Los aspirantes a barones del PP: debutantes y pendientes de Vox
Seis de los candidatos del Partido Popular que pueden erigirse como presidentes autonómicos se han examinado en unas urnas autonómicas como líderes por primera vez
En el seno del Partido Popular, la calificación de “barón” o “baronesa” hay que ganársela. Y esta semana, seis dirigentes autonómicos del PP han entrado en la carrera por adquirir ese título —un concepto más mediático que propiamente político, advierten desde Génova—, tras la victoria de los populares en las elecciones del pasado domingo. Seis candidatos del PP con opciones a gobernar en sus territorios comparten una característica en común: son debutantes, todos se han examinado por primera vez como líderes en unas elecciones autonómicas. “Las urnas dan el cargo, pero después tienen que consolidarse. Han entrado a formar parte de la santa mesa, pero tendrá que consolidarse conforme avancen las legislaturas para ser considerados barones”, recalcan fuentes de la dirección del PP. Algunos han roto las expectativas, todos han absorbido al electorado de Cs y la mayoría han pasado estos días gestionando cómo entenderse con Vox.
María Guardiola. Extremadura. (Cáceres, 1978). “Mis jefes son los extremeños”. Era una de las más desconocidas, pero ha acaparado el foco durante toda la semana por haber dado la campanada. María Guardiola dijo en campaña que ni compartiría un Ejecutivo con la formación ultra ni iba a incorporar sus proclamas en sus políticas, ya fueran el negacionismo de la violencia de género, la prohibición del aborto o la eliminación de medidas en favor de los derechos LGTBI.
La candidatura de Guardiola no fue la más votada (fue el socialista Guillermo Fernández Vara por casi 6.300 votos) pero obtuvo 28 escaños, 8 más que su antecesor, José Antonio Monago, y puede gobernar solo con el sí de Vox, pero insiste en no incorporarles en su Ejecutivo. “Mis jefes son los extremeños”, dijo tras el 28-M sobre las directrices del PP y las exigencias de Vox. Su punto de partida son las 860 medidas de su programa que, según ella, Vox comparte al 90%, por lo que defiende que no es necesario que entren en el Gobierno para que se apliquen sus políticas. Esto podría poner en un aprieto a su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, al negociar con Vox al margen de la dirección del PP, pues puede perjudicar la negociación con el partido ultra en otros territorios si se enroca en su postura de negarse a un gobierno de coalición. Guardiola es licenciada en Administración y Dirección de Empresas, y trabaja de funcionaria en la Junta. Fue ratificada presidenta del PP de Extremadura en julio del año pasado, tras la llegada de Feijóo a Génova, en un congreso sin adversario.
Marga Prohens. Islas Baleares. (Campos, 1982). Símbolo del “feminismo no excluyente”. En el caso de Marga Prohens, presidenta del PP de Baleares desde julio de 2021, su voz había resonado ya previamente en los escaños del Congreso, donde entró como diputada en 2019. Sentada en la bancada justo detrás de la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, Prohens protagonizó en los últimos meses acalorados discursos. Intervenciones en las que cargaba, principalmente, contra la ministra de Igualdad, Irene Montero. “La ley trans desprotege a las mujeres víctimas de violencia de género, señora Montero. Ha vuelto a desproteger a las mujeres, y digo mujeres, sí, no somos seres menstruantes”, afirmó desde la tribuna en febrero. Dentro del PP, Prohens representa un símbolo de igualdad entre hombres y mujeres al margen de “feminismos excluyentes”. Renunció a su escaño en el Congreso en marzo.
Licenciada en Traducción e Interpretación, Prohens ha trabajado, entre otros puestos, como mediadora lingüística en el Ayuntamiento de Palma. El 28-M, consiguió 25 escaños, 9 más que Biel Company en 2019, lo que convierte al PP en la fuerza más votada en las Islas, aunque necesita la abstención de Vox. Es la más joven del club de debutantes del PP. “Hay un relevo generacional, va llegando gente con empuje. Estamos extendiendo la capacidad del PP con liderazgos jóvenes, son dirigentes a los que podrán retirar las urnas, pero no la edad”, apuntan desde el equipo de Feijóo.
María José Sáenz de Buruaga. Cantabria. (Suances, 1968). Presidenta gracias a Miguel Ángel Revilla. Es la única que ya tiene resuelta la papeleta sobre cómo gestionar su relación con Vox gracias al presidente de Cantabria saliente, Miguel Ángel Revilla. El líder del Partido Regionalista de Cantabria avanzó el martes que facilitaría la investidura de Sáenz de Buruaga para que Vox no influyese en el nuevo Ejecutivo de María José Sáenz de Buruaga, quien cosechó 15 escaños, 6 más que en 2019, y se situó como la candidata más votada. Pese a haber concurrido por primera vez como aspirante al Gobierno de la comunidad, Sáenz de Buruaga conoce bien el territorio en el que se moverá en breve. Fue vicepresidenta del Gobierno de Cantabria y consejera de Sanidad y Servicios Sociales entre 2011 y 2015, durante el mandato de su predecesor, Ignacio de Diego. Pisó el Parlamento de Cantabria por vez primera en 1999 como diputada.
