Las claves de la jornada electoral de las elecciones gallegas 2024
El extraño ambiente de votación en Cambados, un carrusel de disfraces carnavalescos papeleta en mano y la presunta agresión de una apoderada del PP marcan la cita con las urnas
Galicia comenzó a las nueve de la mañana con normalidad, en un domingo que se ha despertado con buen tiempo y nieblas en el sur de la comunidad autónoma. A primera hora, solo se habían registrado cinco incidencias menores en la apertura y constitución de las 3.951 mesas electorales. Dos de ellas en Vigo: una porque no era posible abrir la puerta del local electoral y la otra porque faltaban miembros en la mesa. Pero como toda jornada electoral, este 18-F deja varias escenas curiosas. La jornada electoral se ha desarrollado con normalidad, sin incidentes de mención. La participación con el 98,97% de los sufragios contados, se ha elevado al 67,30%, casi 20 puntos más que en 2020 (48,96%), pero el voto CERA, que se escruta el lunes 26 de febrero, hará bajar este porcentaje, ya que solo han votado unos 30.000 de los casi medio millón de gallegos que residen en el exterior.
Voto raro en Cambados. No hay cosa más agradable en el mundo que votar un día de sol en Pontevedra. La ría brilla luminosa, en la Alameda juegan los niños y en la parte vieja pasean los mayores con el periódico bajo el brazo. Pontevedra es para el BNG lo que la Xunta es para el PP; un bastión simbólico gobernado por un alcalde que lleva 23 años en el cargo, Anxo Fernández Lores. A primera hora del domingo, frente a los colegios electorales todo eran lugares comunes. “Es importante que vengamos a votar”. “Veo poca gente”. “Se decide nuestro futuro”… con algo con más “sentidiño”. Concha, una jubilada que acudió con su nieta al colegio de Campolongo, añadió : “Aquí es donde hay que venir a criticar o aplaudir la gestión”. Pontevedra es también el lugar donde votó Alfonso Rueda y donde Feijóo y Rajoy reunieron a 4.000 personas durante un mitin, en la que fue su mayor demostración de fuerza regional. Las dos almas de Pontevedra convivieron ayer a las puertas de los colegios disparando la participación que subió seis puntos.
A 28 kilómetros y una ría de distancia de Pontevedra, en Cambados el ambiente estaba más revuelto. En los últimos días una sucesión de noticias agitó el pueblo. Una línea de puntos que une Cádiz, Canarias y Senegal con este municipio gallego de 13.000 habitantes. El miércoles, este pueblo del que han salido las más conocidas familias del narcotráfico gallego —entre ellas, Laureano Oubiña y Sito Miñanco— supo que José Manuel Costa Hermida, uno de los pilotos más experimentados de narcolanchas de Galicia, fue detenido con cuatro toneladas de cocaína a bordo. Sucedió a unos 500 kilómetros de Canarias, durante una operación desarrollada entre la Guardia Civil y la DEA. Costa Hermida era hijo de José Manuel Costa Rial, el piloto preferido de Sito Miñanco, detenido en diciembre en Senegal con otra lancha cargada con 700 kilos de cocaína. En la embarcación viajaba otro vecino de Cambados, que murió en una prisión de Senegal antes de ser extraditado.
Con este panorama, los 8.000 votantes que hay en Cambados no han tenido mítines en esta campaña. De aquí también es Marcial Dorado, el hombre que sale con Feijóo en la famosa foto de la lancha y la crema bronceadora. Tampoco se veía mucho movimiento a las puertas del colegio Antonio Magariños. Principalmente, aparecen ancianos y los pocos que llegan salen rápidamente apoyados en el bastón. A medida que avanza la mañana, las tascas junto a la plaza Fefiñáns y la Rúa Real comenzaron a llenarse y Casa Rosita a recibir coches en busca del mejor marisco.
En medio del frío ambiente electoral, lo único que recuerda que hoy hay elecciones es una valla publicitaria de Vox a la salida del pueblo. El viernes el rostro de Santiago Abascal apareció con una mancha rosa de pintura que salpica también a su candidato, Álvaro Díaz-Mella. La pintura fue lo de menos. Junto a la valla alguien dejó también seis patas de gallina y una hoz. Cambados vota raro y protesta raro.
Denuncia de agresión contra Sumar. La formación que lidera Yolanda Díaz ha denunciado una presunta agresión de una apoderada del PPdeG contra uno de los apoderados de Sumar Galicia. El incidente se ha registrado en un colegio de Vigo sobre las 12.45. Según el relato de Sumar, una apoderada del PP se encontraba en una de las cabinas “manipulando las papeletas y ocultando las de los demás partidos”. El apoderado de Sumar le habría llamado la atención y le urgió a que saliese de la cabina. Al hacerlo, denuncia Sumar, la mujer empujó al hombre que cayó y se golpeó la cabeza contra una mesa y quedó inconsciente unos minutos. La Policía Nacional se personó en el colegio y recogió la denuncia del apoderado de Sumar, que, finalmente, fue llevado al hospital, después de que una apoderada del BNG llamase a una ambulancia.
El PP de Vigo ha negado que su apoderada agrediera al de Sumar Galicia, como sostiene esa formación, y ha calificado lo sucedido como un “leve altercado”. Los populares de Vigo explican que, según la información que manejan, “se produjo un altercado de carácter leve” entre los apoderados de las dos formaciones. “Tanto la versión de nuestro apoderado como de testigos presenciales desmiente que fuera una agresión, como afirma Sumar”, señala el PP vigués, informa Efe. En cuanto tuvieron conocimiento de los hechos, incluso antes de que hubiera llegado la ambulancia, se personaron en el colegio la diputada de Sumar en el Congreso Verónica Martínez Barbero y el número uno de la lista del partido por Pontevedra, Ramón Sarmiento. Según Sumar, los tres miembros de la mesa, así como las dos apoderadas del BNG y otra apoderada de Sumar Galicia corroboran los hechos. Los servicios jurídicos de Sumar Galicia se encuentran evaluando la situación para interponer las acciones que correspondan.
El Carnaval se cuela en las mesas. La localidad de Xinzo de Limia, en Ourense, es una de las poblaciones del planeta con el Carnaval más largo. Sus vecinos llevan desde el 20 de enero celebrándolo y se las ingenian para disfrazarse de manera diferente en cada jornada, incluida la de este domingo, conocido como Domingo de Piñata, último día de fiesta. Aquí, cuando se cierren los colegios electorales, se seguirá el escrutinio desde la verbena.
Esta mañana, muchos vecinos han acudido a votar con sus disfraces, descubriéndose la cara en el momento de identificarse ante el presidente y los vocales de la mesa. Meli, Lina, Esther, Lola, Sole, Isa y Carmen, un grupo de amigas unidas por la música y las causas ambientales, han montado una mesa electoral alternativa, con una gran calabaza en lugar de una urna. Disfrazadas de brujas, las mujeres han mostrado sus pócimas mágicas para combatir la “maldición del carrexo”, es decir, el acarreo o transporte de votantes a las mesas electorales, por lo general ancianos e impedidos, por parte de colectivos interesados en orientar el color de sus papeletas. Ourense es, precisamente, la provincia gallega que registra en cada cita electoral más denuncias por carrexo.
La mesa desierta. En Chavín, Vivero, un pueblo de Lugo de solo 160 habitantes, han tenido que tirar de suplentes para poder votar. De los tres vecinos que habían sido designados para formar la mesa no apareció ninguno. Tampoco sus tres suplentes. Al final, han sido los segundos suplentes los que han constituido la mesa.
Con información de Silvia R. Pontevedra
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.