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El PP y Vox arrancan la precampaña librando el primer pulso sobre sus pactos territoriales

Feijóo insta a los ultras a dejar gobernar a sus candidatos, pero el partido de extrema derecha exige a los populares a sentarse a negociar y advierte de que su modelo ideal es el de Castilla y León

Alberto Núñez Feijóo, este miércoles en Barcelona.Foto: DAVID ZORRAKINO (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

El plan empieza a torcerse. La intención del PP era dar una patada para adelante y postergar hasta después de las generales del 23 de julio los acuerdos postelectorales con Vox, que tiene la llave para que la derecha gobierne en cinco comunidades autónomas y en una treintena de capitales de provincia y grandes ciudades. Pero ni el calendario lo permite ―los ayuntamientos se constituyen el 17 de junio, salvo si hay pendiente algún recurso, y los parlamentos de algunas autonomías para las que el PP necesita a Vox empiezan a formarse el 23― ni tampoco lo favorece la dinámica política de la recién estrenada precampaña. El resultado es que ya se ha hecho público el primer pulso entre el PP y Vox por los pactos territoriales, que los populares quieren evitar, conscientes de la toxicidad de sus únicos potenciales aliados. En Extremadura, uno de los territorios marcados por ese pulso, ya se han manifestado los primeros choques. Los movimientos de las dos formaciones anticipan un largo tira y afloja que podría ser dañino para las expectativas electorales de Alberto Núñez Feijóo, que quiere presentarse a las generales como un candidato que no forma parte de ningún bloque. Pero, antes incluso de lo que esperaban sus adversarios, que pretenden hacer de estas alianzas una de sus principales armas contra el PP, los populares ya andan enredados con Vox sobre si les dejarán o no gobernar. Y los ultras contestan que gratis no.

Feijóo ha optado por empezar presionando a Vox para que permita la investidura de sus candidatos sin nada a cambio, casi como un órdago, con la única motivación de desalojar a la izquierda. “Si esa fuerza [Vox] quiere derogar el sanchismo, está en disposición de facilitarlo”, instó este jueves el líder del PP al partido de Santiago Abascal en una entrevista en Telecinco. Los populares creen que sus buenos resultados frente a la extrema derecha en las municipales y autonómicas del 28 de mayo ―en las que el PP logró el 31,53% de los votos, y Vox el 7,19%― y, sobre todo, la cercanía de las generales, sitúan a los ultras en una tesitura muy complicada para oponerse a los aspirantes del PP, porque podrían acusarles de torpedear a la derecha y favorecer que la izquierda se mantenga en el poder.

Feijóo lanzó este jueves el primer argumento de desgaste para los de Abascal, acusándolos de tener como único objetivo los sillones. “Si lo que pretende [Vox] es una cuota de poder con consejerías o ministerios, eso es otra cosa. Pero que lo digan. Yo espero que si en Valencia, en Baleares, ha ganado el PP, que nadie interrumpa lo que ha ganado en las urnas”, subrayó el líder popular que, con todo, tampoco cierra la puerta a hablar con el partido de extrema derecha. Sabe que no puede hacerlo porque este tiene la sartén por el mango. El PP necesita que los ultras se abstengan para que prosperen sus investiduras en Baleares y Murcia, y que voten a favor en Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón. Su única línea roja, de momento, es que no entren en los gobiernos del PP.

Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros (derecha), en la sede nacional de Vox, este lunes.Foto: RICARDO RUBIO (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Los de Abascal son conscientes de que tienen la llave y también están presionados por demostrar utilidad para sus votantes. El riesgo es convertirse en una muleta a cambio de nada del PP. Por eso el órdago de Feijóo ha caído en saco roto con Vox, que insiste en que el PP tendrá que negociar con ellos si quiere sus votos. El portavoz parlamentario de la extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros, dejó este jueves claro que no darán su apoyo gratis: “En aquellos sitios donde el PP necesite los votos de Vox, tendrá que respetar a los votantes de Vox. Le vamos a pedir que se sienten a negociar. Porque no tienen mayoría absoluta en casi ningún sitio. Volvemos a tender la mano para formar gobiernos en aquellos sitios donde Vox está en posición de formar Gobiernos con el PP”.

