España en los programas electorales | Pensiones: el pilar del Estado de bienestar entra en campaña
El PSOE propone blindar la revalorización en la Constitución. Sumar, prestaciones más altas. El PP abre la puerta a la ‘mochila austriaca’ y Vox defiende que la solución de futuro es “aumentar la natalidad”
España gasta en torno al 8% de su Producto Interior Bruto (PIB) en sanidad y un 5% en educación. Ambos conceptos se ven rebasados por el pilar más robusto del Estado de bienestar: el pago de las pensiones supone en torno al 12% del PIB. Y la previsión es que ese porcentaje escale hasta el 15% en los próximos años; primero, por la presión que suponen en las cuentas públicas la escasa natalidad (1,19 hijos por mujer), la alta esperanza de vida (83 años) y la jubilación de la pobladísima generación del baby boom; segundo, por las reformas estructurales que ha aprobado el Gobierno en esta legislatura, algunas solo con los sindicatos y otras con ellos y los empresarios. Pese a la importancia de este debate para el futuro del país, las pensiones apenas habían sido objeto de discusión en la campaña de las elecciones generales del 23 de julio hasta que el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, se metió en un lío al asegurar repetidamente que cuando su partido gobernó siempre las revalorizó conforme al IPC, algo que no es cierto.
En España hay 9.011.121 pensionistas, según las cifras del Ministerio de Seguridad Social al cierre de 2022. Son 1,5 millones más que hace 15 años. Rozan el 19% de la población y reciben 9.943.037 pensiones, ya que algunas personas perciben más de una prestación. Las previsiones demográficas indican que en 2050 habrá unos cinco millones más de pensionistas. Aunque en España viven más mujeres que hombres y ellas mueren más tarde, hay más hombres pensionistas: ellos son 4.579.690 y ellas, 4.431.386. La mayoría de las pensiones son de jubilación: el 68% (6,13 millones). Le siguen las de viudedad (17,4%) e incapacidad permanente (10,5%).
Por cuantías, en torno al 56% de las pensiones está por debajo de 1.000 euros brutos mensuales. Este porcentaje es mucho mayor entre mujeres (70%) que entre hombres (41%). Además, hay muchos más hombres (24%) que cobran una pensión por encima de 2.000 euros que mujeres (8%). La pensión contributiva media en febrero fue de 1.191 euros brutos mensuales, una cuantía impulsada por la revalorización del 8,5% para 2023, que el Gobierno aprobó para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo de ejercicios anteriores. Con este incremento, la pensión mínima contributiva quedó establecida en una horquilla de 966 euros brutos al mes a 1.115 (en función de la situación familiar) y la máxima en 3.059 euros mensuales.
La edad legal de jubilación es de 65 años para quienes cumplan los requisitos de cotización y de 66 años y 4 meses para los que no. Tras la gran crisis de 2008, España aprobó una reforma para que esa edad legal de jubilación vaya aumentando progresivamente para quienes no hayan cotizado suficiente, hasta alcanzar los 67 años en 2027.
El Gobierno ha aprobado dos cambios fundamentales en la arquitectura de las pensiones a lo largo de esta legislatura: en 2021 vinculó su revalorización a la evolución de los precios (es decir, estableció que la pensión debe subir cada año lo mismo que haya subido el IPC) y eliminó el factor de sostenibilidad (el ajuste de la cuantía en función de la esperanza de vida) que el PP había introducido en 2013; y en marzo de este año aprobó la modificación principal, que mejora las pensiones mínimas y aumenta los ingresos del sistema elevando las cotizaciones de las rentas altas. Con esa subida, aparejada a la esperanza de una mejora sustancial del desempleo y la llegada de trabajadores inmigrantes, el Ejecutivo espera poder cubrir el aumento del gasto en pensiones para los próximos años. Los sindicatos dieron el visto bueno a ambas reformas, pero los empresarios rechazaron la segunda por el aumento de las cotizaciones.
Estas son las propuestas de los partidos sobre pensiones recogidas en sus programas:
PSOE: blindaje en la Constitución y jubilación parcial
El PSOE se compromete a fijar en la Constitución la revalorización de las pensiones: “Blindaremos el poder adquisitivo de las pensiones con un cambio constitucional. Garantizaremos ante cualquier circunstancia el poder adquisitivo de todas las pensiones con arreglo al IPC”, dice el programa. También aseguran los socialistas que seguirán revalorizando las pensiones mínimas y las no contributivas, que aumentarán un 10% adicional el complemento contra la brecha de género entre 2026 y 2027 y que desarrollarán nuevas modalidades de jubilación parcial y activa. El ministro José Luis Escrivá ha apostado durante toda la legislatura por fórmulas para retrasar la jubilación de aquellos trabajadores con empleos menos físicos. Al mismo tiempo, el PSOE promete culminar la regulación de la jubilación anticipada para actividades profesionales especialmente duras.
Además, el programa apuesta por mejorar las pensiones de viudedad y orfandad y reconocer un año de cotización a cada progenitor “por el nacimiento o adopción de cada hijo”, lo que “redundará en su futura pensión”. El partido liderado por Pedro Sánchez se compromete, por último, a rellenar la denominada hucha de las pensiones: “El Fondo de Reserva de la Seguridad Social estará dotado con más de 20.000 millones de euros en 2027″. Este año terminará con 5.347 millones.
PP: afinar la contributividad
El programa del PP sostiene: “Aseguraremos la sostenibilidad y suficiencia del sistema de pensiones para las generaciones actuales y futuras. Garantizaremos la revalorización de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo”. Los populares también se comprometen a “combatir la brecha de género en las pensiones” y a impulsar la contributividad del sistema.
