Ayuso promete ahora renovar hasta diciembre a los más de 8.000 sanitarios contratados por el coronavirus

Isabel Díaz Ayuso se ha comprometido este martes a renovar hasta diciembre los contratos de los más de 8.620 sanitarios a los que ha empleado temporalmente la Comunidad de Madrid para hacer frente a la avalancha de contagios por el coronavirus. Jubilados, en excedencia, estudiantes, personas llegadas de otras Comunidades Autonómas... El Gobierno regional tuvo que hacer un llamamiento cuando el virus comenzó a expandirse. Era imposible mantener el sistema con los efectivos con los que contaba, una plantilla que ha ido menguando desde hace más de una década por los recortes.

La mayoría de esos acuerdos duraban hasta finales de mayo o junio, y la presidenta regional no había aclarado su futuro. De hecho, tanto ella como el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, lo habían dejado en el aire en distintas ocasiones a pesar de la insistencia de las gerencias de los hospitales, la atención primaria y los sindicatos; todos han hecho alusión durante las últimas semanas a la necesidad de mantener ese apoyo, al menos, hasta pasado el verano, y preferiblemente hasta final de año.

“Una semana después, cuando Madrid ya sabe que será una de las mayores beneficiarias de los 16.000 millones de euros del fondo del Gobierno a las autonomías por la crisis de la covid-19, Díaz Ayuso se pronuncia”, alude Fernando Hontangas, del sindicato Csif. Y apunta a la reunión del pasado martes con la Consejería de Sanidad: “Como siempre, ambigüedad, que irían viendo dependiendo de cómo fuese la situación”.

Julián Ordóñez, de UGT, explica que, hasta ahora, el único compromiso que habían conseguido arrancarle a la Comunidad es que “los profesionales que han trabajado durante la crisis y no estaban en bolsa [una lista de la que los hospitales van tirando para las contrataciones en base a una puntuación por experiencia, méritos, etc.] entraran directamente, en vez de esperar a que se abra ese proceso, que suele ser una vez al año, en octubre”.

“Meses de incertidumbre”

Ya este lunes, Díaz Ayuso dijo en una entrevista a Onda Cero que no iba "a perder a un solo profesional necesario. A su vez, quiero seguir reforzando las residencias, la atención primaria…, no tenemos pensado deshacernos, ni dejar de contratar a ninguna persona”, siguió. “Todo lo contrario. Lo que pasa es que no me gusta que me presionen. Cuento con todos los sanitarios que hemos tenido, pero necesito llevarme por la necesidad. Va a haber bajas. Sustituciones. Tiene que haber descansos. Llegan meses de incertidumbre”.

Un día después, y tras 15 de polémica, la solución fue anunciada en una entrevista en Es Radio. La Comunidad de Madrid ampliará todos esos contratos temporales para doctores, enfermeros, técnicos, conductores de ambulancia o administrativos. O esa es su promesa, porque por el momento, no se ha cumplido.

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Distintos sanitarios, sobre todo enfermeras, llevan al menos 15 días denunciando que se les está poniendo el cese encima de la mesa justo en el momento de firmar el contrato. Se incorporaron en el momento más crudo de la pandemia y el trabajo, urgente y prioritario, hizo que esos acuerdos quedaran en un cajón; un mes y medio después, cuando por fin iban a formalizarlo, se han encontrado con que el compromiso de tres meses de trabajo no solo no iba a cumplirse sino que los cesaban al día siguiente.

Ocurrió, por ejemplo, la pasada semana con un grupo de enfermeras de uno de los hoteles medicalizados de la capital a las que habían reclutado desde distintas comunidades con un contrato que en principio iba hasta finales de junio, pero el viernes 1 de mayo dejaron de tener relación laboral con la Comunidad. Interpusieron una demanda a través del sindicato de enfermería Satse.

Esos contratos ya hacían falta antes de la pandemia, durante y por supuesto después

Mariano Martín-Maestro, de Comisiones Obreras

La razón que ahora da Díaz Ayuso es que hay que preparar a la región para un posible repunte —algo que vienen advirtiendo expertos y profesionales sanitarios desde hace semanas—, y que es posible derivar mientras tanto a estos profesionales hacia otros lugares en los que son necesarios, como las residencias. Los sindicatos y la propia plantilla del Sermas no opinan lo mismo.

“Esos contratos ya hacían falta antes de la pandemia, durante y por supuesto después”, arguye Mariano Martín-Maestro, de Comisiones Obreras. Además de preparar al sitema para un posible rebrote, Martín-Maestro apunta a la vuelta de la actividad asistencial habitual, aminorar “las escandalosas” listas de espera quirúrgicas o de especialistas y el descanso de profesionales que llevan dos meses “dejándose la piel”.

Atención primaria y urgencias

Ahora, con los hospitales intentando volver a su tamaño y su actividad habitual, el foco se coloca en la primaria, que tendrá que ser el servicio que haga la detección y seguimiento de los casos de coronavirus. “Y el dato que tenemos encima de la mesa es que de esos miles de contratos de refuerzo, solo 20 han sido para médicos de familia, con los efectivos que tienen es imposible”, lamenta Martín-Maestro. 20 médicos para reforzar 266 centros de salud, 163 consultorios locales, un centro adscrito y 40 Servicios de Atención Rural.

Los sindicatos piden que se fidelice a todos los residentes de cuarto y quinto año que terminan ahora y que han estado, como el resto de personal sanitario, formando parte de esta descarnada batalla que se ha vivido en los centros sanitarios. 1.191 residentes, 223 de Medicina Familiar y Comunitaria. “Tenemos una formación inmejorable para nuestros profesionales, quizás sea el momento también de contratarlos, porque son necesarios, si no, se irán a otras Comunidades o a otros países, como ya venía sucediendo”, dice Martín-Maestro.

Según la última estadística sobre gasto sanitario público del Ministerio de Sanidad, con datos de 2018, entre los pocos indicadores positivos en los que destaca Madrid es en la inversión en sus MIR, destinó aquel año 215 millones de euros, un 5,7% sobre el total de gasto en remuneración de personal, por encima de la media nacional del 3,7%. “Sin embargo, una vez que terminan, se les maltrata”, se queja el sindicalista.

Las cifras de ese informe del Ministerio corroboran eso que denuncian una y otra vez las organizaciones de los trabajadores. Madrid es la tercera región que menos invierte en pagar a sus profesionales, 3.741 millones, un 44,6% del presupuesto de gasto sanitario. “Algo que se percibe claramente en Urgencias”, señala Martín-Maestro: “En esa especialidad, el grado de temporalidad está cercano al 90% y tienen el peor ratio por profesional”. Durante la crisis, se ha contratado a 244 profesionales en esta área que se han sumado a la media de 558 que tenía la plantilla. Aún así están por debajo del mínimo que recomienda Sanidad: 840.

Y así, dicen los sindicatos, ocurre a lo largo y ancho del sistema sanitario madrileño. Sin embargo, ahora, el contexto es peor y el futuro, incierto. La Comunidad de Madrid ya ha pasado la barrera de los 67.000 contagios, a lo que se añaden más de 8.000 muertos en hospitales y casi 6.000 en residencias. Eso no impide que su presidenta apueste por salir cuanto antes del estado de alarma, y recuperar la actividad económica. “¿Dormiría tranquila”, le han preguntado sobre las consecuencias que puede tener volver a la normalidad antes de tiempo. “Todos los días hay atropellos y no por eso prohíbes los coches”, ha respondido.

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