Javier de Andrés (PP): “El PNV ha claudicado ideológicamente, se ha reinventado como partido de izquierda”
El candidato a lehendakari por los populares sostiene que él es la única alternativa al “sanchismo”
La entrevista es en un café de San Sebastián, en el ecuador de la campaña vasca. El candidato a lehendakari del PP, Javier de Andrés (Vitoria, 56 años), presidente de los populares del País Vasco desde el pasado noviembre en sustitución de Carlos Iturgaiz, no es nuevo en la política. Periodista de formación, fue diputado general de Álava, presidente del partido en esa provincia, miembro del Parlamento vasco y delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, antes de convertirse, en 2023, en diputado en las Cortes Generales. Las encuestas pronostican a su partido un resultado algo superior al que obtuvo en 2020, cuando concurrió conjuntamente con Ciudadanos (del 6,7% al 8,2% del voto y de 6 a 6-7 escaños, según el sondeo de 40dB. para EL PAÍS y la SER), pero lejos de su techo histórico. De Andrés defiende que el voto al PP es el único voto contra el “sanchismo” en un País Vasco que “ha tomado una deriva de izquierda absoluta”.
Pregunta. ¿Qué está en juego en estas elecciones?
Respuesta. El País Vasco ha tomado una deriva de izquierda absoluta. Por eso no hay tensión. Están todos de acuerdo. Salvo nosotros, el resto de los partidos son los que han apoyado a [Pedro] Sánchez. A mi juicio, lo que ha pasado en el País Vasco es que la izquierda ha absorbido al PNV. Que sería lo que desea la izquierda para toda España: absorber al PP y anularlo políticamente. A efectos prácticos, el PNV está anulado en el País Vasco. Lo que tiene es una cuota de poder, pero ideológicamente ya ha claudicado.
P. ¿Y por qué ha pasado eso?
R. Viene de lejos. Con el PSOE han sido socios desde 1986, y todos los pactos que ha hecho el PNV en el País Vasco siempre han sido con la izquierda. En el País Vasco se han hecho dos demonizaciones: de la derecha y de todos los que no eran nacionalistas. Y eso también puede explicar un poco lo que está ocurriendo aquí. Hay muy pocos independentistas y, sin embargo, no optan por formaciones no nacionalistas. Y también se ha demonizado lo que no sea izquierda, y eso ha llevado al PNV a tener que reinventarse como partido de izquierdas. Un partido socialdemócrata, de centroizquierda. Es como se están vistiendo ahora. El propio Andoni Ortuzar se ha declarado como un hombre de izquierdas.
P. En ese escenario, ¿para qué sirve un voto al PP este 21 de abril?
R. Si tú no compartes ese proyecto, la alternativa que te queda es el PP. Todo lo que no significa sanchismo, todo lo que no significa el proyecto socialista que estamos viendo. Nosotros representamos eso.
P. ¿Y en qué medida pueden ser útiles de cara a la gobernabilidad?
R. Somos muy útiles. Creo que representamos a muchísima más gente de la que nos vota, sinceramente. Y lo que tenemos que hacer es romper algunos estigmas para que se nos perciba como una alternativa. Útiles sí que somos, lo que falta es que la gente nos escoja.
P. El PP, sin embargo, viene perdiendo apoyos. ¿Cuál sería el objetivo en estas elecciones?
R. Tenemos que hacer un proyecto más bien a medio o largo plazo. También al inmediato, por supuesto, pero yo creo que tenemos que plantear un proyecto en ese eje de izquierda-derecha. Representamos en ese eje claramente a un porcentaje de la población muy superior al que nos ha confiado su voto en otras ocasiones. Yo a medio plazo no me pongo límites. Ahora mismo lo que quiero es crecer en votos y representación en los tres territorios. Las encuestas no van por ahí, pero yo confío en que los resultados superen las encuestas.
P. Esas encuestas señalan que el sentimiento soberanista está más bajo que nunca y, sin embargo, podemos encaminarnos a uno de los parlamentos más nacionalistas de la historia. ¿Qué han hecho mal los partidos no nacionalistas?
R. Pues habremos hecho nosotros cosas mal, pero yo creo que hemos tenido unas presiones externas que todo el mundo conoce, y que han sido incluso violentas. A mí lo que me preocupa es la situación de ese Parlamento. Porque ahora están en una estrategia de no tensar con el proyecto nacionalista, pero igual se encuentran con una Cámara en la que el 70% de los parlamentarios son nacionalistas y deciden activar el proyecto nacionalista, y tenemos ahí montado un lío.
