Diccionario urgente para seguir las elecciones

Cada campaña genera sus términos, sus pequeños iconos, su vocabulario exacto para medir el espíritu del momento. Y en esta ocasión ya se han acuñado algunos muy curiosos que juegan a retorcer el lenguaje más allá de los límites que conocíamos. Como el maestro Yoda de Star Wars, pero con más intención. Veámoslos:

Matemáticas de Estado. Nada puede haber más puro, exacto e inamovible que la ciencia matemática, pero acabamos de conocer una variedad de la misma que sirve para justificar pactos con la ultraderecha. Podríamos definirla así: “Dícese de la adición de votos que convenga para llegar al poder, a la que se debe restar la cantidad de principios necesaria para el mismo objetivo”. El término es de Elías Bendodo (PP), que lo ha acuñado para explicar exclusivamente los pactos antisanchistas, porque nunca servirían para justificar los sanchistas.

Mentir o rectificar. Dícese de la dicotomía que se ha establecido para explicar los cambios de opinión en política. Lo que el PP considera mentiras de Sánchez son para él cambios necesarios para avanzar en derechos. Y lo que hemos contemplado en Extremadura al ver pactar con Vox a una baronesa que había prometido no hacerlo es quemar la propia palabra en la hoguera del “futuro de los extremeños”. Curiosos giros verbales.

Herencia universal. Herencia es lo que dejamos al morir a nuestros hijos pero, en el nuevo programa de Sumar, es lo que podrá recibir un joven (20.000 euros) sin que haya muerto nadie. A diferencia de las herencias de verdad, los chicos ricos cobrarán igual que los pobres aunque luego también cobren la de sus familiares pudientes. Como vemos, siempre ganan.

Malversación estadística. Que las encuestas del CIS de Tezanos están fuertemente sesgadas a favor del Gobierno es una realidad constatada. Que rocen la malversación, como ha dicho Feijóo, requiere una insólita pirueta del Código Penal. Los pobres tribunales y las leyes cargan ya con demasiadas cosas que son, simplemente, feas o inmorales.

Víctimas de la intrafamilia… y de los magrebíes. Vox ha retorcido tanto el lenguaje para negar la violencia de género (a la que denominan violencia intrafamiliar) que llaman la atención los argumentos para defender a una pobre mujer de Tirso de Molina asesinada por un atracador. “No habrá minutos de silencio, ni portadas, ni programas especiales”, dijo Abascal en un tuit tras hacerse eco del bulo de que el criminal era magrebí. Veremos cuántos minutos de silencio guarda ahora que sabemos que el asesino era español.

Y la campaña solo ha comenzado. Seguiremos.