Ciudadanos se desploma en Castilla y León y ahonda la crisis del partido

Ciudadanos no ha logrado contener en Castilla y León la crisis que encadena el partido desde hace meses. Ni grupo parlamentario propio, ni sorpresas. Los resultados de las elecciones del domingo han confirmado el desplome que la formación arrastra desde la debacle electoral de noviembre de 2019, cuando el partido pasó de 52 diputados a 10 en el Congreso. La candidatura de Cs en la comunidad autónoma solo ha obtenido un procurador por Valladolid, el que corresponde a su aspirante a la Junta, Francisco Igea, frente a los 12 que consiguió en 2019. “Es un día difícil. Hoy hemos perdido, pero eso no quiere decir que no tengamos razones, que no tengamos unos ideales que defender”, ha manifestado Igea tras conocerse los resultados. “Tenemos que ser capaces de transmitir mejor lo que nosotros queremos. Lo que dice este resultado que este partido tenía techo, pero también tiene suelo”, ha añadido rodeado de miembros de la Ejecutiva de Ciudadanos.

La candidatura de Cs ha conseguido apenas el 4,5% de los votos (en 2019 llegó casi al 15%), pese a que el exvicepresidente había apelado al electorado a castigar la “traición” de Alfonso Fernández Mañueco, que expulsó a Ciudadanos del Ejecutivo de coalición hace casi dos meses. El partido confiaba en mantener grupo parlamentario propio, pero las urnas han confirmado los peores sondeos. “El partido liberal nunca es un partido mayoritario. Yo no estoy satisfecho, me hubiera gustado pasar del 5% y tener grupo parlamentario propio. Pero me preocupa mucho más la situación de nuestra comunidad”, ha subrayado Igea respecto al auge de Vox, que pasa de 1 a 13 procuradores, y que momentos antes de la comparecencia del candidato de Cs ha pedido entrar en el Gobierno regional. Igea ha apelado al bipartidismo a acordar un gran pacto entre el PP y el PSOE para evitar la irrupción de la ultraderecha en el Ejecutivo de Castilla y León.

Las caras largas predominaban en el hotel NH Ciudad de Valladolid, donde la formación ha seguido el escrutinio. Líderes nacionales de Cs, como su portavoz en el Congreso, Edmundo Bal; la secretaria general, Marina Bravo; o el vicesecretario de Comunicación, Daniel Pérez, han arropado a Igea en una aciaga noche. Pese al hundimiento, varios miembros de la dirección coinciden en que al menos han salido “airosos” de unos pronósticos que aventuraban su desaparición. “Convocaron elecciones buscando una mayoría absoluta y borrar al centro liberal español. Nada de eso ha sucedido”, ha escrito Inés Arrimadas, presidenta de Cs, en su perfil de Twitter.

Fuentes del partido afirman, incluso, que varios dirigentes estaban “celebrando” en el hotel que Ciudadanos no ha desaparecido de las Cortes de Castilla y León. “Nos querían echar, pero estamos dentro. Si pudieran, nos echarían de todos los gobiernos en los que estamos, como el Ayuntamiento de Madrid”, sostiene una fuente de la dirección, que añade que Igea será aún más incómodo en la oposición de lo que fue en el Gobierno regional, al tiempo que reconoce que “es evidente” que muchos votos se han ido a Vox.

De ser la tercera fuerza política en las Cortes con 11 procuradores —perdió una diputada regional tras la moción de censura de Murcia— y cuatro consejeros durante el tiempo que duró su alianza con el PP, Cs se queda ahora con un solo procurador en el Grupo Mixto. Igea tendrá que asumir en solitario un barco que navegará a duras penas entre el resto de formaciones. “Hoy no tenemos nada que celebrar. Esta comunidad y este país hoy no tienen nada que celebrar”, ha continuado el exvicepresidente. “Vivimos en una situación polarizada, fragmentada, esta comunidad ha vivido unas elecciones innecesarias, se enfrenta a una situación muy difícil, por primera vez la ultraderecha de este país aspira a sillones de Gobierno”, ha remachado el candidato de Cs entre los aplausos del centenar de afiliados que han asistido a su comparecencia en Valladolid, algunos llegados desde otros puntos de España.

Caída en picado

El maná que consiguió Igea en mayo de 2019, cuando pasó de 5 procuradores a 12, se ha borrado de un plumazo tras los resultados del domingo. El partido confirma así la tendencia en picado de los comicios autonómicos que se inició en febrero de 2021 en Cataluña y se confirmó en mayo en Madrid, donde ni siquiera consiguió representación en La Asamblea. Unos comicios, los madrileños, que se precipitaron tras la fallida moción de censura de Murcia, cuando todo saltó por los aires en la formación de Inés Arrimadas.

La maniobra de Mañueco, que arguyó el mismo motivo que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, para adelantar las elecciones de Castilla y León —el peligro de una moción de censura con la connivencia de Ciudadanos—, ha servido al presidente de la formación para eliminar prácticamente del mapa a su exsocio de Gobierno, aunque ahora tendrá que contar con Vox para pactar, al no alcanzar la mayoría absoluta. “Nosotros vamos a hacer lo posible porque haya grandes acuerdos. Si esto es todo lo que tiene que ofrecer el PP a los españoles, apañados estamos. Si esta es la victoria que soñaba, ¿de qué país estamos hablando? Millones de españoles miran hoy a esta comunidad con preocupación legítima”, ha reiterado Igea.

Lo que sí tiene visos de continuar es el matrimonio de conveniencia que surgió entre Igea y Arrimadas, con quien el candidato había sido crítico en el pasado, a raíz de estas elecciones. “Quiero agradecer muy especialmente el apoyo de Inés Arrimadas, hoy más que nunca Inés es mi presidenta, mi compañera y mi amiga”. La líder de Ciudadanos no ha acudido a la noche electoral en Valladolid por el avanzado estado de su embarazo. Arrimadas mantiene a uno de sus principales activos, Igea, pero vuelve a perder, por goleada, uno de los pocos bastiones que mantenía el partido. Con la mitad de afiliados que hace un año y un centenar de cargos públicos menos, Cs ha resistido, por la mínima, la primera prueba de fuego de este 2022.