El duelo decisivo para el futuro de Sánchez y Feijóo arranca más abierto de lo previsto
La victoria del PP el 28-M anunciaba un paseo triunfal para el PP, pero la precampaña ha empezado a movilizar al votante socialista
El calentamiento para la carrera hacia el 23-J ha sido tan intenso que cuesta creer que sea este viernes cuando comienza la campaña electoral. La foto de llegada al punto de partida muestra, de momento, algunas novedades. Lo que parecía un paseo triunfal de Alberto Núñez Feijóo tras el 28-M, cuando el PP logró arrebatar al PSOE casi todo el poder autonómico, ya no va a ser un paseo. Los populares se han enredado más de lo previsto en los pactos con Vox y los socialistas se han recuperado de la depresión de las autonómicas y municipales de la mano del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y de la gira mediática del autor de Manual de resistencia y candidato a la reelección, Pedro Sánchez. Mientras, Vox y Sumar han salido ya a por el reñido tercer puesto, del que dependerá la capacidad de los bloques (derecha o izquierda) para hacerse con una mayoría suficiente para ocupar La Moncloa. También el futuro de los dos principales candidatos depende, en buena medida, de los resultados —y sumas— del 23-J.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien el jueves confesó que le dio “la risa” cuando se enteró del adelanto electoral, lo resumía así: “Creo que todo está abierto. Queda mucho partido. Dependerá de la abstención, del voto por correo [es una de las búsquedas más frecuentes en las últimas semanas en internet, según Google], de que alguien meta la pata, de que aparezca un cisne negro que nadie espera… Ahora tenemos una foto en blanco y negro borrosa. ¿Coincidirá con la foto en color y nítida del 23 de julio? Veremos”.
Los partidos entran en la recta final hacia las generales cuando todavía no se ha resuelto el puzle de las autonómicas, lo que complica todo aún más, porque una de las misiones de las campañas es marcar perfil y separarse del socio, sea este de la experiencia o potencial. El candidato popular en la Región de Murcia, Fernando López Miras, desplegó el jueves, durante la primera sesión del debate de investidura en el Parlamento autonómico, su programa para los 100 primeros días de gobierno sin haber reunido los apoyos necesarios. Para ver si ablandaba al partido de Santiago Abascal con palabras en lugar de consejerías —a las que se refirió como “fetiche”—, dijo: “El PP aspira a alcanzar numerosos acuerdos con Vox. Creo, honestamente, que los votantes de Vox se sienten cercanos a lo que representa el Partido Popular”. “Si fracasa esta investidura”, añadió, parafraseando a José Luis Cuerda y Amanece que no es poco, “la única interpretación posible es que estamos más pendientes de lo contingente que de lo necesario”. De momento, la extrema derecha mantiene el pulso en Murcia tras haber torcido el brazo de los populares en Extremadura y Comunidad Valenciana, en las que ese pacto de gobierno también había sido declarado “línea roja”.
Feijóo comenzó la jornada, como ha hecho en sus últimas campañas electorales, en su pueblo de Ourense. “Os Peares son mi principio y mis principios. Aquí vengo a empeñar mi palabra: no os defraudaré”, dijo. “Es momento de que la democracia ponga a un chaval nacido en una aldea como presidente del Gobierno”, añadió, antes de irse a Castelldefels (Barcelona) para participar en la pegada de carteles junto al cabeza de lista por Barcelona, Nacho Martín, uno de sus fichajes. Portavoz del extinto Ciudadanos en el Parlament, Martín renunció a su escaño y a los cargos que ocupaba en ese partido el 8 de junio “por razones estrictas de introspección personal y de reflexión y de viabilidad del proyecto” —fue uno de los que aconsejó a CS que no concurriera a las generales—. El 12 de junio se supo que se había pasado al PP. Ya en Castelldefels, el líder de los populares proclamó, ufano, que estos son “los últimos días del sanchismo” al tiempo que pidió concentrar el voto en sus siglas para asegurarlo. El último barómetro de 40dB. para EL PAÍS, publicado el lunes, mostraba que aumentan las fugas de sus votantes a Vox tras los pactos con la extrema derecha.
Sánchez eligió Madrid como escenario de apertura de campaña y a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y al secretario general de los socialistas en la Comunidad, Juan Lobato, como teloneros. El líder del PSOE se refirió a los pactos entre el PP y Vox como un “intercambio impúdico de votos por derechos”. “Feijóo y Abascal son el túnel del tiempo: 10 años de retroceso en derechos de los trabajadores y de los pensionistas; 20 años en derechos LGTBI; 40 años en derechos de las mujeres y 80 años en la censura a la cultura”, dijo.
El candidato socialista se comprometió después, durante una entrevista en Telecinco, a aprobar una ley de tiempos de atención máximos para reducir los plazos de espera en el sistema sanitario: no más de 120 días para una intervención quirúrgica, un tope de 60 para las consultas externas especializadas, 30 en el caso de pruebas complementarias y hasta 15 en la atención en salud mental para menores de 21 años. La propuesta está incluida en el programa electoral que el PSOE presenta este viernes, informa José Marcos.
Abascal abrió su ronda en el puerto de Almerimar, en El Ejido (Almería), donde Vox fue la formación más votada en las autonómicas de 2018 y en las de 2020 con una campaña centrada en su batalla contra la inmigración irregular y la inseguridad ciudadana, conceptos que van unidos en el ideario de la extrema derecha, donde la violencia no tiene género, pero sí raza.
La candidata de Sumar, Yolanda Díaz, acudió por la mañana a la cita televisiva con Ana Rosa Quintana, donde repitió el estribillo para aclarar la ausencia de las listas de la ministra Irene Montero, el rostro de la ley del solo sí es sí: el “gran acuerdo”, la “generosidad” de todas las formaciones, todos los que, además de la ministra de Igualdad no están... También aclaró que el referéndum en Cataluña “no está sobre la mesa” y se refirió, a preguntas de la presentadora, a las críticas del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que en los últimos días ha declarado —y luego matizado— que le preocupa más ella que Abascal: “Yo ya soy mayor”. La coalición que encabeza presentó también el jueves su programa electoral, que incluye la promesa de crear en 10 años un parque de alquiler “protegido, social, sostenible y asequible” de hasta dos millones de viviendas.
El día del fin de la campaña oficiosa y comienzo de la oficial fue también el que eligió el expresidente catalán Carles Puigdemont para asegurar en Rac 1 que el Gobierno le había ofrecido el indulto si se entregaba. El Ejecutivo lo desmintió: ”La palabra de Puigdemont vale lo que vale su declaración de independencia. Es papel mojado”, dijo Sánchez en Telecinco. Pero el PP lo tomó como la verdad revelada. Quizá el expresidente catalán era el cisne negro del que hablaba Esteban.
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