Puigdemont acusa a ERC por pactar con el PSC y hacer posible que sea detenido “en muy pocos días”
El expresidente catalán mantiene que, siete años después de marcharse de España para evitar ser juzgado, va a regresar a Barcelona para el debate de investidura de Salvador Illa
Carles Puigdemont ha reaccionado con un escrito de tres páginas al pacto de Esquerra Republicana con el PSC para investir president de la Generalitat a Salvador Illa. El expresidente catalán, que se marchó de España en 2017 para evitar ser juzgado, mantiene que su voluntad de retorno a Cataluña es firme, pese a que hay una orden de arresto sobre él, y acusa directamente a ERC de haber facilitado que pueda ser detenido en breve. En un escrito largo que ha publicado este sábado en la red social X, él mismo pide disculpas por la extensión y reclama paciencia para poder entenderlo, Puigdemont critica la decisión de ERC de investir a Illa por el efecto político que acarrea, alude “al impacto negativo que tendrá para Cataluña un Govern de carácter españolista”, y por el coste personal que le puede suponer a él: indica que la decisión de la militancia de ERC, que votó este viernes validar el acuerdo alcanzado por la dirección del partido con el PSC, hace que “la detención sea una posibilidad real en muy pocos días”.
El líder de Junts quedó en segundo lugar en las elecciones catalanas del 12 de mayo, con siete escaños menos que Salvador Illa, pero ha insistido en la necesidad de articular un frente independentista, Junts, ERC y la CUP, para bloquear la elección de un president del PSC. El acuerdo entre Esquerra y los socialistas finiquita las esperanzas de Puigdemont y lo pone en la disyuntiva de tener que cumplir su compromiso de retorno a Cataluña, pese a que de momento queda al margen de la aplicación de la ley de amnistía. El expresident ha señalado repetidamente en público que su fecha de vuelta está fijada para cuando haya un debate de investidura en el Parlament. Las previsiones de Josep Rull, presidente del Parlament, barajan que el debate de investidura se pueda celebrar el próximo miércoles o jueves. Puigdemont regresa no para recuperar el despacho de mando de la Generalitat, sino para asistir como invitado a la investidura de Salvador Illa. En su escrito, Puigdemont señala que antes de pronunciarse ha “preferido” esperar a que los militantes de ERC pudieran votar el acuerdo para que no se le pudiera acusar de hacer “chantaje emocional”.
Junts per Catalunya ha reunido de urgencia a su ejecutiva este sábado y ha emitido un comunicado donde muestra el apoyo a Puigdemont y subraya que su regreso a España es “un retorno político, no personal”. El partido también hace una breve valoración del acuerdo entre ERC y el PSC, y lamenta que Esquerra “haya optado por la peor de las alternativas posibles”. Junts se reivindica como “la fuerza referente del independentismo” y avisa de que hará valer su condición de “fuerza decisiva” en el Parlament y en el Congreso de los Diputados.
En la carta que ha hecho pública este sábado, el expresidente catalán señala que se siente víctima de “un desgaste muy grande” y revela ser consciente de que su regreso pueda suponer ingresar en la cárcel “quién sabe por cuánto tiempo”. Confiesa que ha recibido consejos para que “reconsidere” su intención de volver, pero insiste en que no hay marcha atrás y vuelve a cargar contra ERC, cuando desgrana los motivos por los que no se puede permitir reconsiderar cruzar la frontera. Dice que “visto lo visto con el escándalo de las campañas de guerra sucia organizadas por ERC” (en alusión al caso de los carteles para ridiculizar a los hermanos Maragall), tiene motivos para temer que habría una segunda parte de la “campaña ignominiosa” que sufrió tras las elecciones catalanas de 2017, cuando anunció que volvería a Cataluña y no cumplió con el compromiso.
La anunciada reaparición de Puigdemont en Cataluña conlleva una potente carga emocional para el independentismo. En su carta, él mismo llama a que su posible detención despierte la “confrontación contra un régimen demofóbico” y pide sacar “las garras” en lugar de “derramar lágrimas”. Si es arrestado mientras va de camino al Parlament se abre el interrogante de cómo afectará esa detención en el desarrollo del pleno de investidura de Illa. Marta Rovira, secretaria general de ERC, ya ha subrayado que no acierta a ver “qué sentido político” tiene que Puigdemont se deje detener ahora, tras siete años burlando la acción de la justicia. Jéssica Albiach, líder de los Comuns, ha manifestado que un retorno de Puigdemont “no cambia los resultados de la noche electoral”, pero abre la puerta a apoyar un aplazamiento del pleno si Puigdemont no se puede sentar en el escaño. “No viene de un día, de dos ni de una semana”, ha declarado Albiach. El 26 de agosto es el plazo tope que marca la ley para que el Parlament elija un president de la Generalitat. Si el cargo queda desierto para entonces, se convoca automáticamente la repetición electoral, para el 13 de octubre.
El PSC y ERC tenían interés en agilizar un acuerdo, precisamente, para tener margen de maniobra posterior si una irrupción de Puigdemont interfiere la dinámica del primer intento de investidura.
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