Díaz Ayuso, en Castilla y León: “Prefiero pactar con el partido de Ortega Lara (Vox) que con quienes lo secuestraron”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha acudido de nuevo a la campaña de Castilla y León para apoyar a su homólogo Alfonso Fernández Mañueco, a la baja según las encuestas a unos días de los comicios del domingo. La dirigente ha reclamado en Valladolid el voto en masa al candidato del PP, pero, al contrario que en Burgos el viernes, no ha hablado de “mayoría absoluta” sino de cuentas que permitan gobernar en solitario. En caso contrario, ha afirmado, prefiere “pactar con el partido de José Antonio Ortega Lara [Vox] que con quienes lo secuestraron”. Una de las claves de esta campaña para el PP consiste en hacerse fuerte para impedir que Vox sea crucial en la ecuación.

Ayuso ha llegado a Valladolid entre expectación de varias personas de ver “a la que tendría que ser la presidenta de España”, según Teresa Pérez, erigida portavoz de su grupo y que intenta aparecer en las fotos “para que me vean mis amigas de izquierdas”. Jesús Espinilla, que usa mascarilla con la bandera de España, presume de que va a votar a Vox: “El PP ya me engañó una vez”. La presidenta madrileña, reconoce, es “bien recibida” y critica que Mañueco haya virado tras recelar al principio de la madrileña: “Ahora comulga con ella para levantar el ala”. La expectación se ha multiplicado tras el acto, pues la baronesa ha paseado por Valladolid entre cientos de peticiones de fotos, como las que le han pedido las amigas de Elena Pita, de 18 años, que se estrenan el domingo en esto de votar: “Ayuso es más enrollada que Mañueco”. Las jóvenes dudan entre este y los cantos de sirena de Vox y creen que entre PP y la extrema derecha “no hay diferencias notables”.

La breve ruta por Valladolid ha trascurrido rodeando la caseta electoral de Vox y entre ovaciones y hasta aglomeraciones agobiantes previas a que Ayuso se dirigiese a otra cita en Ávila, de donde proceden sus abuelos. La despedida, entre palmas, ha sido rotunda: “¡Ayuso mi presidenta!”.

El presidente de Castilla y León se ha ufanado de la visita de Ayuso y ha tirado de refranero con “dime con quién andas y te diré quién eres”, criticando que su rival socialista, Luis Tudanca, sea apoyado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presunta responsable de un “hachazo fiscal” mientras él se junta con el emblema de “bajada fiscal”. Mañueco ha defendido la “sintonía” con el territorio y ha reiterado que estos comicios tratan del “futuro de la comunidad y los peligros del socialismo con partidos localistas, que si gobiernan arriesgan la gestión de la educación, la sanidad o los servicios sociales”.

Uno de los grandes desafíos para el PP consiste en las formaciones de la España Vaciada, que pueden quitar votos cruciales para conseguir los últimos procuradores de cada provincia, de ahí la insistencia en pedir “movilización masiva”. “Que toda España esté pendiente de Castilla y León es un triunfo”, ha presumido el presidente, que convocó esta “situación sin precedentes” al romper unilateralmente el Gobierno de coalición con Ciudadanos. “No hagáis caso de las encuestas”, ha pedido, emplazando a llenar urnas para paliar las malas previsiones de las últimas fechas para el PP.

La lideresa madrileña ha tildado de “acto de caballerosidad” la invitación de su colega de partido y ha hablado de “puerto de montaña” para definir el final de campaña. Ayuso ha recordado que en 2023 hay elecciones locales y autonómicas en muchos territorios y ha emplazado a un triunfo del PP para marcar la senda: “Las campañas se hacen desde la ilusión y no desde los nubarrones”.

La presidenta ha alabado la gestión de Mañueco, “a pesar de los obstáculos” y, al contrario que en Burgos el viernes, ha evitado augurar una “mayoría absoluta” y ha deseado que las urnas les permitan gobernar en solitario: “Siempre pactaría antes con el partido de Ortega Lara (Vox) que con quienes lo secuestraron”. “Hay que evitar que el sanchismo y sus izquierdas se sigan propagando por España”, ha alertado, censurando el “nacionalismo que causa destrozos” y un Gobierno central que “no ha mejorado la vida de nadie salvo la de los enemigos de España”.

La mandataria ha cargado contra el “nacionalismo barato” y ha reprobado a quienes quieren legislar las emociones “mirando hacia al pasado y con la memoria histórica”. Ayuso ha defendido a la Iglesia y a la monarquía mientras que las dos repúblicas españolas “han traído miseria”. “Este socialismo necesita negar al de enfrente para justificar su existencia, nosotros debemos centrarnos en lo que nos une”, ha expuesto la presidenta, en clave nacional contra una izquierda que “quiere dividir a las mujeres y a los españoles” cuando hay “valores como el respeto y la cultura de trabajo que nos une, los de izquierdas y derechas identifican a los autoritarios y a quien les deja ser libres”.

La baronesa del PP ha instado a que ambas comunidades puedan seguir colaborando y ha insistido en que la libertad “trasciende a los partidos y a los bloques”. El proyecto de Sánchez, ha zanjado, “es el poder”.