Feijóo busca un relato para los pactos con Vox sin consenso interno en el PP

A una semana de las elecciones autonómicas y municipales, el PP ha constatado que Vox aguanta. Los populares, optimistas con sus propios resultados porque la polémica de Bildu les ha permitido llegar a la recta final de campaña con una tendencia de crecimiento, según sus sondeos internos, sostienen que haber centrado el debate en un tema ―el del terrorismo de ETA― que excita a sus bases sociales no ha inflado al partido de extrema derecha. Pero sí reconocen que Vox “se ha consolidado”, algo que reflejan también las encuestas de las últimas horas en distintas plazas clave del 28 de mayo. Como en la Comunidad Valenciana, donde el sondeo de 40dB. para EL PAÍS concede a Vox 14 diputados esenciales para que el PP arrebatara el poder al socialista Ximo Puig. El PP se prepara, por tanto, para afrontar el día siguiente a las elecciones un escenario complejo en el que muy probablemente dependerá del partido ultra para gobernar. Alberto Núñez Feijóo es consciente de ello y está construyendo un relato para lo inevitable. El líder del PP resucita su propuesta de que se deje gobernar a la lista más votada, que fuentes de su entorno aseguran que defenderá incluso aunque eso signifique dejar caer Gobiernos como el de Castilla- La Mancha o Extremadura, a pesar de que no cuenta con consenso interno en el PP.

Feijóo está dispuesto a dejar que sigan gobernando los presidentes de Castilla-La Mancha —Emiliano García Page— y de Extremadura —Guillermo Fernández Vara—, según fuentes al más alto nivel del PP, si estos ganan las elecciones y aunque existiera una suma de PP y Vox para desbancarles. El precio que exigiría a cambio es que el PSOE aceptara a su vez dejar gobernar al PP en otros territorios donde cree que será primera fuerza, como la Comunidad Valenciana, sostienen estas mismas fuentes. El líder del PP tiene una especial relación con el presidente castellanomanchego y en su entorno aseguran que “echaría un cable a Page” si fuera necesario, aunque eso implicara sacrificar a su propio candidato a la presidencia de Castilla- La Mancha, Paco Núñez. En la cúpula popular confían en agitar así la división interna en el PSOE tras las elecciones, porque esperan que Page y Vara alcen en ese caso la voz para pedir a su partido que acepte ese acuerdo con el PP.

La realidad es que la propuesta de Feijóo de que el PSOE acepte dejar gobernar a la lista más votada, inviable según han defendido hasta ahora los socialistas, busca sobre todo construir un relato. El líder del PP está preparando el terreno para justificar los llamados pactos “de perdedores” por el PP ―aunque muchos de sus principales cargos alcanzaron así el poder por primera vez, como Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez Almeida o Alfonso Fernández Mañueco― que en la cúpula del PP no descartan si no prosperan los acuerdos con el PSOE. “El suicidio político como alternativa no lo contemplamos”, afirman categóricos en el entorno directo de Feijóo. Es decir, que aunque el líder defenderá esta propuesta tras el escrutinio del 28 de mayo, se sentirá liberado para pactar con Vox si su oferta no encuentra reciprocidad por parte del PSOE.

El problema de Feijóo es que el PP no le sigue unido detrás de su idea. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la ha echado por tierra sin miramientos. “Para eso están los parlamentos, para que haya sumas de diputados. Esto sería bueno si buscáramos definitivamente dar una estabilidad y dejar de estar en manos de minorías rabiosas, pero como no va a suceder, porque hace tiempo que el PSOE emprendió cualquier cosa con quien sea menos con el PP, es una debate que no tiene recorrido”, zanjó este lunes en un foro en Abc.

Más delicado que el caso de Ayuso, que podrá gobernar según las encuestas sin necesidad de pactos de Gobierno, es el del PP de Castilla-La Mancha y Extremadura, dos comunidades donde según los sondeos los populares podrían sumar con Vox pero no ser la primera fuerza en las urnas. En esos dos territorios tampoco respaldan la propuesta de dejar gobernar a la lista más votada. La candidata del PP a la presidencia de Extremadura, María Guardiola, ha descartado dejar gobernar al PSOE en caso de que los socialistas ganen las elecciones. “No iba a recibir nuestro apoyo [el PSOE] porque nosotros queremos lo mejor y nos han demostrado que lo mejor es que no sea gobernado por el PSOE y mucho menos en un gobierno con Podemos”, argumentó la dirigente popular, que debuta el 28 de mayo. Tampoco piensa seguir esa propuesta del líder el candidato del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, según fuentes del PP castellanomanchego, que avisan de que pactarán con Vox si es necesario para desbancar a Emiliano García-Page: “Si aquí hay suma, gobernaremos”. La cúpula popular ve muy difícil una suma en Extremadura para desbancar a Vara, pero sí la ve posible en el caso de Page, así que la tensión con su dirección castellanomanchega podría dispararse la noche del 28 de mayo. De momento, Feijóo ignora la controversia y sigue construyendo su relato.

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