Vuelco en Aragón: el PP suma mayoría con Vox y arrebata a Lambán el gobierno autonómico

El PP ha ganado las elecciones en Aragón (28 diputados) y, sumando con Vox (siete escaños), podrá gobernar la comunidad, en manos del PSOE desde hace dos legislaturas. Jorge Azcón, el alcalde de Zaragoza, convertido en aspirante a presidente popular, consigue —junto a los de Abascal— cambiar del rojo al azul un territorio donde ha gobernado más años la izquierda que la derecha desde que hay democracia.

El todavía presidente y candidato socialista, Javier Lambán, uno de los barones más díscolos de Pedro Sánchez, dice adiós a su puesto al frente del Ejecutivo que ha ostentado durante los últimos ocho años. Su “voz propia” —así rezaba el eslogan de su campaña— no ha podido con el tsunami popular que ha engullido a los 12 diputados que tenía Ciudadanos. El partido naranja desaparece completamente de las Cortes aragonesas y no se los ha tragado la tierra, sino el PP.

El descalabro de Podemos —de cinco a un diputado— y la sangría del Partido Aragonés (PAR), que apenas asoma con un diputado y tenía tres, han sido las claves tanto de una victoria, la del PP, como la de una derrota, la del PSOE, que pierde un gobierno, aunque solo haya descendido en un diputado (23) respecto a su resultado del 2019.

La cara de Javier Lamban, anoche, en la sede de su partido, lo decía todo, pero más expresivas fueron todavía sus palabras, que sonaron a despedida. “Contaréis siempre conmigo, pero ahora tengo que pensar con mi familia dónde puedo ser más útil”, decía el aún presidente de Aragón, que compareció al lado de su candidata municipal a Zaragoza, Lola Ranera, que apenas podía contener las lágrimas.

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Lambán: "El tsunami que ha arrasado hoy en todas las comunidades de España también nos ha arrasado a nosotros"

Justo lo contrario se vivía en el hotel Petronila, sede de la noche electoral del PP, donde las banderas populares ondeaban y la euforia se desataba conforme avanzaba el escrutinio. “Vamos a gobernar Aragón y a tener la iniciativa”, dijo Azcón mientras presumía de que tres mujeres de su partido serán las alcaldesas de las tres provincias aragonesas.

Y es que el PP ha barrido en el mapa aragonés, pero no solo en las autonómicas, también en las municipales. Tres mujeres populares, una de ellas incluso con mayoría absoluta y las otras dos rozándola, serán las alcaldesas de las tres capitales de provincia. Y dos de ellas, Natalia Chueca y Lorena Orduna, que gobernarán Zaragoza y Huesca, son prácticamente novedad en política. Orduna viene de la empresa privada y Chueca, con el mismo origen, solo lleva un mandato en la plaza del Pilar. Pero las dos y Emma Buj, en Teruel, con mayoría absoluta, gobernarán las tres capitales. “Es el primer día —dijo anoche Chueca— del fin de Sánchez”, en clara alusión del próximo asalto en las generales.

“Voy a llamar a todas las fuerzas políticas, de menor a mayor, voy a hablar con todos”, avanzó ayer Jorge Azcón, queriendo abrir la puerta a otros posibles pactos más allá de Vox. Falta por saber en qué se traducirá este anuncio cuando la suma más sencilla es, ahora mismo, la del PP (28) con Vox (7). Otras aritméticas serían mucho más complejas.

También está por ver qué le pide a cambio Vox. Su candidato, un joven y desconocido turolense, el abogado Alejandro Nolasco, de 31 años de edad, podría convertirse en vicepresidente de Aragón, si aquí se reedita el pacto al estilo de Castilla y León. Pero ayer, Nolasco no quería hablar de cargos, sino de “trabajar y trabajar”, decía, “pero no gratis”. El candidato de Vox deslizaba lo oportuno de derogar leyes como la de memoria democrática o la ley trans en sus versiones autonómicas.

Y mientras la derecha se compacta, la izquierda se fragmenta y se reparte apenas las migajas. Partidos como Podemos o Izquierda Unida solo tienen un diputado, lo mismo que el PAR, que fue clave para el cuatripartito que desaparece. LA CHA resiste, con los tres que ya tenían. Y los de Tomás Guitarte, el candidato del regionalizado Teruel Existe, Aragón Existe, no obtiene lo que esperaba ni lo que pronosticaban las encuestas, y su victoria de irrumpir en el Parlamento aragonés por primera vez, les sabe a poco. “El resultado no ha sido el que hubiéramos querido, pero los aragoneses nos han puesto donde han querido”, se lamentaba anoche el candidato..

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