El municipio andaluz donde arrasó Ciudadanos: “Ahora votaré a Moreno y en las generales, a Vox”

Miguel López, de 26 años, habla con soltura, se queja de que todos los políticos son lo mismo y se confiesa “de derechas”. Trabaja en un chiringuito próximo a Jerez de la Frontera, Rota, Chipiona, el Puerto de Santamaría y Sanlúcar de Barrameda. En estos cinco municipios gaditanos y colindantes, Ciudadanos fue la fuerza más votada en las elecciones andaluzas de 2018, en las que Cs logró su mejor resultado histórico en la comunidad, con un 18,27% de los votos y 21 diputados. Entonces entraron en el Gobierno de coalición con el PP. Hoy, el último CIS andaluz, publicado este jueves, les otorga entre uno y dos escaños. En la política andaluza, se asoman a la irrelevancia. En la española, perderían su último gran bastión.

López, que con 18 años emigró a Londres a trabajar en un hotel y regresó a España un año después, votó la lista del candidato de Cs a la Junta, Juan Marín, en 2018, y la del expresidente del partido Albert Rivera en las dos elecciones generales a las que concurrió, en 2019, porque le parecía un partido “neutral”, no quería votar a partidos históricos y Rivera le transmitía “mucha confianza”. Ahora ha cambiado de idea al 100%. “He cambiado por todos los problemas que han surgido en el partido. Al final me han demostrado que eran igual que todos. Se alían con el que sea por sus intereses. Voy a votar a Juanma Moreno seguramente porque tiro a derechas y por su persona, y creo que va a tener muchísimos votos. Pero en las generales votaré a Vox porque quiero un cambio”, explica el camarero.

El joven está empadronado en Jerez de la Frontera, donde el 19 de junio depositará su papeleta con el nombre del candidato del PP, Juan Manuel Moreno. En esta localidad sumó Ciudadanos el mayor número de votos de entre los municipios en los que Cs fue la fuerza más votada de toda Andalucía: 20.859 y el 23,52%. Ahora es difícil, o casi imposible, toparse por la calle con alguien que admita que volverá a apoyarles. Cargados de bolsas, Francisco Cordero y Victoria, de 60 y 63 años, llegan de la compra en el mercado central. Como López, Cordero votó a Rivera y a Marín, pero “los líos” del partido le han ahuyentado.

Ciudadanos se enfrenta al abandono continuo de cargos —la última, la parlamentaria cántabra Marta García, la semana pasada, o la reciente desbandada de diputados andaluces tras la convocatoria de elecciones. Este lunes, además, varios de estos parlamentarios pidieron públicamente el voto para Moreno, que este martes confesó haber ofrecido a Marín y a Arrimadas un puesto como independientes para los consejeros de Cs en las listas populares. Los dirigentes de Ciudadanos se negaron porque esa maniobra suponía “diluirse” como formación. En su momento, también cerraron la puerta a una lista conjunta tras la presión de las bases. Dentro de la formación restan importancia a las salidas y califican de “ejército de Pancho Villa” las sublevaciones.

La dirección asume el desplome en Andalucía y confía en las grandes ciudades, como Jerez de la Frontera (212.801 habitantes, quinta mayor ciudad de la comunidad autónoma), para “resistir” en el Parlamento. “En [las elecciones autonómicas de] Castilla y León fue más difícil porque los núcleos de población son mucho más pequeños. Pero en Andalucía hay ciudades más grandes. En Valladolid, por ejemplo, llegamos al 7%”, explica un alto cargo. Según los datos del partido, los tres escaños que podrían lograrse son los de Cádiz, Málaga y Sevilla.

La estrategia de Ciudadanos para la campaña, que comienza este viernes, está centrada en reivindicar la acción de Gobierno protagonizada por la formación como parte del Ejecutivo en coalición. Su lema de campaña es Andalucía, el cambio que funciona, pero la figura del presidente, Juan Manuel Moreno, está capitalizando todos los éxitos. En Cs son conscientes de ello y trabajarán como puedan en visibilizar su papel y sus propuestas. Según el último sondeo de 40dB., Moreno es el preferido para dirigir el Gobierno autónomo por el 36,5% de los encuestados y Ciudadanos ni siquiera entraría en el Parlamento.

