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Un repunte del PP estrecha aún más la batalla por la Generalitat valenciana

La continuidad del gobierno progresista está en el límite y pendiente de la entrada de Podemos

Estimación de escaños

99 diputados*

En el sondeo, se asigna el mínimo número de escaños de la horquilla.

María Fabra

Un puñado de votos decidirán si el próximo gobierno de la Generalitat valenciana es progresista o conservador. Un leve repunte del PP, que obtendría el 31,7% de los votos, y una ligera bajada del PSOE, que se quedaría en el 25,6% y no compensaría el 17,4% de los apoyos a Compromís, deja en manos del resultado que obtenga Podemos el destino de la Comunidad Valenciana, según la segunda oleada de la encuesta de 40dB. realizada para EL PAÍS y la Cadena SER. La directora de la empresa metroscópica, Belén Barreiro, es tajante en el análisis: “Que gobierne la izquierda depende literalmente de la entrada de Podemos. Si no lo logra, gobernará el PP con Vox. Está todo muy en el límite”.

El margen que a principios de mayo otorgaba a la izquierda la reedición del pacto del Botànic (firmado por socialistas, Compromís y Podem) se estrecha aún más en este sondeo realizado entre el 12 y el 17 de mayo. En esta encuesta, Podem, que confluye con Esquerra Unida, alcanza el 5,2%, apenas dos décimas por encima de la barrera del 5% del conjunto de votos emitidos necesarios para entrar en el Parlamento. Si lo lograra, el socialista Ximo Puig podría renovar su mandato tras ocho años en el poder y la izquierda reeditaría la mayoría al lograr, al menos, 51 escaños de los 99 que componen la Cámara. De no ser así, la derecha del PP y Vox se harían con esa mayoría.

La encuesta, realizada con 1.200 entrevistas en internet, sitúa al PP como el partido más votado y un resultado de entre 34 y 36 diputados, lo que supone que, prácticamente, duplicaría el número de sus representantes en el parlamento valenciano en el que, en la legislatura que acaba, contaba con 19 parlamentarios. La caída en picado de Ciudadanos, que en 2019 ocupó 18 escaños, favorece a los populares y condena a los naranjas al ostracismo, ya que, con un 3,7% de los votos, no obtendrían representación. Con respecto al sondeo de principios de mayo, el PP sube apenas seis décimas y consolida la horquilla de diputados, que se situaba entre 33 y 35. Vox también baja en intención de voto respecto a los resultados obtenidos en la primera oleada, pero esto no afecta a la estimación de escaños, que se sitúa entre 14 y 15.

El PSPV quedaría en segunda posición y la bajada de tres décimas en la estimación de voto respecto a principios de mes le repercute notablemente en el reparto de escaños, ya que los 30 o 31 asignados se reducen a 27 o 28.

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La subida más notable es la de Compromís, que aumenta su respaldo en prácticamente dos puntos porcentuales, y pasa del 15,5 al 17,4% de los votos, que supondrían la obtención de entre 17 y 18 escaños, uno más que los atribuidos en el anterior sondeo de 40dB.

La valoración de líderes sigue, más o menos, la misma tendencia que la estimación de votos y escaños. El candidato del PP, Carlos Mazón, sube de nota, alcanza un aprobado con un 5,1 y se sitúa como el más valorado, posición que pierde el socialista, Ximo Puig, que baja una décima aunque mantiene un 5. El cabeza de lista de Compromís, Joan Baldoví, consolida su 5 y el de Podemos-EU, Héctor Illueca, baja del 4,9 al 4,5, mientras que al de Vox, Carlos Flores, le pasa exactamente al contrario y sube del 4,5 al 4,9.

Aun así, es mayor el porcentaje de quienes apuntan a que Ximo Puig sería el mejor presidente (24,8), seguido de Carlos Mazón (21,3), Joan Baldoví (15,6) y Carlos Flores (12). Héctor Illueca, en este caso, se sitúa incluso por detrás de la candidata de Ciudadanos, Mamen Peris, ante la pregunta: “¿Quién crees que sería el/la mejor presidente/a para la Comunitat Valenciana?”

La encuesta vuelve a aportar datos sobre la valoración del Gobierno, tanto del central, presidido por Pedro Sánchez, como del autónomo. Se mantiene la tónica de una mejor valoración del Gobierno de la Generalitat valenciana, del que el 38,9% de los encuestados consideran que ha llevado a cabo una labor buena o muy buena, aunque también aumenta hasta el 31,9% quienes opinan que ha sido mala o muy mala. La distancia con la valoración de cómo lo ha hecho el Gobierno de Sánchez se acorta, ya que en este caso ha subido más de un punto porcentual, hasta el 30,1% quienes consideran que ha sido buena o muy buena y ha bajado casi dos puntos quienes la calificaban de mala o muy mala.

La encuesta desvela una actitud más crítica de los votantes que hace cuatro años apoyaron a los socialistas con este partido de cara a las próximas elecciones del 28-M. El 66,9% de estos consideran que Puig sería el mejor presidente, mientras que en el caso de los votantes del PP, la apuesta por Mazón asciende al 78,4%.

Pese a que no ha habido discrepancias de última hora ni ataques entre los socios del Botànic, los votantes socialistas son los que más censuran este gobierno de coalición y hasta el 46,1% preferirían que tras las autonómicas el PSOE gobernara en solitario. Además, solo seis de cada diez votantes socialistas consideran que la labor que ha llevado a cabo el gobierno autonómico ha sido buena o muy buena.

Por el contrario, el 82,7% de los votantes de Compromís optan por reeditar el Consell progresista, al igual que el 68,5% de quienes en 2019 apoyaron a Podemos. De estos, el 73,1% de quienes introdujeron la papeleta de Compromís en las anteriores elecciones considera que la gestión del Botànic ha sido buena o muy buena, mientras que el 66,9% de los que optaron por Podem le dan esa calificación. En la derecha, el 69,7% de los electores del PP prefiere un gobierno en solitario, mientras que en Vox más de siete de cada 10 votantes prefieren un gobierno en coalición con el PP. El 66,9% de los populares cree que fue una gestión mala o muy mala, mientras que entre los votantes de Vox este índice baja al 60,4%

Entre los problemas que los votantes destacan como los más importantes también hay leves cambios. Pese a que la inflación, el coste de la vida y la economía descienden algo, la sanidad y la calidad de los servicios públicos sube, sobre todo, entre los votantes del PP, pero baja entre quienes votaron a la ultraderecha en las anteriores elecciones. Las desigualdades y la pobreza preocupan más a los votantes de izquierdas, mientras que la preocupación de los votantes de Vox por la inmigración desciende del 61,8% al 47,7%.

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