los recursos actuales del sistema sanitario madrileño ha demostrado que la región tendría que afrontar una ampliación de sus infraestructuras antes del lunes. “Se ha demostrado la flexibilidad del sistema”, ha dicho Ruiz-Escudero.
El gobierno requiere que haya dos camas de unidades de cuidados intensivos por cada 10.000 habitantes, lo que en Madrid se traduciría en 1.400, según ha recordado el consejero, especificando que la Comunidad tiene ahora mismo 1.350 camas de ese tipo, aunque llegó a tener 1.942 durante el punto álgido de la crisis. Lo mismo pasa con las camas hospitalarias. Ahí tampoco cumple Madrid el criterio del Ministerio de Sanidad, ha reconocido Ruiz-Escudero: el Gobierno central reclama entre 37 y 40 camas por 10.000 habitantes, lo que se traduciría en 24.750 camas en el tramo más bajo de la horquilla. La Comunidad, ha dicho el consejero, tiene ahora mismo 17.000, aunque ha llegado a tener 24.730 sin contar el hospital del Ifema ni los hoteles medicalizados. Es decir, se podría alcanzar el criterio, pero no se cumple ahora mismo.
Hay otras cifras que complican las pretensiones de Madrid. Ahora mismo hay 537 personas ingresadas en camas de unidades de cuidados intensivos. Antes de que comenzara la crisis, el sistema público disponía de 540. En consecuencia, al día de hoy, Madrid tiene colmadas sus capacidades (sin contar con los centros privados) para una situación normal.
Esos datos explican por qué el Gobierno central ya ha trasladado su más que posible negativa a que la Comunidad de Madrid acelere la vuelta a la normalidad, relajando las medidas de confinamiento y distanciamiento físico: tendría que fiarse de que el lunes habrá unos recursos que hoy no existen.
“Pero no digan que Madrid no tiene capacidad, porque la ha demostrado”, ha dicho Ruiz-Escudero durante una comparecencia en la comisión de Sanidad de la Asamblea. “Se ha demostrado la capacidad de respuesta, la flexibilidad”, ha seguido. Y ha lanzado: “El que tiene que garantizar si nosotros cumplimos para pasar es el Gobierno de la nación. No está en nuestras manos garantizar que cumplimos los requisitos”.
Además, el consejero de Sanidad ha hecho una defensa cerrada de la decisión de pasar a la fase I de la desescalada. “Contamos con el aval de los datos asistenciales: 83% menos de hospitalizaciones, 64% menos de camas de UCI en el último mes, ha disminuido significativamente el número de pacientes en atención primaria, de 24.081 en el pico, a 2.244 en mayo, un descenso de casi el 90%”, ha explicado ante la oposición, que en bloque ha mostrado sus dudas sobre la decisión. “Contamos también con una capacidad asistencial ampliable. Esta es la información que nos da la medida de la situación ante la desescalada”.
No ha sido el único tema tratado en la comisión. La dimisión el jueves de Carmen Yolanda Fuentes, directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, en protesta por la decisión de solicitar la fase 1 en contra de su criterio ha marcado la jornada. El Gobierno regional entregó su solicitud sin su aval pasadas las diez de la noche. Así, esos informes fueron enviados sin el respaldo de la que, hasta entonces, era la encargada de gestionar la crisis en Madrid, la máxima autoridad técnica en este ámbito. La Consejería de Sanidad alegó que los informes no necesitan firma: “No lo tiene que firmar nadie. Es un documento con indicadores, con casillas para rellenar. Y lo entrega la Consejería”.
“Por favor, espero que explique el motivo de la dimisión. Y si la petición de pasar a la fase I responde a la defensa de la vida o a la de los mercados”, ha reclamado la portavoz de Sanidad de Unidas Podemos, Vanessa Lillo. “Estamos muy preocupados. Pero esta preocupación se ha acrecentado por la dimisión y porque Ayuso ha dicho que hacía días que no hablaba con ella”, ha continuado la representante de Vox, Gádor Joya.
“Antes teníamos preguntas que realizarle sobre hospitales, UCIS, etcétera, pero ahora tenemos otro tanto que entierra las demás. Queremos saber por qué se ha decidido pasar a la fase I, quién ha decidido eso, si siguiendo criterios económicos o los de salud”, ha insistido Mónica García, de Más Madrid. “Brilla por su ausencia la presencia de expertos”, ha recordado el socialista José Manuel Freile.
En estos momentos hay 337 personas en cuidados intensivos y ese dato es el que ha esgrimido el consejero para justificar la petición para pasar a la siguiente fase. Es la capacidad que tenía Madrid antes del estallido de la crisis.
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