Del tedio a la estupefacción: hasta los Latin Kings se meten en la explosión final de la campaña

Una candidata implicada en un secuestro en Maracena (Granada), otro en una agresión en un campo de fútbol en Tenerife y ahora los Latin Kings en Valencia. Las informaciones sobre la campaña del 28-M han pasado de la hemeroteca del terrorismo de la primera semana a la crónica de sucesos de la segunda. Nada de sesudos debates para elegir a quienes dirigirán a partir del domingo el destino de más de 8.000 municipios y 12 comunidades autónomas. Tras las investigaciones por compra de votos en distintos puntos de España, con desfile de detenidos socialistas y de Coalición por Melilla, llega la carrerilla final de denuncias.

Si el popular Juanma Moreno ha afeado a los socialistas andaluces “el bochorno” por la compra de votos en Mojácar (Almería) y el secuestro en Maracena, el PSOE ha contraatacado llevando ante la Fiscalía a la candidata del PP a la alcaldía de Granada, Marifrán Carazo. Pide que se investiguen unos contratos a dedo a una empresa sin experiencia durante su época como consejera de Fomento, cargo que dejó en marzo. El equipo de Alberto Núñez Feijóo ha arrancado con fuerza la mañana. El dirigente valenciano del PP, Esteban González Pons, ha difundido una noticia sobre la renuncia del número 20 de la candidatura socialista al Ayuntamiento de Valencia que “es miembro de los Latin Kings”. La cabeza de cartel del PSOE, Sandra Gómez, ha arremetido contra él: “Ya nos han avisado los medios que desde hace días lleváis desde Madrid intentando vender una pobre historia que nadie os ha querido comprar. Muy mala campaña tenéis que llevar en Valencia para que el portavoz en el Parlamento Europeo del PP se dedique a difamar a un joven que va de 20 en una lista municipal”. Gómez asegura que detrás de este caso se esconde una “extorsión” a un activista que trabaja precisamente para alejar a la juventud de la lacra de estas bandas.

Volviendo a Maracena, la alcaldesa y candidata a la reelección por el PSOE, Berta Linares, ha criticado que el juez haya levantado, a dos días de ir a las urnas, el secreto de sumario del secuestro por parte de su expareja de una concejala de su gobierno. La decisión ha destapado la implicación del número tres del partido en Andalucía y de la propia regidora. “Cuando todo esté aclarado y se demuestre nuestra inocencia, ¿quién nos va a devolver unas elecciones libres?”, se ha preguntado Linares.

Con este ruido de fondo, el líder del PSC, Salvador Illa, ha reducido la cita electoral a elegir entre quienes entienden la política “como un servicio público”, entre los que situó a los socialistas, y los que la ven “como la ocupación del poder al precio que sea”, “fabricando realidades paralelas” con “un lenguaje provocador”. Poco antes, la baronesa del PP en Madrid, Isabel Díaz Ayuso, había calificado a Pedro Sánchez como “el ser con más inmoralidad que ha habido en política”.

Los líderes de PSOE y PP se mantienen de momento al margen de la explosión final de denuncias. En un mitin en Tarragona, Sánchez ha irrumpido al ritmo de You’re simply the best de Tina Turner para llamar a votar en masa y defender sus conquistas sociales. Cree que “la derecha está siempre insultando” porque su Gobierno está “demostrando que los viejos dogmas neoliberales que intentaron imponernos se caen como piezas de dominó”. Desde Alicante, en un acto con empresarios hosteleros, Feijóo ha insistido en dibujar un negro panorama económico y ha abogado por la llegada de turistas a España sin ninguna cortapisa. Así ha explicado las posibilidades de crecimiento del sector: “Hay 7.000 millones de personas en el mundo, solamente viajan alrededor de 1.800, por tanto, hay 5.000 millones de personas a las que les gustaría viajar”. Su única alusión a los problemas de sostenibilidad que han estallado en España por el aluvión de visitantes ha consistido en afirmar que en las mecas del turismo “funciona el medio ambiente porque nadie va a un sitio que no le guste”.

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