La contributividad es el equilibrio entre las aportaciones en cotizaciones del trabajador y la pensión que recibe después. Cuanta más correspondencia hay entre estos dos conceptos, más contributivo es el sistema. La reforma aprobada por el actual Gobierno reduce la contributividad en el caso de las pensiones más altas, porque aumenta la cuantía de esas pensiones máximas pero en menor medida que las bases máximas de cotización (el salario a partir del cual se deja de cotizar, que es ahora mismo de 4.495 euros mensuales), con el objetivo de obtener más recursos procedentes de las rentas altas.
Hay otra propuesta importante del PP que afecta a las pensiones, aunque el partido no la vincule a ellas en el programa: “Introduciremos cuentas individuales para los trabajadores, portables, que puedan usar ante diversas contingencias de su vida laboral para ganar en equidad, eficiencia y productividad. Estas cuentas acompañarán al trabajador durante su vida laboral, y se nutrirán a través de aportaciones mensuales de las empresas, con una parte de las cotizaciones sociales que ya abonan. Este mecanismo mejorará la protección de los trabajadores y eliminará barreras a los cambios de empleo voluntarios de los trabajadores con mayor antigüedad”, indica el texto. Con matices, esta propuesta se asemeja a la polémica mochila austriaca: una cuenta individual de cada trabajador, que lo acompaña a lo largo de su vida laboral. Si es despedido, recibe lo que haya acumulado, en vez de una indemnización tasada por días. Si nunca le despiden, obtiene lo acumulado al jubilarse. El PP no especifica en qué escenarios podrían sacar los empleados el dinero de esas cuentas individuales.
Vox: incrementar la natalidad y eximir del IRPF
El partido ultra plantea una única solución estructural a largo plazo respecto a las pensiones: “El incremento de la natalidad”. Su programa propone además “desmontar el sistema autonómico” para asegurar la sostenibilidad del sistema, “poniendo fin a las duplicidades administrativas, reduciendo el número de ministerios, consejerías, diputados y parlamentos, y terminando con el despilfarro político”. Por último, Vox plantea que la pensiones contributivas estén exentas de IRPF “por justicia con quienes han tributado durante toda su vida laboral”. No menciona en el programa la revalorización de las pensiones.
Sumar: mejores pensiones mínimas y de viudedad
La formación liderada por Yolanda Díaz apuesta por ahondar en las reformas aprobadas esta legislatura, aumentando los ingresos del sistema y las pensiones más bajas: “Se subirán por encima del IPC las pensiones mínimas y las pensiones no contributivas, hasta que su cuantía alcance, al menos, el umbral de la pobreza. También se seguirá reforzando el sistema público de pensiones con más ingresos, derivados tanto de los nuevos mecanismos de financiación como del aumento de cotizantes y de mayores bases de cotización”. Además, Sumar promete mantener la revisión de todas las pensiones conforme a la evolución de los precios. Y complementar las pensiones más bajas y “en especial” las no contributivas “para asegurar que no condenan a nadie a la vulnerabilidad social”.
Los retos a futuro, según los expertos
El principal reto en materia de pensiones para la próxima legislatura es "asegurar que las pensiones sean suficientes", indica el negociador en materia de pensiones de UGT, el vicesecretario de Política Sindical Fernando Luján. Para ello, destaca la importancia de que la arquitectura de ingresos sea "robusta, que la recaudación sea suficiente para dotar a cada pensionista de una retribución que le permita vivir con dignidad".
Es una opinión parecida a la de Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CC OO: "El reto principal es consolidar las reformas de esta legislatura", dice. Él cree que España se enfrente a un problema "de opciones" en materia de pensiones: "Este país tiene que asumir un porcentaje creciente de población pensionista. Lo puede hacer como en 2013, manteniendo la relación de gasto con el PIB y reduciendo la cuantía de las pensiones, o puede mantener un nivel de cobertura similar actuando sobre los ingresos, con más recursos".
Ambos sindicalistas insisten en que la actual reforma no va contra los jóvenes. "Las reformas que hemos acordado garantizan las pensiones de quienes se jubilen en el futuro, que precisamente son los jóvenes de hoy", afirma Luján. "Esto no va de conflicto intergeneracional", agrega Bravo.
El catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), José Ignacio Conde-Ruiz, sí cree que la última reforma afecta negativamente a los jóvenes: “Esta reforma parece olvidar que la esperanza de vida está aumentando. Para cerrar el déficit plantea recurrir a la subida de cotizaciones, lo que pone una excesiva carga en los jóvenes. Como país vas a tener que dedicar todo tu margen fiscal a pensiones porque no has querido adaptarlas a la longevidad. Hacer frente a ese problema es el reto”, asevera.
La patronal CEOE también critica el aumento de las cotizaciones y apuesta por "evitar que el incremento de financiación se establezca sobre la base del aumento del impuesto al trabajo, que sin duda retrae las posibilidades de creación y mantenimiento del nivel de empleo".
PSOE
-Profundizar en la creación de los fondos de pensiones de empleo.
-Blindar el poder adquisitivo de las pensiones con un cambio constitucional. Garantizar ante cualquier circunstancia el poder adquisitivo de todas las pensiones con arreglo al IPC.
-Reconocer un periodo de cotización de un año por el nacimiento o adopción de cada hijo a cada uno de los progenitores para su futura pensión.
PP
-Garantizar la revalorización de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo.
-Dotar de mayor transparencia y accesibilidad al sistema de pensiones para que los trabajadores puedan acceder con más facilidad a la estimación de la pensión futura.
Vox
-Las pensiones contributivas estarán exentas de IRPF.
Sumar
-Reforzar los ingresos del sistema público de pensiones con el aumento de cotizantes a la Seguridad Social, y con nuevos mecanismos de financiación si es necesario.
-Incrementar las pensiones de viudedad para aquellas mujeres que no poseen cotizaciones propias.
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