La dimisión que dio lugar a 35 años de gobiernos del PP en Castilla y León
El PSOE reivindica a Demetrio Madrid, cuya renuncia como presidente tras ser procesado por un delito del que fue absuelto facilitó la primera victoria de Aznar
Pocas veces una dimisión tuvo unas consecuencias tan drásticas en la política española y ha terminado siendo tan reivindicada como un ejercicio ético y de respeto a las instituciones. Demetrio Madrid (Villaralbo, Zamora, 85 años) jamás se imaginó la derivada que tendría su renuncia como presidente de Castilla y León. Pero dice que volvería a hacerlo si pudiese regresar al pasado. El primer presidente de la Junta (1983-1986), único por el PSOE, renunció tras ser procesado por la supuesta venta ilegal de una empresa textil de su propiedad. La renuncia desencadenó una crisis en el PSOE que José María Aznar aprovechó para ganar las elecciones ocho meses después y ser investido. La justicia absolvió a Madrid de haber cometido un delito social en 1990. Para entonces Aznar ya había dado el salto a la política nacional y el PP había iniciado 35 años de gobiernos consecutivos en la comunidad autónoma.
“Yo creí que la sentencia iba a ser tan rápida que me daría tiempo a volverme a presentar, pero no fue así. Esa decisión fue determinante en el desarrollo de Castilla y León, pero hay situaciones que están por encima de la política. Son las razones éticas y morales”, explicaba Demetrio Madrid en una mañana fría y engañosamente soleada, en la Plaza Mayor de Zamora, al comienzo de la campaña. “Mi empeño, aunque estuviera seguro de mi inocencia como se demostró, era no estar en entredicho él desempeñando la función de presidente autonómico. ¿Qué imagen, qué mensaje, se transmitiría a los ciudadanos?”.
Desde entonces, su ejemplo se ha convertido en uno de los reclamos del PSOE. En los mítines más potentes y en los que atraen menos focos. El candidato, Luis Tudanca, y otros pesos pesados del partido como José Luis Rodríguez Zapatero le han colmado de parabienes mientras el expresidente autonómico se mantenía discreto en primera fila. Los 1.200 militantes y simpatizantes que acudieron al cierre de la campaña en Valladolid le honraron entre gritos de “¡presidente, presidente!”. “Demetrio, esa Castilla y León que soñaste la vamos a poner en marcha el lunes”, le garantizó Tudanca. “El mayor de mis honores es tener aquí escuchándome a la persona que representa el trabajo, la honradez y la honestidad del PSOE, que es Demetrio Madrid. ¡Por esos 35 años, a votar el día 13!”, le dedicó Adriana Lastra el final de su intervención en otro acto de partido.
La dirección federal y la candidatura de Tudanca contraponen el paso que dio Demetrio Madrid a los problemas actuales del PP de Castilla y León en los tribunales, con investigaciones sobre corrupción como la trama eólica, la Perla Negra o las presuntas irregularidades en las primarias que ganó Alfonso Fernández Mañueco. “Viendo lo que está pasando no puedo por menos que preocuparme y establecer [que se debe hacer] lo mismo que yo hice. Por una cuestión de responsabilidad, de representación y de la confianza de los ciudadanos”, observa Madrid, que destaca que su sentencia “no solamente fue exculpatoria sino laudatoria”. Tras la sentencia a su favor fue diputado nacional (1993-2000) y senador (2000-2004). Desde este último año a 2011 fue consejero del Consejo Consultivo de Castilla y León.
“Demetrio antepuso las instituciones, el interés general al propio, a pesar de la injusticia, de saber que era inocente. ¿Qué habría pasado si no hubiera dimitido? Otra Castilla y León. Las cosas habrían sido diferentes. Nuestra Castilla y León era diferente, nuestro modelo era diferente”, afirma Tudanca. El vencedor de las elecciones de 2019 —los socialistas no ganaban desde 1983— resalta que en las tres décadas y media de mandatos de la derecha se han perdido 200.000 habitantes mientras España crecía más de ocho millones, la población de Castilla-La Mancha crecía más de un 23% y en Aragón lo hacía más de un 10%”. El PP discrepa del análisis de los socialistas. “Treinta y cinco años de gobiernos del PP serán por algo, señor Tudanca. Será porque hay sintonía con los ciudadanos”, le espetó Mañueco en el debate del pasado miércoles.
“¡Demetrio está aquí para darle el relevo a Luis!”, proclamó Rodríguez Zapatero entre vítores en el acto central de la campaña en León. Los barones del PSOE no han sido menos en la reivindicación de su figura. “Me gusta mucho reencontrarme con Demetrio, no somos de la misma generación, pero admiré mucho su gesto en aquel momento. Fue un gesto que justifica toda su vida”, afirmó el extremeño Guillermo Fernández Vara en la convención que seis de los nueve presidentes autonómicos socialistas celebraron con Tudanca. “De Demetrio pasamos a Luis. En medio no ha habido nada. Cuando yo empezaba y estaba en la oposición, le pregunté cómo se logra esa política de respeto y me dijo: ‘sé tú misma”, intervino la presidenta riojana, Concha Andreu. El aragonés Javier Lambán lo definió como “una referencia moral del socialismo”. “¡Los años que llevan [en el PP] viviendo de la mentira de Demetrio Madrid!”, le secundó el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
El presidente dimitido solo tuerce el gesto momentáneamente cuando Aznar aparece en la conversación. Y cuenta: “El día que decido dimitir viajo con mi vicepresidente, Jaime González a Madrid, para informar en Ferraz de la decisión que he tomado. El coche llevaba un teléfono instalado, algo que entonces no era habitual, y ya durante el camino de regreso, después de una reunión de todo un día con Txiki Benegas y otros responsables, convoqué a la ejecutiva del partido, a la Junta de consejeros y una rueda de prensa. Eso lo hago yo directamente. A mi vicepresidente le pido que llame a Aznar, que era diputado nacional por Ávila y jefe de Alianza Popular. Me pareció lógico que supiese lo que iba a suceder. A la hora de darle la información, Aznar convocó una rueda de prensa en la que me daba 24 horas para dimitir. Es lo que configura psicológica, moral y éticamente al personaje”. Este domingo, Demetrio Madrid espera que otro socialista le dé el relevo que aguarda en la Junta desde hace 35 años.
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