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Rosa Torres-Pardo: “Tendríamos que usar el término violencia machista tal cual mientras siga existiendo”

La gran pianista analiza con buen tino la campaña aplicando al tablero términos musicales

La pianista Rosa Torres-Pardo, este jueves en Madrid.
La pianista Rosa Torres-Pardo, este jueves en Madrid.INMA FLORES
Jesús Ruiz Mantilla

Rosa Torres-Pardo (Madrid, 63 años) sabe aplicar como pocos la música a la vida. Desde los mecanismos de su piano, esta extraordinaria intérprete puede lanzar un análisis musical del panorama electoral que ya quisieran muchos politólogos del relato. Este próximo fin de semana retoma en Villablino (León) la experiencia de conciertos al aire libre que impulsó con Eduardo Arroyo en el valle de Laciana. Escuchen…

Pregunta. Si usted fuera presidenta, ¿uniría Iberia en homenaje a Albéniz?

Respuesta: Me parece una metáfora preciosa y una buena idea que un compositor como Isaac Albéniz, autor de las 12 piezas más grandes para piano, resuman en una palabra el significado de Iberia. El poema del mismo nombre del portugués Miguel Torga, menciona que en ella caben el viejo mundo y el nuevo, así como Portugal y España, y me viene a la cabeza esa utopía de Iberia como un solo país. Por soñar…

P. ¿Qué cadencia le ve a Pedro Sánchez?

R. En un principio he pensado: pianíssimo, que significa suave en términos musicales. El problema es que sobre una partitura se representa como ‘pp’, o sea, un contrasentido. Por esa razón mejor hablar sobre tempo, equivalente a tiempo o ritmo, y nos olvidamos de la intensidad sonora. Yo diría también Andante, sin correr, caminando a buen ritmo.

P. Pues del ritmo de Alberto Núñez Feijóo, ¿qué me dice?

R. Lo veo venir, voy a caer en el cliché. Mi marido que era gallego de Ourense, no me lo habría perdonado, pero allá voy: no se sabe si sube o si baja, si viene o si va. Digamos que misterioso.

P. ¿Y el Molto agitato de Santiago Abascal? ¿Cree que es porque ha escuchado poco a Mozart o porque se le atragantó Wagner?

R. Lo ignoro, pero los agitatos cuanto menos duren mejor, por los estragos. Sin duda Mozart y Bach, que son la base de la buena música, cambiarían su concepción del ritmo, lo que resultaría muy beneficioso.

P. ¿Y el timbre de Yolanda Díaz…? Dice que le gusta Shostakóvich. ¿Por qué será?

R. Es uno de mis compositores rusos preferidos junto a Prokofiev y Stravinski. El timbre de Yolanda me lleva al sosiego y a la calma, a las preguntas con respuesta y al diálogo. Probablemente escuchó la genial orquestación de Shostakóvich de la célebre canción Tea for two o sus 24 preludios y fugas para piano. Pondría en su partitura mezzopiano, en abreviatura ‘mp’ con un A tempo.

P. Si usted fuera presidenta, ¿cuánta música sonaría en las escuelas?

R. Procuraría que todos los niños crecieran disfrutando de la música. Les pondría a cantar en un coro. Recuerdo un proyecto que impulsó mi marido Miguel Muñiz cuando fue director del Teatro Real en algunos colegios de Madrid para que los niños crearan una ópera, desde la música a la escenografía, con su vestuario y sus decorados, dándoles la oportunidad de conocer sus propias aptitudes y preferencias. Hay muchas maneras de despertar el interés y la afición.

P. Si usted fuera presidenta del Gobierno y este un piano de cola, ¿por dónde empezaría a afinar?

R. Los buenos afinadores comienzan por el centro del piano, para después desplazarse a los graves y luego a los agudos. La economía es central como también una educación y sanidad públicas para todos. La partitura final es la suma de todas las partes, economía, sanidad, cultura.

P. ¿A que le apretaría las teclas?

R. Si hubiera cualquier riesgo de censura alrededor a eliminarla, para empezar. Después, al cambio climático, la ciencia, el fomento del mecenazgo… Sería estupendo poder elegir a la hora de invertir nuestros impuestos en proyectos de arte y de música, por ejemplo. Tendríamos que usar el término violencia machista tal cual mientras siga existiendo. Parece que también hay un problema con la justicia, y un drama enorme con la emigración en el que deberían ponerse de acuerdo todos los países. Si nos ponemos a enumerar igual llegamos a las 88 teclas del piano.

P. ¿Qué música compondrá este país la semana que viene?

R. He cambiado mis fechas para estar el 23 ante las urnas como tanta gente para en pocos días poder escuchar una buena música. Que nos llene de ilusión y ánimo y que nos guste a la mayoría. ¿Qué tal la Sinfonía del nuevo mundo, de Dvorák?

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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