P. ¿Se cree a EH Bildu cuando habla más de gestión que de identidad?
R. Yo creo que es imposible deslindar la gestión de la ideología.
P. ¿Qué podría significar para el país que EH Bildu fuera la fuerza más votada?
R. Bueno, sería relevante para la imagen del PNV, pero yo creo que a efectos del país no va a ser tan grave.
P. Se aprecia en Euskadi un PP más sosegado que en Madrid, hasta el propio Feijóo parece que no recurre a la estrategia de oposición que sigue en Madrid, de la amnistía, el caso Koldo, etcétera. ¿Es deliberado?
R. Es que las tensiones en el conjunto de España son unas y las que hay aquí son otras. Se habla de que Euskadi es un oasis... Y Galicia, ¿qué?
P. Bueno, en la campaña gallega se habló mucho de amnistía…
R. A mí me parece que tenemos que hablar de los problemas de aquí. Lo propio. Yo lo agradezco. Tenemos problemas y tenemos que ponerlos en la agenda. Había una serie de prejuicios a favor de la gestión del PNV. Se ha dado por supuesto, durante todo el tiempo de la presión violenta, que las cosas funcionaban bien. Pero no es así. Es muy relevante que empecemos a ver el País Vasco en sus justos términos, porque ha habido unos apriorismos que no son ciertos. Se ha dado por supuesto que esto era una locomotora, y ya no lo es. Estamos perdiendo mucho peso económico, estamos perdiendo peso demográfico, ya no tenemos tampoco el peso industrial que teníamos, es la comunidad autónoma que más ha perdido en PIB per cápita de toda España. Tenemos una educación que es la número 14 de 17 comunidades, y una sanidad que sí que es la más cara pero resulta que está haciendo aguas por todos los lados.
P. Si dieran los números, ¿podría el PP gobernar con el PNV?
R. No, nosotros somos una alternativa política al PNV. No me veo para nada formando parte de un Gobierno con el PNV.
P. ¿El PP formaría parte de los trabajos para revisar el estatuto?
R. Sí.
P. ¿Y le da miedo lo que puede pasar ahí?
R. Sin lugar a dudas. Fíjese, se está volviendo a hablar de que hay que retomar aquella ponencia en la cual se distinguía entre ciudadanos y nacionales. En el siglo XXI, en la Unión Europea, que de repente te vengan aquí unos y te empiecen a querer distinguir, dentro de la población vasca, a quiénes se les puede dar la chapela y a quiénes no…
P. ¿Coincide con líderes del PP, como Isabel Díaz Ayuso, que identifican a EH Bildu con ETA?
R. Bueno, yo creo que indudablemente Bildu está liderada por gente que ha estado en ETA. Eso desde luego habla muy mal de Bildu y desde luego la vincula a un pasado criminal.
P. ¿Ha contribuido el PSOE a blanquear a EH Bildu?
R. Sin lugar a dudas. El PSOE sabía perfectamente que Bildu no cumplía los requisitos éticos que se habían exigido siempre. De hecho, ahora lo vuelven a recordar, en campaña. Los incorporaron a la normalidad democrática porque necesitaban los votos. Ahora resulta que quieren decir a sus electores que no hagan lo que han hecho ellos, que no salten esas líneas rojas que ellos se han saltado.
P. ¿Cómo interpreta el apoyo sin contraprestaciones de EH Bildu a Sánchez?
R. Bueno, es que existirán las contraprestaciones, lo que pasa es que no las conocemos.
P. Hablando de contraprestaciones, ¿sabe qué le ofreció Feijóo al PNV a cambio de su apoyo a la investidura?
R. Pues sé que las cosas que están circulando por ahí no responden a la verdad, pero digo que si hubieran sido ciertas tampoco me hubieran escandalizado. A mí no me parece que fuera ningún disparate que se incorporara un miembro del PNV a un Gobierno en España.
P. Usted no habla euskera. ¿Cuál es el proyecto lingüístico del PP aquí?
R. Bueno, yo creo que tiene que ser un proyecto que no sea impositivo. El modelo impositivo ha fracasado. Creo que habría que revisar los métodos de enseñanza, porque no es normal que después de 40 años de enseñanza pública vasca nos encontremos con una población en la cual no se acredita el perfil lingüístico. Entre los 20 y los 30 años la gente ha avanzado, obviamente, frente a lo que había hace 40 años, pero no para ser una sociedad euskaldún.
P. Esta última semana de campaña parece que tiende a un polarización entre el PNV y EH Bildu. ¿Eso puede perjudicar el resto de partidos?
R. A mí me da la sensación de que esta semana se le va a hacer muy larga al PNV.
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