El PDeCAT y la CUP se quedan fuera del Congreso

Han sido los primeros en salir este domingo por la noche para reconocer sus malos resultados. “No es que nos haya ido mal, nos ha ido muy mal”, ha dicho Roger Montañola, la cabeza visible de Espai CiU, la plataforma con la que el PDeCAT esperaba permanecer en el Congreso. “Es una derrota sin paliativos, muy lejos de nuestras expectativas”, ha reconocido para añadir que ha hecho una campaña con 16.000 euros. El PDeCAT tenía cuatro diputados en el Congreso, que obtuvieron cuando se presentaron en coalición bajo la marca de Junts las pasadas elecciones generales.

Los de Puigdemont rompieron con el PDeCAT cuando Junts se constituyó como partido. El intento con Montañola no ha convencido al electorado y la candidaturaha perdido toda representación en el Congreso, tras obtener 31.000 votos con el 98% del escrutinio. El pasado junio, el expresidente de la Generalitat Artur Mas consideró que el PDeCAT “en estas elecciones no se debería presentar”, refiriéndose a los comicios del 23-J. Mas afirmó que no tenía sentido dividir este espacio político y puso de ejemplo los resultados que la formación obtuvo en las listas conjuntas de las municipales de mayo.

La CUP también ha perdido toda su representación en las Cortes. Se quedan sin los dos escaños que obtuvieron por Barcelona en las pasadas elecciones generales, las primeras a las que se presentaron. Lo decidieron meses antes tras un proceso asambleario. “Estamos orgullosos del trabajo hecho estos años en el Congreso”, ha asegurado el candidato por Barcelona de la CUP, Albert Botran. “Son unos malos resultados. Pero hoy no acaba nada, continuaremos con la lucha”. En este sentido, Botran ha asegurado que la CUP viene de lejos y que la mayor parte de su historia la ha pasado fuera de las instituciones: “Ni hoy acaba nada ni nadie se va a casa. Lo tenemos clarísimo”. Los anticapitalistas han perdido casi 150.000 votos respecto las últimas elecciones, cuando obtuvieron casi 247.000.

Recibe cada tarde el boletín Diario electoral, con el análisis de Ricardo de Querol, subdirector, y Luis Barbero, redactor jefe de edición.