Vox advierte al PP de que su modelo ideal es el de Castilla y León, donde PP y Vox comparten un Gobierno de coalición, y que sus líneas rojas no serán iguales en todos los territorios. “Serán distintas en función del respectivo porcentaje, de la fuerza de los partidos o de las necesidades locales de cada una de las regiones, con toda seguridad no será lo mismo Murcia que Valencia o que Baleares”, precisó el vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé. El mejor resultado de Vox se ha registrado en Murcia (17% de los votos), pero en esta comunidad al PP solo le faltan dos escaños para la mayoría absoluta. Más importante es su contribución en la Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, donde aportaría entre el 20% y el 25% de los escaños totales de ambos, algo menos de lo que aporta Vox al Ejecutivo de coalición de Castilla y León, donde tiene una vicepresidencia y tres consejerías.

Choque en Extremadura

El primer choque en el terreno se ha desatado en Extremadura, donde la candidata del PP, María Guardiola, asegura que no gobernará con Vox y le ha dicho a sus compañeros de partido que no lo hará en ningún caso. La fuerza con la que Guardiola se ha plantado ante los ultras inquieta en la dirección del PP. Han sorprendido sus primeras declaraciones y se teme que su falta de veteranía política ―ni siquiera ha cumplido su primer año como líder en esa comunidad― le lleve a perder el pulso con Vox. En la cúpula no se da por hecho que conseguirá la investidura, pese a que Feijóo la llamó “presidenta” en la junta directiva nacional del martes. Este jueves, Guardiola reivindicó su autonomía con respecto a Feijóo para manejar como considere los acuerdos: “No comparto que venga nadie de Madrid a decirnos lo que tenemos que hacer en nuestra tierra”.

Se refería la líder del PP de Extremadura a unas palabras de Feijóo por la mañana en Telecinco que desataron todo tipo de especulaciones en esa comunidad. Al líder del PP le preguntaron si seguía defendiendo su propuesta de que se deje gobernar a la lista más votada, y él respondió que sí. Ana Rosa Quintana insistió entonces en que eso supondría dejar caer el Gobierno extremeño, porque fue el PSOE el ganador de las elecciones. A lo que Feijóo contestó: “Sí, ganaríamos cantidad de gobiernos. Pero el PSOE ya nos ha contestado que nunca gobernará con la derecha española, así que no me voy a someter a ninguna consideración del PSOE. Si usted no quiere ni siquiera hablar conmigo, yo quedo legitimado para hablar con los demás”. Es decir, el líder del PP solo dejaría gobernar al PSOE en Extremadura en el caso de que los socialistas les dieran a cambio el Gobierno en el resto de plazas, pero como estos no están de acuerdo, él se siente legitimado para negociar con Vox. En ningún momento Feijóo ha pedido a Guardiola que deje gobernar a Guillermo Fernández Vara, y el martes, en la junta directiva nacional, la llamó “presidenta”.

María Guardiola, en la sede del PP de Mérida, este miércoles.
María Guardiola, en la sede del PP de Mérida, este miércoles. EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)

La líder extremeña defiende además que tiene la “palabra” de Feijóo de que tiene “manos libres” para pactar. Y, aunque su línea roja sea incluirlos en su Gobierno, sí sabe que algo tendrá que pactar con Vox. “Estoy convencida de que me acabaré entendiendo con el candidato de Vox cuando tenga a bien llamarme y sentarse a hablar conmigo”, sostuvo con tono desafiante. “Me gustaría saber si el candidato de Vox está manejado por el señor feudal para que le diga lo que tenemos que hacer en esta tierra”, retó al representante de los ultras.

La dirección del PP pretende una negociación territorio a territorio con Vox, y recela de un pacto global que lastre a Feijóo. En la cúpula saben que no será fácil porque “después del caso de Gallardo, Vox ya solo negocia desde Madrid”. Ya se han producido los primeros contactos entre direcciones, pero el pulso está abierto y en el PP preocupa que el elefante en la habitación de sus acuerdos con la extrema derecha se alargue durante toda la campaña.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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