Francisco Cordero, trabajador del campo jubilado de 60 años, dice no ser “de derechas”. Apoyó a Cs porque todos los políticos “robaban”. Se muestra contento con el Gobierno de PP más Cs y quiere que la coalición se mantenga, pero cambiará su voto: en esta ocasión se decantará por Moreno porque “es un hombre legal” y porque “mira por Andalucía”. “Nunca he votado al PP antes. Juan Marín me gusta, pero prefiero a Moreno”, sentencia.

La sede de Ciudadanos de Jerez de la Frontera está cerrada a cal y canto a eso de las 13 horas de este martes. Desde fuera se ve una foto antigua: la presidenta del partido, Inés Arrimadas, rodeada de antiguos dirigentes, como el antiguo presidente, Albert Rivera, o el ex secretario general José Manuel Villegas. En el bar La Moderna, a pocos metros del lugar, el camarero afirma con guasa: “Antes venían aquí los trabajadores a desayunar. Ahora también, pero son cuatro”. En el local varios clientes esperan con abanicos en los que se lee “Juanma Moreno”. Son simpatizantes del PP que aguardan a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha elegido Jerez de la Frontera como su única visita a Andalucía en el periodo preelectoral. Rodeada de una decena de personas y sin Moreno, Ayuso entra en el bar entre gritos de “habría que clonarte”. La dirigente popular también adelantó las elecciones en Madrid en mayo de 2021 y fagocitó a Cs en las urnas, que se quedó sin representación en la Asamblea.

“Aquí [en Jerez] ganó Ciudadanos porque hay mucho socialista y estaban cansados de los ERE. También porque Arrimadas es de aquí”, afirma uno de los miembros de las juventudes populares que aclama a Ayuso. La presidenta de Ciudadanos nació en Jerez en 1981 y vivió en la ciudad andaluza en su juventud. Casi todo el mundo tiene a algún pariente o algún amigo que la conoce. La fuerza del municipio para Ciudadanos, al menos hace cuatro años, ha llevado a Cs a abrir su campaña con la pegada de carteles este jueves en Jerez de la Frontera, la mayor ciudad de la provincia de Cádiz. Con Marín han estado Edmundo Bal y Begoña Villacís. No así Arrimadas, que ha viajado a Dublín a un acto con los liberales europeos, aunque estará muy presente en la campaña, según fuentes de la dirección.

José Carlos, de 54 años, entra en la oficina del banco donde trabaja. También de derechas, votó a Juan Marín porque en ese momento el PP de Rajoy “era un desastre”. Esta vez apoyará a Moreno, aunque reconoce la labor de Ciudadanos en el gobierno autonómico. Se muestra decepcionado con la deriva del partido de Arrimadas y quiere ejercer un voto útil. “La gente estaba muy quemada de PP y PSOE, por eso voté a Ciudadanos, pero han perdido mucho fuelle. Creo que el Partido Popular lo está haciendo un poquito mejor en Andalucía, aunque no me gustaría un gobierno de PP y Vox. Prefiero solo o con Ciudadanos”, revela. El PP ganaría las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio con un resultado holgado y a seis u ocho escaños de la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, según el CIS.

Ataques a Vox

Una de las armas que podría usar Cs para salir a flote es el ataque frontal a Vox. Y sobre todo enfatizar “el terrible peligro” que supone la entrada de Vox en el Gobierno, más ahora, con los últimos exabruptos del vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en el Parlamento autonómico. Su predecesor en el puesto, Francisco Igea, arropó este sábado al candidato de Cs, Juan Marín, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). El partido anunció, en el acto, que presentará una “ley antifloreros” en el Cámara baja y en la Junta de Andalucía, en alusión a García-Gallardo. Una iniciativa que registraron este lunes en el Congreso. Pero desde el equipo de Marín prefieren no entrar a degüello con la formación ultra, ni referirse directamente a ellos como “extrema derecha”.

Este miércoles, Marín se dio un baño de masas en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), su localidad de origen y donde también ganó Ciudadanos en 2018, durante el inicio la romería del Rocío. Durante el paseo, el candidato se reencontró con muchos vecinos que hacía tiempo que no veía.

—¿Vas a salir elegido otra vez? —pregunta a Marín un vecino.

—Eso digo yo. Pero la gente me tiene que votar —le responde Marín.