Isabel Díaz Ayuso irrumpe en la campaña electoral de Castilla y León: “Vamos a ganar por mayoría absoluta”

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha desembarcado en Castilla y León para intentar levantar los ánimos del PP. El candidato a renovar en la presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas del próximo 13 de febrero, Alfonso Fernández Mañueco, no coge vuelo mientras Vox acecha. Isabel Díaz Ayuso, de raíces abulenses, ha atendido este viernes a decenas de personas en Segovia y Burgos para apoyar a Mañueco y vaticinarle una mayoría absoluta, algo que las encuestas no aventuran y para el PP autonómico sería casi milagroso. Nada más tomar la palabra en Burgos un espectador ha interrumpido a la presidenta madrileña “¡España está contigo!” y Díaz ha respondido con un augurio atrevido: “Vamos a ganar por [mayoría] absoluta”. “Vengo del pasado hacia el futuro”, ha señalado Ayuso, a la que ha llegado jaleada por simpatizantes y militantes de su partido.

“Hoy nos gobiernan el paro, el desánimo y el nacionalismo”, ha anunciado la dirigente, que ha censurado a Luis Tudanca, candidato del PSOE, por criticar que ella haya acudido a Burgos: “El socialismo nos necesita divididos, se le ha visto el plumero”. Ayuso ha cargado en clave nacional contra Sánchez y los nacionalismos, con alusiones a Bildu como supuesta rama de ETA y ha asegurado que la reforma laboral “intenta contentar a comunistas, nacionalistas y los declarados enemigos de España”. Así ha zanjado su comparecencia: “Hay que elegir entre socialismo o libertad”.

Al acto burgalés, en una conocida sala de conciertos, la presidenta ha llegado como una estrella de rock tras revolucionar el centro de la ciudad en un paseo de media hora. Allí la esperaba también Juan Vicente Herrera, expresidente autonómico y poco dado a intervenir en las campañas. Mañueco ha reiterado su discurso electoral, señalar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), en materia fiscal o del sector primario.

Mañueco ha pedido participación masiva para evitar la “incertidumbre” de gobiernos apoyados en aliados y ha tildado de débil al Ejecutivo central, “hecho de retales, se ha quedado sin socios. Lo ocurrido en el Congreso este jueves es “política basada en argucias”, asevera, pese a que fue un diputado del PP el que erró en su voto contra la reforma laboral y acabó favoreciendo su aprobación. El candidato del PP ha reiterado su oposición a Sánchez con políticas de bajada fiscal, ayudas a autónomos y le ha atribuido las subidas de precios del carburante y la luz. “¡Vamos a salir como una moto!”, ha exhortado Mañueco, cuyo partido depende mucho de la participación porque si esta no es elevada puede perjudicar al PP. “A veces somos secos, pero no tontos”, ha expuesto el presidente de la Junta para criticar al PSOE, al que ha acusado de dejadez hacia la comunidad. El dirigente ha agradecido la presencia de Ayuso, a quien piensa que se asemeja más de lo que la gente cree: “Me decían que me parezco a Ayuso, ¡No me voy a parecer a Emiliano García-Page [presidente socialista de Castilla-La Mancha]!”.

Fuentes del partido admiten que al principio habían evitado recurrir demasiado al tirón de Ayuso porque podría soliviantar a Génova por contraponerse al liderazgo de Pablo Casado. La propia Ayuso le ha respondido en ese sentido a una persona que le ha pedido más visitas a Segovia o a la comunidad: “¡Me tengo que repartir por todos lados!”. Las tendencias demoscópicas han llevado a virar la estrategia y confiar en la dirigente madrileña, a quien el expresidente del Gobierno José María Aznar ha tildado como “figura más relevante” del PP. El propio Aznar, en un acto en Valladolid la semana pasada, dejó entrever sus diferencias con la gestión de Casado.

La baronesa del PP ha recordado por la mañana que ella también rompió la coalición con Ciudadanos, al igual que su homólogo castellano y leonés, para llamar a las urnas. Ella arrasó y pudo formar un Ejecutivo en solitario con apoyos puntuales de Vox mientras que Mañueco tendrá que depender de pactos con partidos menores o de aliarse con la ultraderecha. “Con un Gobierno sólido y en libertad es mucho más fácil poner medidas en marcha”, ha destacado la madrileña, a quien Mañueco se ha aproximado en los últimos meses. Poco antes de convocar las elecciones, el exalcalde de Salamanca se dejó ver en actos con su compañera de partido y adoptó un lenguaje en torno a claves como la “libertad” que ha pregonado la mandataria como guía política, a pesar de que durante los primeros meses de pandemia, según el exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea (Ciudadanos), el presidente recelaba del modelo de Ayuso.

La última visita de tinte electoral de Ayuso a la comunidad fue el 15 y 16 de enero, en León, para asistir al congreso autonómico que ungió a Mañueco como candidato a la reelección. Allí dejó otra polémica con los leonesistas al mezclar al reino de León con Castilla a cuenta del inicio del parlamentarismo, nacido en el reino leonés en 1188. Poco ha importado en Burgos ese patinazo, donde ancianos y jóvenes se han arremolinado en torno a ella junto a la estatua del Cid. Ayuso ha campeado junto a Mañueco, que aspira a imitar su ejemplo de Madrid de mayo de 2021 pero con una diferencia clave: la popularidad.