Abogada de profesión, abrió su propio despacho, aunque lo dejó cuando entró de lleno en política. “Ya es hora de que en Cantabria manden dos mujeres”, dijo de ella y de la candidata al Ayuntamiento de Santander, Feijóo, en un mitin. Sáenz de Buruaga tiene garantizado que será la próxima presidenta cántabra, no así Prohens ni Guardiola. Pero si sus compañeras lograran hacerse con el poder, el número de presidentas autonómicas mujeres aumentaría respecto a 2019. “Para nosotros ser hombre o mujer no es un elemento a la hora de elegir a los candidatos, sino la idoneidad o la capacidad. Pero es verdad que es un mensaje para la izquierda, que pretendía patrimonializar la igualdad”, sostienen desde Génova.
Gonzalo Capellán (Haro, La Rioja, 1972). El candidato sin primarias. Otro de los candidatos principiantes que ya sabe que gobernará es Gonzalo Capellán, al alzarse con la mayoría absoluta de La Rioja con 17 escaños, 5 más que en las anteriores elecciones. Capellán fue designado sin primarias en octubre pasado, después de que la dirección nacional decidiese no convocar el congreso pendiente desde la primavera de 2021. La orden frenó las aspiraciones de otros dos dirigentes territoriales. Uno de ellos, el exdiputado autonómico Alberto Bretón, lanzó la formación Por La Rioja, integrada a su vez por ediles populares descontentos con el movimiento. Pese a las turbulencias previas, la candidatura alternativa de Bretón no obtuvo representación.
Desde la llegada de Feijóo a Génova, en abril del año pasado, la dirección nacional fue reorganizando paulatinamente los equipos en los territorios. En la mayoría de las 12 comunidades que celebraban elecciones este 28 de mayo se convocaron sucesivamente congresos regionales, con listas de unidad. No así en Asturias ni en La Rioja, donde habían aflorado problemas internos previos. Ni tampoco en los territorios que habían convocado sus congresos en 2021.
Según fuentes de la dirección del PP, Capellán fue designado como candidato sin primarias al ser la figura “más preparada” y mejor formada “académicamente”, y al “amparo” de los estatutos. El futuro presidente riojano es catedrático de Historia y ejercía como profesor universitario. También tiene un pasado como cargo público del PP. Entre otros puestos, fue consejero de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja entre 2011 y 2014. Y ejerció como consejero de Educación en la Embajada de España en Reino Unido.
Jorge Azcón (Zaragoza, 1973). El alcalde que desalojó a la izquierda en Zaragoza y engulló a Ciudadanos. Jorge Azcón concurrió a las elecciones en 2019, pero, en aquella ocasión, lo hizo como número uno al Ayuntamiento de Zaragoza. Gracias a su candidatura, el PP recuperó la alcaldía de la capital aragonesa tras 16 años de partidos de izquierda y a pesar de que la lista más votada hace cuatro años fue la de la socialista Pilar Alegría. Azcón se erigió entonces como alcalde de Zaragoza en un Gobierno de coalición con ocho concejales del PP más los seis de Ciudadanos, y el apoyo de Vox.
El Consistorio zaragozano es el paradigma de cómo el Partido Popular ha ido engullendo a Cs, no solo respecto al electorado, sino también por los fichajes. Los seis ediles de Cs abandonaron en bloque el partido antes del 28-M. Entre ellos, la vicealcaldesa, Sara Fernández Escuer, que concurrió en estas elecciones como número dos al Ayuntamiento por el PP, mientras que la exdiputada de Ciudadanos, Susana Gaspar, lo hizo como número quince a Las Cortes aragonesas con los populares. Ni rastro queda ahora de Cs ni en el Parlamento de Aragón ni en el Consistorio de la capital zaragozana.
En cuanto a Azcón, es licenciado en Derecho y acumula años como concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza. También fue presidente de Nuevas Generaciones en la región y nombrado presidente del PP aragonés en diciembre de 2021. Como candidato al Gobierno de Aragón en estas elecciones, ha sido el partido más votado con 28 escaños, 12 más que en los pasados comicios, y necesita la abstención de Vox para ser investido.
Carlos Mazón (Alicante, 1974). El aspirante que más ha aumentado en número de escaños. Todos los ojos del Partido Popular estaban puestos en Carlos Mazón, pues la Comunidad Valenciana ha adquirido en esta campaña una especial trascendencia, al ser un trampolín fundamental de cara a las elecciones generales, y al haber hecho Feijóo del 28-M un plebiscito contra Pedro Sánchez. Mazón ha cumplido así las aspiraciones de Génova, al conseguir 40 escaños como primera fuerza y una subida de 21 diputados respecto a 2019. Es el novato de entre los seis que más ha aumentado en número de escaños. Aún así, requiere del voto a favor de Vox para poder ser presidente. “El partido ha crecido de manera lineal en todos los sitios, por lo que la subida es patrimonio del partido en su conjunto. Los candidatos que debutan han tenido además la capacidad convencer, han sabido sumarse a este ascenso”, subrayan desde el gabinete de Feijóo.
Todos los candidatos novatos comparten experiencia orgánica en el PP. Mazón, licenciado en Derecho, había pasado por varios puestos en organismos públicos y en esta última legislatura ha sido presidente de la Diputación de Alicante. El presidente del PP valenciano fue confirmado por Feijóo pese a haber recibido la confianza de Pablo Casado, en julio de 2021, y de haber sido luego un dirigente territorial de confianza del exlíder del PP. “El partido ha sido cerrar filas cuando ha habido que hacerlo”, apostillan fuentes de la dirección popular.
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