Aragonès apuntala su propuesta de Govern en una conferencia ante Junts y CUP pero sin los comunes

Esquerra Republicana sueña un nuevo Ejecutivo catalán donde estén CUP, Junts y En Comú Podem. Esas dos últimas fuerzas se autorrepelen, por motivos ideológicos y de orientación en el tema nacional. La idea de coalición de gran espectro la defendió Pere Aragonès durante toda la campaña y este jueves ha insistido en ella, en plenas negociaciones sobre el futuro Govern, durante una conferencia que ha certificado su imposibilidad. El aspirante republicano a presidir la Generalitat ha desgranado los cuatro ejes que espera tenga su Gobierno, con Laura Borràs, Dolors Sabater, Eulàlia Reguant e importantes representantes del mundo económico en el público, pero sin ningún asistente de los comunes. Aragonès ha pedido indirectamente a Junts que evite cualquier tentación de repetición electoral y a la CUP que abandone la comodidad de hacer solo de oposición.

El acto, celebrado en el Espai Serrahima, tenía cierto aire vintage. Hubo una época en la política catalana en la que los líderes de los partidos optaban por el formato más reposado de la conferencia para, en momentos clave, explicar con calma sus proyectos. Aragonès ha revivido ese camino también como una manera de darle más verosimilitud a sus posibilidades de encabezar el nuevo Govern gracias a la única opción aritmética que de momento parece viable

Aragonès ha profundizado en los cuatro ejes que debe abordar el próximo Govern: un plan de rescate social, un plan de reconstrucción y transformación pos covid, un pacto “antifascista”, y establecer las bases para avanzar hacia la república catalana. Ha adelantado alguna concreción para resaltar su apuesta hacia la izquierda, como por ejemplo trabajar para acabar con la llamada pobreza menstrual, permitiendo que los productos de higiene femenina sean gratuitos. También ha abogado por la universalización de las guarderías como una herramienta para atacar la desigualdad o finalmente tener una apuesta seria por la salud mental, tras certificar los estragos de la pandemia.

“Hay que reescribir el guion del Govern de los últimos años, reescribirlo desde la mayoría de izquierdas y progreso que ha dado las urnas, con una mayoría inapelable a favor de la república catalana”, ha asegurado Aragonès. El líder de ERC también ha certificado su apuesta por la creación de dos consejerías nuevas, de feminismos y acción climática, y que no quiere una administración con compartimientos estancos, como hasta ahora, sino intentar un modelo sin consejerías monocolor. “Todos tenemos que salir de la zona de confort. Es mejor digerir contradicciones que estar en la comodidad de la oposición”, ha dicho el actual president de funciones, en una referencia clara a los anticapitalistas.

Entre los asistentes a un acto con muchas restriciones de aforo, por culpa de la pandemia, también estaban los presidentes del Círculo de Economía. Javier Faus, y de Pimec, Antoni Cañete. Y los líderes de las dos entidades soberanistas, Òmnium (Marcel Mauri) y Elizenda Paluzie (ANC). Precisamente, a la hora de abordar la cuestión territorial, Aragonès ha sido más cuidadoso con sus palabras aunque no se ha separado del giro pactista y posibilista de su formación tras los hechos de 2017. “Solo hay un camino: ser más y ser más fuertes . Hacer inevitable el referéndum”, ha dicho. Curiosamente, en ningún momento ha mencionado la estrategia de diálogo con el Estado, un punto espinoso en las negociaciones con Junts.

Aragonès, finalmente, se ha mostrado satisfecho por el trabajo de la gran mayoría de los partidos políticos del Parlament para bloquear a Vox. Ha asegurado que además de las estrategias para bloquearlo en la Cámara, se trabajará para presentar un plan de interculturalidad la próxima legislatura.